acht (8)

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— podría interesarte mi propuesta-me sugirió Sophia- deberíamos salir de compras a un centro comercial, como antes.

— ¿para salir qué hay que hacer?-pregunté de inmediato.

— pedir permiso, supongo-encogió los hombros Sophia.

La castaña abrió los ojos topándose con los de Wyatt, el cual la miraba extrañado.

— se nota que no investigaron-Millie parecía que se había leído todos el instructivos del mundo– podemos salir sin necesidad de pedir permiso, es la ventaja de ser "adultos"

Sophia y yo nos miramos de reojo, terminando en una gran carcajada, dejando perplejos a aquellos inusuales castaños.

— Ahora vuelvo-les comenté, pues había sentido mi teléfono vibrar, era Emmy.

Al leer los mensajes una carga se apoderó dentro de mi, no sabía si era miedo, pero era una sensación de ansiedad.
Pero ni si quiera me percaté que era tarde, solo al sentir un tirón de mi camisa.

Ni si quiera había tenido tiempo de alejarme de mis amigos, los cuales se pararon al instante, no comprendía lo que pasaba, hasta girarme y toparme con unos ojos muy enfurecidos y de un tono café que solo yo podía saber quien era en cuanto los mirara, miré detalladamente sus pecas en las mejillas, y sus bellos de bigote que notoriamente habían crecido después de la infancia.

Lo único que en ese momento pudo salir de mi boca fue una total estupidez.

— Jack, ya era hora-suspiré- ¿tu novia fue a chillarte?-sonreí de lado.

— Nunca vuelvas a insultarla, al parecer no te a quedado claro la mierda que podría hacerte-comentó con rabia- te voy a hacer pagar por todo aquello que hagas, así que deja a Talia, en paz-sus ultimas palabras fueron arrastradas.

Acompañadas de un acercamiento hacia a mi, bastante grande, cualquiera que estuviera ahí podría pensar que íbamos a besarnos, pero ahí estábamos los dos, odiándonos en ese momento, como en los viejos tiempos.

Mientras su cara reflejaba odio e ira sobre mi, prometí no dejarme pisotear, por lo que me acerque aun más a él, con una sonrisa de ironía.

— Mira Dylan, vaya cobarde te has vuelto, vienes a mi, a decirme que hacer y eso no va a pasar ¿entendiste? tu me tocas un pelo y le contaré a tu apreciada y estimada "Talia" que la engañas con su amiga, Kenzie.-su mandíbula se tensó al escuchar mis palabras, y sus ojos parecían estar pegados a los míos, mientras sus cejas demostraban cual enojado estaba en ese momento– no creas que no me doy cuenta de lo imbecil que te has vuelto, Grazer.

Vi como me tomó con fuerza del cuello de la camisa y elevaba su mano, ya presentía lo que pasaría, no obstante no le permití nada.
Wyatt se levantó muy molesto, iba a defenderme cuando con la mano y una seña lo detuve.
Mi vista nuevamente se posó en el pecoso.
— ¿vas a golpearme, enserio? hazlo, te reto. cobarde.

Como dije antes, estaba muy molesta y no medí lo que dije, pero me decepcioné por que también no pensaba que lo haría.
Solo sentí mi mejilla ardiendo, y mis manos y trasero tocando el pavimento.
Millie estaba aterrorizada, corrieron ambas a levantarme. No podía dejarlo así, tenía la mejilla roja, y con pequeñas marcas de sangre.
Mis ojos se cristalizaron, zafándome del agarre de mis amigas y acercándome a quien ya estaba de espaldas retirándose como si nada.

Lo giré con violencia.

— Te odio, JACK, eres lo peor que me pudo pasar.

Sonrió malvadamente mientras se acercaba a mi con odio.

— al menos el sentimiento es mutuo, Raven-dijo este volviéndose hacia donde iba, dejándome completamente rota.
Sophia y Millie me consolaban, estaba llorando tanto que me ardieron los ojos.
Las chicas me dijeron que me quedara en casa, necesitaba descansar después de todo lo que había pasado.
Ellas se fueron al centro comercial y yo me quedé en casa un rato, antes de que acabara el tiempo de receso.
Fui a la cocina por algo de hielo y un trapo, envolví unos cubos helados dentro de la tela y la pasé por mi mejilla.

Estoy destruida-pensé.
¿Iré a la fiesta o no?
debería de buscar algo para que cubra lo rojo de mis ojos, y, de mi mejilla.

Caminé de prisa a cepillarme el cabello, al abrir la puerta acomodé mi cabello por mi rostro, intentando cubrir el golpe, qué pasó de rojo claro a un tono carmesí.

Se que no lo había hecho con el puño, pero lo hizo con demasiada fuerza, nunca nadie me había pegado tal como lo hizo él.

Sentí mis ojos que iban a cristalizarse por lo que respiré y seguí caminando hasta el salón donde practicaríamos algo de italiano.

La maestra Adelina y su cabello chino de color negro nos enseñaba a saludar, en Italiano.
Lo que Noah, nos sorprendió, por alguna razón el sabía hablar el idioma.
Algo está mal, Millie y Sophia faltaron a clases, ¿estará todo bien?

Me encontraba perfectamente sola, cuando una figura se sentó a mi lado.
Linda como.. ¿que te pasó?-me preguntó cautelosamente en la clase, revisando mi mejilla– dime la verdad ¿quien te ha hecho tal cosa?

Asher me miró muy preocupado, estaba molesto.
pero a la vez me miraba con consuelo.

— Asher, no quiero problemas-sugirió Raven- No no pasó nada.

Se la pasó texteando en su teléfono, pero yo mantenía mi mirada en la pizarra.
Cuando lo oí bufar por lo bajo, recogí mis cosas, no sin antes ser revisada por las miradas de mis compañeros, incluso Finn, Wyatt y los chicos, quienes me preguntaban que me había pasado. Les respondía que nada, que estaba bien, solo me había golpeado.

Salimos en grupo a los pasillos de la universidad, donde la luz y la naturaleza se reflejaba en el paisaje.
— ¡Hey Jack!-escuché a Asher bastante enfadado, lanzando los puños contra el sujeto. contra Dylan.

Pero en qué me he metido...

𝐒𝐓𝐀𝐘 | Jack Dylan GrazerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora