𝐒𝐓𝐀𝐘 | Jack Dylan Grazer

zehn (10)

— Nos vemos bellísimas–tras escuchar lo que Millie dijo, caímos en cuenta que era más que verdad.

Esta noche será una muy larga y divertida. No pienso ponerme sentimental por nadie hoy, solo quiero pensar en bailar, tomar y pasármela bien, como debería ser.

Bajamos a acomodar unas cosas en la sala, como las chicas de la casa nos habían pedido hacer. La música, las serpentinas, las luces con efectos y el humo artificial daba el ambiente de la fiesta universitaria perfecta.
Pese a nuestros intentos, la decoración quedó fascinante, ya quedaba todo listo y por más curioso que pareciera, la soledad del lugar terminó en unos instantes. En un pestañear de ojos, ya había gente por montones, tanta que costaba trabajo buscar a una persona en específico.
Fui a la cocina a hacer algo de tiempo, antes de preocuparme en la noche por solo no tambalearme de borracha.
Así que me acerqué a la barra para limpiar los restos de frituras.

La cocina estaba solitaria, por lo que me relajaba aún más. Vi unos vasos, platos y unos cuantos cubiertos sobre el fregador.

~Debo limpiarlos– pensé de inmediato.

por lo que tomé el jabón y con una esponja los tallé.

Narra Jack:

Desde que lastimé a Raven, no puedo de dejar pensar en su rostro, sus palabras. no se, pero es como si me aferrara a ella. creo que esta vez me pasé de la línea. Aunque no lo creyera, yo la admiraba por que pese a su carácter, era linda y muy inocente. Tenía tanto rencor hacia a ella, por que prácticamente me la pasé muy mal sin su presencia, los peores años y sin poder tenerla a mi lado, me hizo tanto daño. que comencé a caer otra vez en adicciones, y se perdió una gran parte de mi felicidad. ahora siento que es mi deber ir con ella a arreglar todo este lío.

— Jack, terrón-Talia se encontraba a mi lado, jalando de mi brazo– vamos a la fiesta, ¿Enserio irás con esa cara? ¿Qué sucede amorcito?

— No tengo nada, ya vámonos a la fiesta-me zafé de su agarre y caminé hasta la casa KPPA.

La música retumbaba increíblemente desde unas calles antes, llegué al sitio, saludando a mis amigos. Finn, Jaeden, Wyatt me recibieron con un saludo entre hermanos.

— ¿qué hay del Fack?-pidió Finn- bésame JACK, Amor mío-bromeó entre nuestro grupo.

— Por su puesto, Finnie-bromee ahora yo con una aguda voz, que hizo que me doliera la garganta.

Seguimos hablando sobre chicas, algo común entre nosotros.
— Mejor ve a bailar con tu chica-pidió Jaeden mirando a Talia, la cual no quería estar ahí con ellos ni un segundo más.

— si, bailemos amorcito-tiró de mi brazo.

– ahora no, Talia.–dije de inmediato– si me disculpan, tengo algo que hacer-los dejé ahí para entrar por la puerta principal a la casa.

Había mucho ruido, costaba trabajo buscarla, había demasiadas luces que encandilaban y parejas bailando por doquier.

Cuando me dirijo hacia el comedor, ahí estaba ella, dentro de la cocina a poca distancia de donde me encontraba.
A pasos seguros me acerqué por detrás de ella.

— ¿podrías pasarme la jarra de la barra?-pidió sin siquiera voltear, sonreí de lado, puesto que no sabía que era yo.