Road To Love

INTERLUDE : LOSE SOMEBODY

« A veces tienes que perder a alguien »

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Taehyung está nervioso esperando que Jungkook salga de una ducha; pese a ser una imagen que vivieron por dos noches seguidas, en este momento es diferente. Él tenía curiosidad sobre los términos con Sowon, quien al parecer es su hermana. Todavía no entendía eso, pero prefiere no considerarlo demasiado. Pues, al término de una larga racha de pensamientos, decidió no preocuparse más por su padre; se dejó llevar demasiado, y no es su estilo, pero estuvo bien desahogarse en el parque con Jungkook. Quiere olvidarlo, ahora debe considerar qué haría de su vida.

          No tenía rumbo, ni una dirección fija; pero no puede fingir que todo será igual al termino del viaje, porque nada lo sería. No después de tener a Jungkook cruzándose en su vida tan estrepitosamente.

        —Creo que pescaré un resfriado —es lo primero que escucha del azabache apenas sale del baño, mientras refriega su nariz con molestia.

         Taehyung sonríe bajo reconociendo que gusta del pequeño hábito a soltar un par de comentarios aleatorios después de ducharse, como si anunciara su llegada.

       —Dormiste con la ropa húmeda anoche, ¿qué esperabas? —y otra vez, regresan a ser ellos.

        Taehyung cambia los canales del televisor fingiendo que no ha estado esperándolo durante veinte minutos.

        —Nunca he sido enfermizo —se defiende tirándose en su cama para comer alguna de las frituras que han comprado.

        —Tampoco eres inmune —pese a sus réplicas, le preocupa que Jungkook pueda enfermarse. Más aún cuando debe viajar a Seoul.

        —Deja de regañarme, mejor dime... ¿Comiste hoy? —le mira con sospecha y abre un paquete de pokys, mientras tanto.

        —Ehmmm —duda, sin alcanzar a articular una mentira.

        —¿No has comido nada? —le miró horrorizado obteniendo un encogimiento de hombros, culpable. —¿Cómo puedes ser tan irresponsable?

        —Perdón, si pienso en suicidarme... olvido comer —bromea, tan ácido como él sabe. Jungkook le ignora mientras toma su bolsa del autoservicio y abandona su cama para invadir la del pelirrojo. —Hey, hey. Este es mi territorio.

        —Cállate, y come —abre un empaque de galletas. —Mañana debes alimentarte mejor.

      Taehyung entorna la mirada aceptando su regalo. Y, en realidad, aprecia ese gesto; sigue creyendo que es extraño ver a alguien preocupado por él.

        Están sentados junto al otro mirando algún programa de variedades mientras mastican con pereza. Taehyung termina sus galletas, pero lanza una mirada al azabache y ve que aún tiene pokys. Jungkook disfruta una varita rosada contra los labios.