Road To Love

08화

El vehículo se siente helado, una tormenta está sobre sus cabezas. Los vidrios pronto se empañan, Jungkook dibuja feos garabatos mientras Taehyung  intenta fervientemente ignorar su presencia; es imposible cuando se negó a dar respuesta tras hacerle saber que recordarba su beso en el motel, anoche.

        Para Taehyung es confuso porque, aunque en algún momento lo deseo, sabía que generaría problemas a largo plazo. Él solo necesita dejarlo en Daegu para olvidar todo esto; este capitulo de su vida y que en algún momento conoció a un tal Jungkook dentro del bar que frecuentaba. Un chico reluciente que le mostró cómo debería lucir el amor cuando ni siquiera él mismo sabía, le hace envidiar una relación irreal; quita y da esperanza a diesta y siniestra.

         —¿Por qué me besaste? —termina por decir, de brazos cruzados y mirando hacia la inmensa carretera.

       Por fortuna, con las luces del vehículo apagadas, sus expresiones son difíciles de descifrar. Aunque tampoco hay mucho más allá del helado contacto entre sus húmedas ropas.

         —¿Por qué me correspondiste? —cuestiona de vuelta, cree que le pone en aprietos; pero se equivoca.

         Taehyung nunca tiene nada para perder.

         —Porque me gustas.

        Jungkook palidece al mismo tiempo que se sonroja; ya no se atreve a mirarlo.

         —No sé por qué lo hice —confiesa entonces—, pero sé lo qué sentí en ese momento; y el porqué no pude olvidarlo.

         —Estás obsesionado con una chica a tan sólo unos metros de aquí, ¿en verdad tus emociones son confiables? —normal que esté molesto. No le asusta admitir; es irritante saber que Jungkook no la quiere, pero igual irá a aferrarse.

         Cree que es amor.

         —No estoy obsesionado —asegura, poco convencido. —Sigues sin entenderlo.

         —Es que no hay nada para entender, Jungkook —y por primera vez, se le nota desesperado. —Tú la quieres, sé que sí, porque te apoyó en un momento bastante jodido, estuvo ahí cuando nadie más lo estuvo. Estás agradecido porque te tendiera la mano en un momento donde realmente no merecías estar solo... Pero no es amor.

         Sigilosas lágrimas recorren las pálidas mejillas del azabache, poco tarda en secarse con desgano.

       —¿Ahora eres un experto en el amor? —hay ironía, temor.

       —No sé qué es amor —acepta dentro de un bufido—, pero puedo asegurarte que sé exactamente lo que no es.

         —No quiero dejarla ir —incluso si aquello está lejos de ser amor es incapaz de aceptar la idea sobre perderla.

         —¿Por qué?

         —Porque toda la lucha habría sido en vano —cinco años de intentos para hacerlo funcionar, serían un total fracaso. —Y no me imagino mi vida sin esos recuerdos junto a ella porque traen de regreso a mi hermano.

         Taehyung suspira, muerde su labio en ansiedad. No sabe cómo sentirse, tampoco si debería sentirlo; dos días no le ganarán a cinco años, está lejos de obtener el derecho a pedirle nada.

         —Cuando las personas se van no puedes mantenerlas vivas en alguien más —al menos, eso sentía con su abuela o sus padres. Odiar o amar a todo lo que consiga recordar esos días es un laberinto. —Ellos se quedan contigo. Te pertenece su recuerdo... Irán contigo a donde vayas.