𝐒𝐓𝐀𝐘 | Jack Dylan Grazer

Sieben (7)

Había abierto los ojos debido al ruido de la alarma de no sé quién de mis par de amigas.
Lo primero que vino a mi mente fue la cachetada que le di ayer a Dylan.

Me incorporé al baño, tomando una ducha muy rápida, puesto que faltaban mis amigas de ducharse también.

— Auch-escuché un golpe a lo cual abrí la puerta y rápidamente asome mi cabeza por esta.

Millie y yo nos echamos a reír, Sophia tenía demasiado sueño como para haber visto la pared, tanto así que al levantarse se había golpeado en la cara, o al menos, eso había dicho Bobby.

Volví a cerrar la puerta para cambiarme a algo más cómodo que la toalla con la que me envolvía.

A decir verdad el rosa de mi camisa me gustaba la combinación que tenía con mi cabello.
no pretendía usar algo formal, pero lindo si.

Mis jeans azul hacían encaje con mis tacones negros.
Probablemente no sea adecuado usar tacones en mi circunstancia, seguro tendría que correr o algo así, pero lo bueno es que los sé usar muy bien.

— Millie, ¿han visto mi libreta?-preguntó Sophia ya una vez totalmente lista.

— ah si, perdona, se me había olvidado-comenzó a reír nerviosamente, pues sabía que Sophia bufaría.

Lo cual hizo, pero en vez de mostrarnos serias, comenzamos a reír.

— Dejen de reír y bajemos, que tengo hambre-accedimos a la sugerencia de Lillis.

Millie odiaba los Waffles ¿extraño, no? yo pensaba que los amaba pero cada vez que alguien hacía en la casa el olor era muy fuerte y Millie hacía cara de repugnancia.
El trío, desayunamos unas barras de avena y un té. o al menos yo era la única que prefería tomar eso antes que un café por la mañana.

Al acabar salimos disparadas como balas al baño para lavar nuestros dientes.

— Hoy vamos temprano, un gran avance-bromeé

— Tienes razón-sonrió Sophia– mañana podemos desvelarnos y despertarnos muy tarde.

— Muero por ir a la fiesta, ¿adivinen que?-Millie y sus grandes sorpresas, Justo cuando salimos de la casa y caminamos por la calle.

— ¿que?-preguntamos Soph y yo al unísono.

La pequeña alargó aún más la sonrisa.

— ¡Iré con Noah!-su intento de ser discreta pero estaba segura de que a miles de kilómetros de distancia se podría escuchar su comentario.

La verdad es que me alegra que vaya a salir con él, siempre ha demostrado ser un buen chico.
y después de todo, cada uno de nosotros hemos cambiado mucho físicamente, por ejemplo, Noah y su voz de puberto, al igual que Wyatt, Finn, J..todos.

— ¡chicas!-saludó un chico de mochila negra, y rulos castaños, o mejor conocido como la maruchan.

— Wyatt-bufó Sophia con sarcasmo– que sorpresa–rascó levemente su nariz.

— No seas cruel. Tengo noticias sobre la fiesta de mañana-sonrió el mayor.

— Escúpelo Wyatt-Millie le dijo a este muy emocionada.

Mi mente estaba divagando, de tantas cosas que podrían pasar ¿que sería esa noticia?

— Jugaremos todos verdad o reto-al escuchar eso mi sonrisa se tensó, haciéndola una expresión seria.

No, no no y no.
Ni loca seré parte del juego.
~Raven, recuerda que debes de demostrar que no te dejas por nadie, solo juega.– pensé por un momento.

Al menos mis amigas estaban emocionadas, no quedó de otra que volver a esbozar mi sonrisa y unirme a la emoción.

— Suena genial-comenté tomando mi teléfono en la mano izquierda- por más que quisiera estar en esta conversación, deberíamos de ir a clases, ¿Wyatt? ¿por que no te sientas con nosotras?

El ruloso nos regaló una linda sonrisa, sobre todo a Sophia.
A veces se parecía tanto a su personaje Stanley Barber.

— Me encantaría, claro que si.-acomodó su mochila de lado, al igual que nosotras.

—Bien, andando-sugirió la pelirroja, Sophia.

Asentimos dando pasos apresurados al salón para tomar la clase de debate literario.

— Bien-comentó con rapidez el profesor y una vibra al cien– como les pedí, me supongo leyeron el libro La Ladrona de Libros.

El profesor continuó hablando.

— enfoquémonos en la relación que sobrellevan la protagonista y su querido amigo rubio. ¿Alguien recuerda los nombres?

Talía levantó la mano llamando la atención de todos.

— Schumel y Gretel-dijo está segura de su respuesta.

Observé por mi hombro, aprovechando que todos la miraban, Jack la había besado, solo por ser tan ¿tonta?

¿Por que Jack besa a Mackenzie y también a Talia? ese no es mi asunto, idiota.

— Jauregui presta más atención, alguien que me diga a su compañera que es corrrecto. ¿Alguien más?

Levanté la mano rápidamente.

— Sink-me autorizó la palabra, haciendo que la atención fuera totalmente mía.

— La protagonista, Talia-la observé- es Liesel Meminger, y su compañero lo dice en casi todo el libro, es el pequeño Rudy Steiner, los personajes que mencionaste-continué hablando sin titubear– son del Niño de la pijama de Rayas, obra de John Boyne. y nuestro libro pertenece a Markus Zusak

La verdad es que esos libros nos los hacían leer desde la primaria, típico de Alemania y su historia, también de los Nazis y el famosísimo y cruel Adolf Hitler.

El profesor aplaudió a mi comentario, añadiendo unas palabras extra.

—¡Excelente memoria, señorita Sink!-exclamó el maestro, haciéndome sentir pequeña por las miradas de todos.

Por su personalidad podría definir que mi profesor de Crítica y Propuesta tenía parecido al profesor Sikowitz de la serie de Nickelodeon Victorious.

Y así pasó la mayoría de la clase, entre silencios, participaciones, pláticas, propuestas, ideas y trabajos.

El receso, me la pasé comiendo y platicando junto a mi ahora grupo de mejores amigos. Wyatt, Millie y Sophia.

Asher estaba de más, solo nos mensajeábamos y hablábamos de vez en cuando. todo parecía estar en orden, cuando todo se derrumbó.

Al instante podía notar que mi teléfono había sonado en plena conversación con mis amigos.

Un sonido que predeciría una advertencia, o más bien un acontecimiento como tal.

Whatsapp

Emmy Perry: Raven, ten cuidado.
Emmy Perry: Raven contesta.
Emmy Perry: Jack se enteró y va por ti.
Emmy Perry: ¡RAVEN! hola??

_______________________________

¡Gracias por leer y votar, no saben cuanto me ayuda, los amo y las amo muchísimo! 💗😌