Mi Mejor Casualidad - Flamantha

31. La cena

Narra Samantha

- Lo único que para cenar habrá que pedir pizza porque no quiero quemar la casa - dijo Flavio

- Vale - le dije dándole un beso en el moflete - bueno, mientras que la pides voy a cambiarme

- ¿Por?

- Me apetece

Fui a mi habitación y me cambié, ya que llevaba un chándal y me puse mi vestido de flamencos y me dirigí de nuevo al comedor.

- Ya estoy - dije entrando por la puerta

- Pero que guapa vas - me dijo y se acercó a darme un beso, yo me puse roja

- ¿Ya pediste la pizza?

- Está al llegar

Una vez llegó nos sentamos los dos a comer uno enfrente de otro, durante la cena hablamos de todo y de nada.

Una vez acabamos tiramos la caja de la pizza.

- ¿Quieres ver una película? - me preguntó

- Vale

Fuimos al salón y puso una película, se echó en el sofá y abrió los brazos para que me echará con él y me abrazó.

- Te quiero - me susurro al oído

- Y yo

Vimos la película tranquilamente muy atentos.

- Sam

- Dime Fla

- ¿Me cantas la canción por favor?

Me daba mucha vergüenza cantársela ya que iba dirigida a él y encima lo sabía pero acabé cediendo.

- Venga vale, ven vamos a mi habitación que ahí tengo la guitarra

Nos sentamos los dos a un lado de la cama y empecé a cantar la canción.

- Tres días más y me pierdo, tres besos más y te quiero - canté

Una vez terminé de cantarla dejé la guitarra en su sitio.

- Me encanta - dijo Flavio - es increíble, cada vez me gusta más

- Gracias

Se acercó a mi y nuestros labios se juntaron en un beso.

Flavio se acercó más a mi para poder besarme mejor y ese beso fue seguido de más.

En ese momento me empecé a poner nerviosa, sabía lo que iba a pasar y no me veía capaz.

Todavía no había superado lo que me había pasado con Pablo y no podía, así que me separé de él.

- Tengo que ir al baño - le dije

- Vale

Fui al baño y me encerré en él, un montón de recuerdos vinieron a mi, el video, las fotos, todo el Instituto los tenía, todo.

No aguantaba más y me puse a llorar, llevaba ya cinco minutos en el baño así que tenía que volver.

Me sequé las lágrimas y volví a mi habitación.

Evité su mirada y me senté a su lado guardando una distancia prudente.

- Sam - yo lo miré - no pasa nada si no quieres o no estas segura

- ¿Enserio?

- Claro, si tu no quieres yo no voy a hacer nada - en ese momento me acerqué a él y lo abracé, sentándome así en él

En ese momento alguna que otra lágrima salió de mis ojos.

- Tranquila

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Hola,
¿Qué os está pareciendo?

Me he sentido obligada a nombrar el vestido de flamencos, no puedo escribir un fanfic sin nombrarlo.

Mañana más.