Le dije que sí, no podía desaprovechar ésta oportunidad.
Vos también estás loco por mí Mateo.
Me fui rápidamente al lugar donde nos habíamos puesto de acuerdo para vernos.
Me senté en el suelo, a la sombra de un árbol. Estaba muy nerviosa, quería que él se enamorara de mi como yo ya lo estaba de él.
Pasaron unos cinco minutos y finalmente lo vi. Al verme me regaló una sonrisa y se sentó a mi lado.
- ¿Todo piola? - me preguntó sonriente.
Nada podría ser mejor que estar a tu lado, Mateo.
- Sí. - tiré el pucho.
No sabía como comportarme cuando estaba con él y eso me ponía nerviosa.
- Estás muy fachera. - me dijo y me pasó el porro.
¿Acaba de decirme que le parezco fachera? ¿Y encima me pasó el porro que hace unos segundos tocó con sus labios?
- Gracias. Vos mucho más que yo.
- Naaaaa corta.
No juegues con fuego Mateo si no queres quemarte.
- No pensaba que ibas a querer salir conmigo.
¿Cómo no voy a querer? ¿Sos estúpido?
- Yo no suelo salir mucho, pero hoy es un día lindo. - le dije nerviosa. - Además no tengo con quien salir, todos piensan que soy una rarita.
Él me observó por unos segundos que se me hicieron infinitos y finalmente habló.
- A mí me gusta lo raro.
Hagamos como que mi cara no es un tomate ahora mismo.
- Ya tenes un amigo para salir. - lo miré sorprendida - solamente si queres. - dijo un poco tímido.
Me encantaba ver que se ponía nervioso en mi presencia. Evitaba mi mirada y de vez en cuando miraba sus manos para relájarse.
- Sí, me gustaría. - estaba siendo un poco cortante, pero no quería cagarla de nuevo.
No Mateo, yo no quiero que vos seas mi amigo. Yo quiero comerte la boca ahora mismo.
Se acercó un poco más a mí y mi corazón se aceleró. Dejó caer su cabeza en mi hombro y sentí que me iba a dar un infarto en cualquier momento.
No hagas esto.
Ahora tenía su cara más cerca que nunca y miraba disimuladamente sus perfectas facciones.
Él se mojó el labio y en ese momento no aguanté más.
Puse mis manos en su rostro y él me miró sorpendido, aunque no hizo nada para impedir lo que iba a pasar.
Uní nuestros labios y le di un beso corto, hasta tierno diría yo.
Me separé rápidamente y maldije mentalmente por haber sido tan impulsiva.
Cuando pensé que Mateo se burlaría de mí, puso sus manos en mi cintura, rodeándola. Me estremecí ante su tacto y me puse encima de él.
Ésta vez fue él el que hizo el primer paso. Se acercó y unió nuestros labios.
Pasó su lengua por mi labio inferior y lo succionó para luego morderlo.
Nos separamos por falta de aire y sentí que me iba a explotar la cara por tanta presión.
Me sentía como si éste hubiese sido mi primer beso, y aunque no lo fuera, sí que fue el que más disfruté en mi vida.
- L-Lo siento. - dijo Mateo al ver que no reaccionaba.
No me sentí capaz de decir nada, solamente me levanté para irme, pero él me agarró del brazo impidiéndolo.
Ya sabía yo que te gustaba.
Tengo la impresión de que es una mierda ésta novela JAJAJA
Bueno, es también porque por la mañana no tengo tanta inspiración.
Ahora tengo que irme a trabajar. ⚰
Gracias por leer ❤