El sonido del despertador se hace presente. Abro los ojos lentamente y cuando los poso encima del pequeño aparato que no para de sonar sobre la mesa de noche y me doy cuenta de que ha sido modificada la hora. Pestañeo un par de veces y niego un poco antes de apagarlo.Inspiro con fuerza y me incorporo lentamente frotándome las sienes con ambas manos. La puerta de la habitación se abre lentamente y Zabdiel con una amplia sonrisa tirando de sus labios y una pequeña mesa repleta de comida entre las manos entra con pasos lentos.
—Buenos días, preciosa.—saluda cortésmente antes de acercarse a mí y depositar un beso sobre mi frente.—¿Dormiste bien…?—cuestiona.
—Más que bien.
—Espero que no te moleste que haya asaltado tu cocina.—niego en medio de una risita.
—Para nada.—respondo de inmediato.—¿Qué es eso? Huele delicioso…
—Huevos revueltos, fruta y pan tostado.—anuncia sin perder la sonrisa de sus labios.—No soy tan bueno cocinando pero espero que te guste porque hice mi mayor esfuerzo para que todo saliera muy rico…—asiento de inmediato.
—Bueno…pues huele delicioso.—respondo de inmediato.—Gracias por hacer esto por mí, mi amor.
—Pues claro que tenía que hacer esto por ti.—anuncia tomando asiento a mi lado tras colocar sobre mis piernas la mesilla de desayunos.—Los niños y tú tienen que estar sanos y fuertes…
—Te quiero…—susurro dejando un beso sobre la mejilla de Zabdiel.
—También te quiero.—anuncia él.—Ahora vamos, desayunemos antes de que la comida se enfríe…
—¿Dormiste bien?—pregunto llevando un pequeño trozo de melón a mi boca. Los ojos de Zabdiel me miran un momento.
—Si.—me sonríe.—Dormí mejor que nunca, la verdad. Te removiste un poco durante la noche ¿sabes? También te quejaste un poco pero no pasó de ahí…
—¿De verdad?—asiente.—Ni siquiera lo sentí…
—¿Sabes?—me mira fijamente y una amplia sonrisa se instala en sus labios.—anoche como no me podía dormir…estuve hablándole un poco a los niños.—se ríe.—Se removieron un poco y no tienes ni idea de lo lindo que se sintió poder sentirlos…
—No puedo esperar para que nazcan…—susurro frotando mi estómago lentamente.—Me muero por tenerlos entre mis brazos, poder mirarlos y besarlos…
—Seguramente serán muy lindos.—responde él.
—Lo único que quiero es que nazcan sanos... —inquiero en voz baja.—Quiero que los dos estén bien…
—¿Qué dice la doctora…?—cuestiona lentamente tomando su taza de café para llevarla a sus labios.
—Están bien, los dos están creciendo sanos y fuertes…—respondo dejando escapar un pequeño suspiro.
—¿Qué pasa…?—pregunta frunciendo sus cejas.
—Nada en particular.—murmuro.—Solo que…—suelto un bufido repentino.—Bueno…han pasado casi seis meses de mi embarazo y no he pensado si quiera en la decoración de la habitación de los bebés…—lo miro.—Necesito dos cunas, dos carriolas, dos portabebés…dos de todo…
Zabdiel deja escapar una risita de diversión y niega lentamente.—¿Te parece si hoy vamos de compras…?—cuestiona lentamente.—Podemos ir al centro comercial si quieres. Vemos todos los muebles para la habitación de los niños ¿sería lindo, no?
—¿De verdad harías esto por mi…?—inquiero lentamente.
—¡Claro que sí, mi amor!—responde de inmediato.—Vamos al centro comercial y eliges los muebles…—sonríe.—No tienes ni que preguntarlo, Dan. Yo haría cualquier cosa con tal de verte feliz…—hace una pausa.—Además…me gusta que me dejes involucrarme en esto…
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MIEL SOBRE HOJUELAS (+18).|Christopher Vélez (Completa).
FanficCuando Christopher Vélez y Danna Silvetti se conocieron en la universidad y se enamoraron casi al instante nunca se les ocurrió pensar que casi cinco años después iban a terminar así. Odiándose el uno al otro. Lo que él no sabía era que ella tenía u...