8. Miedo

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Narra Flavio

Después de curarle la herida a Samantha me llevó a una sala apartada de todo, se entraba por una puerta la cuál parecía un armario y había que bajar unas escaleras.

- Ven - me dijo cogiéndome de la mano para que la siguiera

- ¿Y este sitio? - le pregunté

- Solo Marina y yo sabemos que está aquí, bueno y ahora tu también, como suelo venir muchas veces aquí, tengo este lugar para cuando quiera estar sola

- Si quieres me voy - le dije

- No, no, si te he dejado yo

Era una sala de gran tamaño, tenía un sofá con pufs y una tele, también había una parte más tranquila donde se podía leer y muchas otras cosas para hacer diferentes actividades.

Me senté en la esquina de un sofá y ella se sentó a mi lado.

- ¿Quieres ver la tele? - me preguntó

- Me da igual, como quieras

Samantha encendió la tele pero de repente la volvió a apagar, no sé lo que le pasó pero empezó a temblar, el miedo se apoderó de ella.

- ¿Samantha estas bien? - le pregunté pero no me contestó

Poco a poco lágrimas empezaron a brotar de sus ojos, y todo esto le acabó desencadenando un ataque.

Yo no sabía cómo reaccionar ante tal situación, no podía dejarla sola para ir a avisar a nadie, me tenía que quedar ahí.

Intenté como pude que se tranquilizara pero mis intentos no funcionaron.

Hasta que finalmente cogí su mano derecha y la puse en mi pecho con la intención de que recuperara la respiración poco a poco.

Creía que no iba a funcionar pero poco a poco la rubia volvía a respirar normal.

Aún no estaba tranquila del todo cuando quitó su mano de mi pecho y me abrazó.

- Gracias - me susurró

- De nada - dije - ven siéntate

Se sentó encima mío de lado y apoyó su cabeza en mi pecho, yo la abracé y le dibujé pequeños círculos en su espalda.

No sabía que le pasaba pero no podía verla así.

Poco a poco su respiración se estabilizó del todo, y fue entonces cuando se separó de mi.

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Hola,
Capítulo corto pero intenso.

Mi Mejor Casualidad - Flamantha Donde viven las historias. Descúbrelo ahora