41. ¿No te vas?

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Narra Flavio

Estaba con mi hermana en casa de Alba, ella quería hablar con ella y se había empeñado en que fuera con ella.

- Espera aquí, voy a hablar con Alba - me dijo entrando en su casa

- ¿Me obligas a venir y me dejas aquí fuera? - ella asintió mientras cerraba la puerta - bueno pues nada, ya me quedo aquí eh

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Narra Samantha

- ¿Sigue Bea en tu casa? - le pregunté a Marina

- Si

- Pues vamos - dije mientras me calzaba

- Samantha, también está Flavio

- Jo, bueno tengo que esperar a que vuelva mi hermana

- ¿Y qué le vas a decir cuando lo veas?

- No lo sé

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20 minutos después Marina y yo llegamos a casa de Alba.

- Ahí está Flavio - me dijo

Estaba sentado justo en el escalón que había antes de entrar a la casa.

- Bueno vamos - me dijo Marina

Nos acercamos y ni siquiera lo miré, yo no había venido a hablar con él, sino con Beatriz.

Marina entró por la puerta, pero antes de que yo entrara la cerró.

- ¡Marina!, ¡Qué haces! - dije mientras intentaba que me abriera

- No te va a abrir - dijo Flavio

- Tú qué sabes - dije borde

- Pues mira, se muchas cosas, como por ejemplo que yo no le dije nada a Bea, pero como no me dejas explicarme - dijo

- He venido a hablar con Bea no contigo - dije llamando a la puerta - No eh, no me abren, pues me voy

Bajé el escalón que había justo donde la puerta y me dirigí hacia afuera.

- Samantha - me llamó

- ¿Qué quieres?

- Déjame explicarme, por favor, solo te pido cinco minutos, nada más

- Bueno vale - dije acercándome de nuevo a la puerta - pongo la alarma, cuando suene me voy

- Puedes sentarte si quieres

- Empieza, que se te acaba el tiempo - dije sin moverme de donde estaba

- Esto empezó uno de los primeros días que te conocí - empezó a contar - llegué a mi casa y mi hermana me empezó a preguntar que donde había estado y porque no había ido a casa a dormir, y yo le dije que estuve contigo, pero que no se hiciera ilusiones que simplemente te estaba ayudando porque estabas mal y ella no se lo creyó y dijo que estaba diciendo excusas, luego cuando estuvimos en Madrid, el día que me fui de la habitación que compartía con ella para ir contigo, cuando volví por la mañana para prepararme me empezó a preguntar de todo, que si donde estaba, que si estaba contigo, que si lo habíamos hecho... No me dejaba en paz, la única opción que tenía era responder por encima sus preguntas y le dije que si, que  tenía algo contigo, pero ya está, esto es lo único que yo le he contado a mi hermana, nada más

- Entonces no lo sabe

- No, no lo sabe

- ¿Y por qué me dijo eso?

- Mira, mi hermana está obsesionada con mi vida, y no se como lo hace pero siempre acaba pasando algo así por su culpa, pero nunca hasta ahora he insistido en que me dejaran explicar lo que había pasado, porque en el fondo no me gustaban mucho, pero contigo es diferente, porque me gustas, y mucho, y no quiero que esto se acabe por esta tontería que ha sucedido por culpa de mi hermana - un par de lágrimas brotaron de sus ojos - ahora que ya te he contado lo que te tenía que contar ya te puede ir y dejarme aquí, solo quería explicarlo

En ese momento la alarma de mi móvil empezó a sonar, la paré y me quedé ahí de pie.

- ¿No te vas? - preguntó llorando, yo negué con la cabeza

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Hola,
Aquí tenéis un nuevo capítulo, espero que os guste.

Mañana más.

Mi Mejor Casualidad - Flamantha Donde viven las historias. Descúbrelo ahora