06화

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Ninguno está al tanto de cuan cansado es viajar en automóvil hasta que toman una ducha de agua tibia; Jungkook es el último en salir del baño, ve al pelirrojo tomar lugar en su cama mientras come maníes salados. Otra vez, busca un canal. Ahora, contento de encontrar uno que trasmite rock ochentero.

         —Siento que rejuvenecí cinco años después de ese baño —celebra escondido en otra sudadera de Taehyung, se lanza a la cama para sacar sus bebidas de una bolsa con sello del autoservicio.

          —¿Entonces... ahora qué eres? ¿Un feto? —dice con seriedad, pero Jungkook sabe que se burla de él. No entiende su afán por recalcar esa diferencia de edad como si fuese abismal.

         —Muy gracioso, ahora no te toca alcohol, idiota —le riñe.

         —Es broma, Jungkookie~. Creo que luces más reluciente que nunca —pestañea con encanto haciendo reír al menor, quien termina pasándole tanto el jugo como la botella adquirida.

         —Mientras sirves eso, haré el ramyeon.

Ambos  se dedican a preparar una cena poco saludable, Jungkook agradece a la recepcionista que les hizo favor de prestar su tetera eléctrica para hervir agua. Aún tiene recuerdos, pero prefiere ignorarlos cuando se sienta sobre su cama después de darle un bowl a Taehyung, y éste le ceda un vaso de plástico con el elixir púrpura.

         —Nunca estuve en una fraternidad, pero tengo la sensación de que todas sus cenas son así —comenta Jungkook mientras sopla a sus fideos, mira distraída mente el video musical del televisor.

         —Deja de ver películas.

Es curioso como sus personalidades se acoplaron en pocas horas; incluso, sienten que se conocen de varios años. Si hace dos días le hubiesen dicho que terminaría en un coche con un despreocupado y amargado pelirrojo se habría reído; ni en todos sus años de bachillerato mantuvo una amistad así de alocada. Estuvo tan ocupado siendo el novio perfecto para Sowon, apenas es consciente. Le llevó flores, trató por todos los medios acompañarla siempre, si tenían tiempo libre salían a donde ella desease. Y no importa cuánto le invitaran otros de su facultad, prefería quedarse con ella a ver películas antes que asistir a una fiesta que organizarían chicos de su clase. Estaba libre cuando Sowon tenía otros planes.

         —¿Sabes qué creo? Las chicas son egoístas —dice al cabo de tres pequeños vasos con vodka y arándano. Taehyung escucha atento tratando de no reír ante las atropelladas palabras del chico; tenía nula resistencia al alcohol.—Porque quieren ser tratadas como princesas, ¿y qué hacen? ¡Te tratan como basura!

         —Creí que tu chica era perfecta —apunta el pelirrojo preparando otro trago para sí mismo; está en una pieza, incluso con sustancias dañinas encima.

         —Nunca dije que no lo fuera —reitera pasándole su vaso para recibir más. —Ella puede ser perfecta, e igual tratarme como basura.

         —¿Puedes amar a quien te trate como basura? —tarda en servirle esperando que su consumo baje aunque sea un poco.

         —¡Amo no estar solo! —cae de espaldas sobre la cama; se siente mareado, su lengua articula por sí misma. — Amo estar con ella porque odio la soledad.

         Taehyung agudiza la mirada, interesado al tema.

         —¿Estás diciendo que estás con ella... para no estar solo? —inquiere, regresándole su trago. Él ya sospechaba una confusión de sentimientos referente a aquella pareja, no se esperaba esa conclusión; luce tan seguro de sí mismo, y tan enamorado también.

Road To LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora