14화

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Taehyung no sabe en qué momento su vida ha dado tal giro; porque ha pasado de no saber sobre Jungkook en un mes, a verlo todos los días. Sin mentir. Y jamás creyó que su inocente propuesta a buscar empleo en el cine donde él trabaja, sería tomada en serio, y mejor aún, que le diesen el puesto.

        Ahora eran compañeros de trabajo.

        Un día estaba limpiando pisos pensando en cuanto quería ver al azabache, aunque sea para burlarse de él, y dos más tarde, está ayudando con su capacitación para aprender todo sobre el cine. Encuentra calidez en las expresiones confundidas del chico cuando el ICEE no le sale como desea, o digita mal una orden tras el mostrador de dulcería. Incluso espera con ansias el final de la jornada para que los envíen juntos a limpiar la última sala.

        —Siempre creía que no era tan terrible dejar caer una o dos palomitas  mientras veía distraídamente una película —habla mientras recoge entre los pasillos. Taehyung únicamente sonríe ante sus quejas. —¡Buda, discúlpame por todas esas veces!

        —Tienes suerte que aún no te envíen a lavar baños —es menos complejo ir todos los días al trabajo, si sabe que se encontrará a Jungkook ahí.

        —¡¿Cómo que aún?!

        La carcajada del pelirrojo resuena alrededor de toda esa sala, haciendo fruncir el ceño al menor, mientras termina sus deberes sanitarios.

        —No es tan malo, hay trabajos por mucho peores —y ambos están muy de acuerdo en eso.

        Jungkook incluso prefiere estar en este cine, al viejo empleo de donde le despidieron. Quizá, porque compartir turno con Taehyung, hace todo un poquito mejor.

         —Llevo cinco días, te diré en seis meses —pero es claro que está bromeando.

        Cuando finaliza el día, ambos están fuera del centro comercial, Taehyung dirigiéndose al coche mientras Jungkook se queda de pie mirando hacia el tráfico nocturno. Está nevando, y su abrigo azul contrasta con elegancia cada copo. Extiende su mano para poder tomar alguno, y sonríe enternecido cuando éste se derrite sobre su palma.

        —Hey, ¿no vienes? —procura el pelirrojo. Creyendo que es bueno huirle a la nevada, su acompañante no piensa igual.

        —En dos semanas será navidad —le dice, haciendo que regrese sobre sus pasos para escucharlo con claridad. —¿Te gustaría pasarla conmigo?

        —¿Huh? —es una invitación completamente normal, pero para él, representa un mundo completamente nuevo. Hace un año despertó aún ebrio, en algún callejón fuera del bar. —¿No irás con tus padres?

        —Viajarán a Tailandia por su aniversario, ellos no saben que terminé con Sowon y no quería preocuparles al decir que estaría solo —se encoge de hombros, retirando con delicadeza un copo que cae grácilmente sobre la mejilla del mayor.

        —Bueno, no estarás solo —sacude su flequillo para retirar toda la nieve acumulada. —¿Qué se hace en navidad?

        Caminan al auto, porque no suena bien tener un resfriado en fiestas decembrinas.

        —No sé, ¿qué te gustaría?

        — Jungkook, hace mucho no celebro las fiestas —salen del estacionamiento, rumbo al departamento del menor. Una rutina que han tomado en los últimos días. Tampoco le queda tan lejos a su propio hogar. —Para mí, está bien cualquier cosa.

        —Yo no sé cocinar —declara con cierta vergüenza—, pero podemos pedir pizza y pasar el rato.

        Taehyung sonríe, asintiendo. No podría sonar mejor para él.

Road To LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora