Me estoy haciendo ondas en el cabello mientras escucho una de mis canciones favoritas.
Últimamente ya no hay nadie ni nada que me moleste, hasta parece un cuento de hadas.
Ha pasado mucho tiempo desde que no voy a una joda, más de un año quizás.
Haría todo para saber que vos estás bien Mateo, hasta aguantar a cuarenta personas borrachas una noche entera.
A mí no me gusta escabiar, es más, lo odio. No veo la necesidad de hacerlo, puedo pasármelo piola sin tomar.
Miré una vez más la hora.
23:47.
Probablemente ahora mi novio ha salido de su casa, tiene la manía de irse antes solamente para no tardar.
Retoqué mi maquillaje y ya estaba lista para salir.
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Me monté en mi coche y me fui a la casa de Mauro.
Hace dos años que lo conozco, no somos amigos, pero es un buen pibe. De vez en cuando nos vamos a quemar a la Bombonera, pero aparte de eso nunca tuvimos una relación de amistad.
Llegué a la joda y Mauro me saludó y me dio un abrazo.
Sos lindo gordo, pero mi niño es único.
Toda la gente me miró sorprendida. Es obvio si nunca me ven aparte del instituto.
Camilo se acercó a mí rápidamente, estaba medio raro.
- H-Hola Valentina. ¿Todo piola? - me preguntó nervioso.
- Sí. ¿Vos?
- Eeeee sí. - me dijo evitando mi mirada.
- ¿Estás bien wacho?
Éste esconde algo.
- Sí. ¿Por qué no lo estaría?
- No sé, estás raro. ¿Dónde está Mateo? - esto es lo único que me interesa.
- Él no está. Bueno está, pero no sé donde. - me dijo evitando mi mirada.
¿Qué se ha metido éste?
- Con permiso, voy a buscarlo. - le dije seria.
Él me miró confundido y un poco triste.
Decidí ignorarlo y buscar a Mateo, por aquí tiene que estar.
Lo busqué en la cocina, pero no estaba. Tampoco en el salón.
¿Dónde se habrá metido éste niño?
Finalmente decidí ir al baño, necesitaba mear urgentemente. Toqué a la puerta y una mina que parecía Nicole me dijo que estaba ocupado.
- Date prisa por favor.
Pasaron como tres minutos y no salía. Si hubiera sabido que tardaría tanto me iba a mi puta casa.
Por fin se abrió la puerta y efectivamente era Nicole la que estaba dentro.
Detrás de ella salió Mateo y me miró sorprendido.
Cálmate Valentina.
- Hola. - me dijo apenado.
¿Cómo que hola hijo de tu puta madre?
Lo miré por unos segundos y luego me di la vuelta para irme. Definitivamente no permitiré que nadie se burle de mí. Ni siquiera Mateo.
Él me agarró del brazo y le quité la mano al instante.
- No me toques gil. - le dije con rabia.
- Lo siento. No quería hacerlo.
Nicole me miró por unos segundos y finalmente habló.
- Fui yo la que lo metió adentro. No es su culpa.
Ah bueno, ésta pelotuda no sabe lo que le espera.
No le dije nada, solamente agarré una botella de fernet y salí por la puerta antes de que todos se rieran en mi cara.
Caminé hasta que llegué a la esquina de la casa de Mauro. Me senté en el banco y me encendí un cigarro.
Las horas iban pasando y Mateo me estaba llamando sin parar. Tengo 87 llamadas perdidas y 469 mensajes.
Vi que Nicole iba caminando sola, su casa está a unos cinco minutos.
Éste es el momento Valentina. No falles.
La seguí hasta que llegamos a un callejón por el cual no había farolas.
Aumenté el ritmo de mis pasos hasta estar muy cerca de ella. Tenía los cascos puestos, así que no podía escucharme.
Agarré con fuerza la botella de fernet y le di fuerte con ella en la cabeza.
Su cuerpo cayó al suelo al instante. Empecé a correr hasta que conseguí alejarme lo suficiente.
Yo no quería hacerlo Nicole, pero te lo buscaste.
Caminé tranquila hasta mi casa y cuando entré vi que alguien me estaba esperando en la puerta.
Ahora no es el momento más adecuado mi vida.
Holiiii 🙋🏽🙋🏽
Espero que estén bien, yo acabo de llegar a casa del trabajo.
