Capitulo 9

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— Qing-Jie, gracias por tu ayuda. — después de matar a la tortuga Xuanwu, volvieron a bajar al pie de la montaña, donde se encontraban los Wen restantes, quienes les ayudaron a curar sus heridas y después de un día de descanso, era hora de regresar al reino Jin, donde los reyes los esperaban para hablar sobre cómo detener a Xue Yang.

— No agradezcas, y procura no meterte en más problemas, Wei Wuxian. — regaño despidiéndose del fénix con un sonrisa.

— Aiya. — exclamó rascándose la nariz. — Yo no me meto en problemas. — contradijo con una risa nerviosa.

— Claro, si tú eres un imán de problemas. — reclamo Jiang Cheng.
— ChengCheng, no digas eso. — Wei Ying reclamo divertido.

— Que no me digas así, idiota. — reclamo molesto y soltando chispas de su anillo Sidian.

— Lan Zhan, ¿Verdad que yo no busco problemas? — se escondió detrás de Lan Wangji al ver que Jiang Cheng poco le faltaba para azotarlo.

— Mnh. — asintió sin inmutarse.

— ¿Y tampoco soy un imán de problemas? — volvió a preguntar con arrogancia al saber que su esposo lo defendería.

— Mnh, Wei Ying no busca los problemas, pero no los puede evitar. — respondió brutalmente sincero, todos se comenzaron a reír ante la respuesta de Lan Wangji y expresión de Wei Wuxian.

— Lan Zhan. — reclamo al verse ser el centro de las burlas.

— Mamá. — llamo Lan SiZhui a Wei Wuxian. — Aunque te sigan los problemas, siempre estaremos contigo. — dijo con tono consolador.

— A-Yuan. — reclamo con tono ofendido. — No tu también. — se quejo.

— Basta de bromas, es hora de irnos. — interrumpió Jiang Cheng para emprender marcha de regreso.

— Gracias por todo, Wen Qing, Wen Ning. — Wei Wuxian de despido haciendo una reverencia.

— Tengan cuidado en su caminó. — Wen Ning se despidió con una reverencia.

Nuevamente, Jiang Cheng, Jin Ling, JingYi, Lan SiZhui, Lan Wangji y Wei Wuxian, junto con varios cultivadores, emprendieron marcha sobre sus espadas para regresar al reino Jin.

Un día y medio fue el tiempo que tomo en llegar, el camino fue más largo, ya que iban heridos y cansados, así que sus descansos eran más continuos y largos.

— Príncipe Jiang, príncipes Lan, Jin Ling, maestro Wei, joven Lan. — Jin GuangYao, medio hermano del rey Jin ZiXuan, esposo del rey Nie Mingjue, lo cual lo hacía rey o reina de Qinghe Nie. Los recibió en la entrada del palacio del reino Jin, o también llamada la torre Koi.

— Rey Nie. — Jiang Cheng, los dos Lan, Wei Wuxian y JingYi, respondieron con una reverencia.

— Pequeño tío. — saludo alegre Jin Ling al ver al hombre de divertido sombrero.

— Es un alivio ver qué han regresado a salvo. — Jin GuangYao les señaló que entrarán al lugar detrás de ellos.

— Fue una lucha intensa pero logramos vencer. — Wei Wuxian comento normal, ignorando el hecho de tuvo que entrar al caparazón de la tortuga Xuanwu.

— Me lo imagino, mi hermano, el rey Jin ha preparado sus habitaciones para que descansen hasta la cena y repongan energía. — indico Jin GuangYao.

— Eso sería de mucha ayuda. — comento Jiang Cheng soltando un suspiro de cansancio.

— Les avisaré en cuanto esté la cena, por lo tanto pueden disponer de las aguas termales y de las habitaciones. — asiendo una última reverencia y con una sonrisa amable, se retiró.

— Bien, yo iré a darme un relájate baño en las aguas termales y después dormiré, JingYi, tu irás conmigo, no se que harán ustedes. — Jiang Cheng dijo mientras se dirigía a la habitación que se le había dado desde que llegó.

— A-Yuan, A-Ling, recuerden, aún están en tiempo de cortejo, nada de escabullirse a las aguas termales juntos para jugar juegos de adultos. — se burló Wei Wuxian y soltó una sonora carcajada al ver el sonrojado rostro de los dos menores.

— Mamá, nunca le haría algo indebido a A-Ling y menos si de eso depende mi futuro matrimonio con el. — la respuesta de Lan SiZhui solo logro que el rosto de Jin Ling se volviera más rojo.

— Lo que hago con Lan Yuan no son esos tipos de juegos, desvergonzado. — Jin Ling dijo para luego irse indignado.

— Wei Ying. — regaño Lan Zhan al ver que había enojado al pequeño príncipe.

— Aiya, Lan Zhan, no te enojes, solo estoy preocupado porque A-Yuan y A-Ling no sigan las reglas del cortejo. — traro de defenderse.

— Nunca haría algo que deshonrara al príncipe Jin, al reino Lan o a ustedes que son mis padres. — Lan Yuan dijo con total seguridad.

— Lo sé, mi pequeña bollo es todo un caballero como su padre, pero recuerda que Lan Zhan y yo aún no nos casamos y ya tenemos un hijo. — abrazo a su hijo por los hombros pegándolo a su pecho, pero sin necesidad de ver a Lan Zhan, supo que se había puesto rígido ante su declaración.

— Wei Ying. — Lan Zhan dijo aún mas molesto, aunque en su tono de voz no se notaba, Wei Wuxian lo sabía.

— Ya Lan Zhan, no diré nada más, A-Yuan, ve a descansar. —Lan SiZhui hizo una reverencia a sus padres y se dirigió a su habitación. — Lan Zhan, vamos por un baño y después podemos ir a la cama. — Wei Wuxian se acercó al de blanco y comenzó a trazar círculos imaginarios en el pecho del Lan, lo que provocó que sus orejas se volvieran rojas.

— Aún no son las nueve. — comento Lan ignorando el aparente fuego en sus pantalones.

— Yo no dije nada de dormir. — susurro coqueto en el oído del Lan, Lan Zhan sin aliento, solo asintió y se fueron a su habitación, al parecer, el baño sería para más tarde.

A las siete de la noche, los guardias llamaron a las puertas de las habitaciones de los príncipes para notificar de la cena.

Todos los invitados y anfitriones nuevamente estaban reunidos en la enorme mesa del comedor en el castillo Jin, y alguno que otro avergonzado de la actitud amorosa del fénix Wei Wuxian ante el príncipe Lan Zhan y su actitud maternal con el príncipe Lan SiZhui.

— Lan Zhan, come esto. — Wei Wuxian le tendió un picante al rojo vivo que causo que más de uno sudara, pero el Lan lo comió como si fuera simplemente arroz. Mientras Lan SiZhui distraía a Wei Wuxian, Lan Wangji, escupía el picante en una servilleta y tomaba su te de la forma más rápida, pera luego centrar su atención nuevamente en el menor. Sin poder evitarlo, a todos les recorrió una de sudor ante la imagen, el siempre recto y frio Hanguang Jun aceptando picante como si fuera la cosa más dulce y aprovechar la distracción de su pareja para escupirlo, fue de lo más hilarante.

— Deberías de dejar de comer cosas tan picantes, Wei Wuxian. — regaño Jiang Cheng con un sentimiento de compasión ante el Jade, ya que el muchas veces también tuvo que probar la comida extra picante que comía Wei Wuxian.

— Pero Shimei, la comida no está rica si no tiene la suficiente carne y picante. — se quejo dando un bocado de su propio plato.

— Ridiculeces. — susurro Jiang Cheng ignorando lo que decía su hermano.

— Aún recuerdo la primera ves que Xian-ge me dio a probar de su comida. — lloro JingYi.

— Yo igual una vez probé la comida de mamá. — comento Lan SiZhui con la mirada perdida. — Nunca había probado gachas de arroz picante. — continúo como si hubiera vivido el peor terror o trauma de su vida.

— Si la comida no tiene picante no está buena. — respondió Wei Wuxian con indignación.

— Wei Ying puede comer todo el picante que quiera. — y el comentario de Lan Zhan logro que todos se quedarán sorprendidos, ¿Ese era el frío segundo jade de Gusu Lan?, ¿Qué no su paladar estaba acostumbrado a comer comidas hechas con hierbas?.

— Lan Zhan, eres el mejor esposo que cualquiera pueda desear. — lagrimeo Wei Wuxian con brillo en sus ojos.

— Solo de Wei Ying. — respondió Lan Zhan.

— Si, solo mío. — respondió con tono soñador, Wei Wuxian.

— Ustedes dos, dejen de coquetear enfrente de todos y esperen a llegar a su habitación. — se quejo Jiang Cheng al ver que la escena se estaba volviendo cada vez más empalagosa.

— ChengCheng, no estés celosos, te aseguro que, aunque el hermano Xichen pudiera elegir a cualquiera como su consorte, solo te elegiría a ti, hasta con los ojos vendados, así como mi Lan Zhan. — comento burlón abrazando el brazo de Lan Wangji.

— Maestro Wei, ¿Usted y el príncipe Lan están casados? — pregunto el hijo único del señor feudal Ouyang, Ouyang Zizhen.

— Aún no, pero cuando derrotemos a Xue Yang, regresaremos a Gusu y nos casaremos. — Wei Wuxian le respondió al chico. — Oíste Lan Zhan, ahora soy maestro Wei. — susurro feliz Wei Wuxian a su pareja, quien solo asintió feliz por su pareja.

— Ni hablar. — interrumpió Jiang Cheng. — Primero nos casaremos Xichen y yo. — advirtió sin dar permiso a contradecir.

— Está bien, primero le demostraremos al destino que mi Shimei no se va a quedar soltero por siempre y hay alguien que aguanta su humor de los mil demonios. — se burló Wei Wuxian.

— ¡Wei Wuxian! — grito molesto.
La cena se fue entre risas de los presentes y peleas de los hermanos.
Al día siguiente, nuevamente se reunieron en el salón del trono, donde se hablaría del posible actuar de Xue Yang.

— Cuando Xue Yang se convirtió en un Dark Fénix perdió muchos de los poderes que por ser fénix se nos otorga, entre ellos el de ver el futuro, cumplir deseos, magia de sanación y sobretodo el de renacer, entre varios otros, hay que aprovechar que lo más probable es que Xue Yang no sepa lo que tenemos planeado, no sé pueda curar a si mismo y una vez muerto, no renacerá. — dijo Wei Wuxian a todos los que se encontraban en el salón.

— ¿Cuáles son las debilidades de los Dark Fénix, hermano Wei? — pregunto Lan Xichen.

— Se podría decir que las mismas que las de un fénix original, con algunas diferencias. — respondió amablemente. — Al ser fénix, no soportamos las bajas temperaturas, solo nos permite crear las llamas necesarias para sobrevivir pero no para atacar, en los Dark Fénix solo se generan llamas frías, por lo que son un poco más resistentes, pero no lo suficiente como para defenderse de un gran ataque, si un fénix original no purifica la energía a su alrededor al conceder deseos, su núcleo es contaminado, los Dark Fénix al ya no conceder deseos, su núcleo cada vez se llena más de energía resentida y sus núcleos son destruidos, cuando el núcleo de los Dark Fénix se destruye, quedan muy débiles y tardan cientos de años en crear uno nuevo pero de energía resentida y por eso se recluten, como Wen Mao, quien después de destruir su núcleo, se concentro en crear su Reino y cuando lo tuvo buen establecido, comenzó la guerra contra los fénix originales. — explicó seriamente.

— Xue Yang, ¿Ya perdió su núcleo? — pregunto el feudal Yao.

— Al tratar de evitar que yo escapara, uso demás la energía resentida, lo que aceleró el proceso de su destrucción, aproveche esa debilidad para contactar con Lan Zhan y los demás. — respondió. — Lo más probable es que ahora mismo no cuente con un núcleo dorado y este comenzando a formar uno de energía resentida.

— Entonces es momento de atacar, ese Xue Yang no sabrá que lo atacó hasta que ya sea demasiado tarde. — dijo eufórico el señor feudal Ouyang.

— Así que atacarán antes de que me de cuenta. — escucharon una voz diferente desde la puerta del salón.

— Xue Yang. — dijo JingYi al ver al mencionado recargado en la puerta del salón.

— Así que mis pequeñas aves han volado hasta aquí. — comento burlón al ver a JingYi y a Wei Wuxian, Jiang Cheng y Lan Zhan se colocaron enfrente de cada fénix respectivamente en un intento de protegerlos.

— ¿Qué haces aquí, Xue Yang? — pregunto Wei Wuxian desde la espalda de Lan Wangji.

— Bueno, desde que mis dos aves se escaparon de su jaula y tú, Wei Wuxian, no dejaste que tu núcleo se destruyera por la energía resentida, decidí ir por la tortuga Xuanwu, pero cuando llegue solo estaba su cadáver, así que vine por el patriarca Yiling. — sonrió siniestro.

— Jamás me convertiré en el patriarca Yiling, Xue Yang. — dijo Wei Wuxian molesto ante la insistencia del otro.

— Tal vez no por la buenas, pero tal vez por el si. — señaló a Lan SiZhui con su dedo.

En un rápido movimiento, Xue Yang ya se encontraba detrás de Yuan con su brazo abrazando el cuello del pequeño Lan y en el mismo movimiento, Wei Wuxian apuntaba a Xue Yang con su espada cubierta de energía espiritual.

— Suelta a mi hijo. — si todos los presentes creían que no había nadie más frío que Lan Wangji, era porque no habían visto a Wei Wuxian, su tono de voz helo la sangre de los presentes.

— O sino, ¿Qué? — se burló Xue Yang apretando más su agarre al cuello de Lan Yuan.

— Sabes perfectamente que ya no eres rival Xue Yang, ahora solo la energía resentida te obedece, pero me he encargado de purificar el área antes de que llegarás. — reto Wei Wuxian a Xue Yang acercando más el filo de su espada al cuello de Xue Yang.

— No puedes ser tan descuidado, patriarca Yiling. — se burló aún sintiendo la sangre brotar de su cuello. — Estuviste mucho tiempo rodeado de energía resentida, y después de que te rescatarán, te metiste a la cueva de la tortuga Xuanwu y ahora me dices que limpiaste el área de energía resentida, dime, ¿Cuánta has absorbido en el poco tiempo que has pasado fuera de tu jaula? — los comentarios de Xue Yang despertaron asombro y preocupación en los rostro de los presentes.

— Lamento arruinar tus planes, pero, debido a que en mi hay miles de núcleos creando uno solo, purificó la energía resentida más rápido de lo que crees. — Wei Wuxian sonrió arrogante.

— Imposible. — susurro Xue Yang al ver que las suposiciones que había contemplado no eran posibles. — En ese caso, lo mejor será devolverte a tu jaula. — Xue Yang hizo aparecer su espada en su mano y comenzó un duelo de espadas con Wei Wuxian, los presentes si podían ver sorprendidos la velocidad que ambos llevaban y con la que atacaban.

— ¿Cómo haremos para derrotar a Xue Yang? — pregunto Jiang Cheng al lado de Lan Wangji.

— Wei Ying lo hará. — confirmo Lan Wangji. —Un fénix sólo puede ser asesinado por otro fénix. — volvió a hablar sorprendiendo a los demás, al parecer hoy era día de las sorpresas.

Los ataques entre los fénix era constante, pero era obvio que Xue Yang no luchaba limpio y varias veces ataco a Wei Wuxian de manera no honorable, como empujando a algún espectador frente a su espada.

Furioso ante las trampas de Xue Yang, Wei Wuxian lo lanzó fuera del salón para después tirarlo por las escaleras de la torre Koi.

Wei Wuxian, comenzó a emanar una gran cantidad de energía espiritual, nuevamente a su alrededor comenzó a formarse un fénix que parecía hecho de llamas rojas y sus ojos se volvieron rojos.

Pero, en ese momento también empezó a sonar la melodía de un guqin, al ver hacia el origen del sonido, se encontraron con Lan Wangji mandando ondas de energía espiritual para calmar el espíritu de Wei Wuxian, lo cual parecía funcionar, pues las llamas antes rojas, se volvieron de un suave azul.

Ese momento lo aprovecho Xue Yang para sacar de entre sus ropas un fragmento de lo que todos reconocieron era “El amuleto del tigre stigio”.

El museo de los deseos y el silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora