21화

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El invierno no parece tener intenciones de darles un respiro; ambos Jeon envueltos en sus respectivos abrigos, mientras tratan de darse calidez con respectivos vasos de café hirviendo. Mientras tanto, hacen los deberes.

        —Jungkook... —llama Wonwoo, bajito, mirando al menor quien recarga su mentón sobre la mano recargada en esa mesa que les ha servido cada almuerzo para estudiar.

        —¿Qué? —ni siquiera le mira, sigue concentrado plenamente en sus apuntes.

        —Han pasado tres semanas desde que rompiste con ese chico —y Jungkook no necesita una alarma recordándole cada día que transcurre. —¿No has intentado hablar con él? Quizá puedan arreglarlo, no me gusta verte así.

        —En primer lugar, no rompimos —ni siquiera eran pareja. —En segundo, ya he perdido bastante dignidad en personas que no planean dar nada por mí. Y último, estoy bien, Woo. Relájate.

        — Dices eso, pero aun te veo los ojos irritados cuando llegas en la mañana —y Jungkook se siente vulnerable ante tal acusación. Sin embargo, no demuestra mucho, en los últimos días está reacio a ser expresivo.

        Jeon Wonwoo nota cuánto ha cambiado estas semanas, teme se quede así para siempre.

        —Admito que aún me duele, pero es muy reciente todo. Sólo es cuestión de... Esperar —deja sus libros dentro de un suspiro. Y mira a su amigo con una suave sonrisa. —Gracias por preocuparte, pero estaré bien.

        Entiende la insistencia de su amigo, porque él omitió cierto encuentro que tuvieron en su departamento cuando llegó sangrando. Quizá de haber dicho eso, ahora estaría despotricando sobre él.

        Prefiere evitar eso.

        Sinceramente, no odia a Taehyung. Puede llegar a entenderlo, solamente es decepcionante saber que prefiere ceder ante sus inseguridades, sin tan sólo dar un intento. Sin embargo, no será el primero ni el último.

Por otro lado, varias cuadras más allá, un Taehyung ahora rubio, limpia sin mucho entusiasmo el mostrador de dulcería. Parece ser que su jefe le encontró aptitudes para atraer clientes; porque no ha tenido que limpiar ninguna sala desde varias semanas. Y no le molestaba, porque interactuar con los clientes ayudaba a que dejase de pensar en... Muchas cosas.

        — ¿Qué vas a llevar? —trata de ser cordial con su nuevo cliente; una castaña, quien tal parece, no tiene compañía.

        Y aunque al rubio le inquieta, no dice nada.

        —¿Tú eres Kim Taehyung? —entonces es cuando nota, no es una simple clienta.

        —Sí, pero posiblemente no al que buscas —deja su papel de empleado para darle una mirada desconfiada. Él no recuerda conocerla de ningún sitio, lo sabría, porque su facha no es de ser alguien que encuentras en las carreras o un bar.

        —Estoy segura que eres tú —trata de ser amable, pero se le nota nerviosa. —Mi nombre es Sowon, Kim Sowon.

        —¿Le pasó algo a Jungkook? —todos sus sentidos alerta, porque no hallaba más razones para que le buscará.

        —¿Qué? No —negó al instante. —Digo, espero que no. Él no habla conmigo desde que me visitó en Daegu.

        Taehyung no quiere sentirse contento por el dato, pero lo hace. Al menos, un poco.

        —¿Entonces? —fingió estar ocupado con sus productos, sin ningún interés de congeniar con ella.

        —Necesitamos hablar.

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