23. No se ha enterado

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Narra Flavio

A la mañana siguiente nos dirigimos todos al bus para volver a Alicante, no teníamos casi tiempo, por lo que desayunamos ya en él.

Al principio del viaje me tocó con Samantha, bueno, realmente ella se sentó a mi lado porque quiso.

Durante el trayecto estuve hablando con ella, de todo y de nada, la verdad es que eran cosas muy aleatorias, pero bueno, no había otra forma mejor para no aburrirnos.

Como ya habíamos echo en la ida, a mitad del viaje paramos para estirar las piernas y comer algo.

Esta vez me tocó sentarme con Marina.

- Flavio - me llamó Marina

- Dime

- ¿Sabes?, hace tiempo que me he empezado a fijar en tí...

Solo había dicho eso y ya veía por donde quería ir.

- Y creo q me gustas - soltó finalmente

No sabía como reaccionar en ese momento.

Haber, debo admitir que Marina me había gustado hacia un par de años, pero ya no era así, era simpática y muy buena, pero yo la quería como amiga.

A parte, desde que había conocido a la rubia todo había cambiado, cada vez que la miraba algo se revolvía en mi, me gustaba, un poco solo, pero me gustaba.

Marina al ver que no contestaba bajó la mirada al suelo.

- Yo... - empecé a hablar - es que...

Marina me volvió a mirar sin entender nada.

En ese momento la miré a los ojos, ella también lo hizo y poco a poco nuestras caras se fueron acercando hasta que finalmente sus labios y los míos se juntaron.

Fueron escasos segundos, ya que cuando noté los labios de Marina casi automáticamente me separé.

En ese momento me puse nervioso, la había cagado, no debería haber echo lo que acababa de hacer.

Miré los asientos que estaban más cercanos a mi haber si encontraba a Samantha cerca, no se había enterado.

En ese momento un poco de tranquilidad vino hacia mi.

Eso no quitaba que lo hubiera echo mal, pero si ella no se había enterado era como si nada hubiera pasado, o eso creía yo en ese momento.

Una vez llegamos ya a Alicante me despedí de Samantha con un abrazo.

- Flavio - me llamó mi hermana - Voy un rato a casa de Alba, ¿vienes?

- No, no me apetece, voy ya para casa

- Vale, avísame cuando llegues

- Vale tranquila

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Narra Samantha

Ya habíamos vuelto de Valencia, la verdad es que me lo había pasado muy bien en el viaje y en el concierto.

Habían pasado un montón de cosas en esos dos días escasos.

Había conocido a Belén Aguilera, había cantado con ella, había vuelto a cantar con mi grupo y estaba empezando a superar lo que me había pasado años atrás gracias a Flavio.

Llegué a mi casa y lo primero que hice fue tirarme en el sofá, ya que estaba bastante cansada.

Después me pegué una ducha para despejarme y cogí la guitarra simplemente para tocar lo que ya tenía compuesto de la canción.

Cuando la toqué un par de veces me apetecía continuarla un poco y es lo que hice.

Llevaba tiempo buscando a alguien para poder superar lo que me había pasado, pero nadie se parecía a mi, por lo que llegué a la conclusión de que tenía que buscar a alguien diferente, es decir mi polo opuesto, una frase.

Tampoco quería que fuese perfecto, con que fuera bueno me valía, otra más.

Creía que lo había encontrado, y que era Flavio, era genial, aunque no hablaba mucho, tenía muchos silencios y perfectamente me quedaría a vivir en ellos.

- Buscando mi polo opuesto, no pido que sea perfecto, tres días más y me quedo a vivir, en medio de tus silencios - canté

Ya era muy tarde así que decidí irme a dormir, mañana sería otro día.

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Hola,
Aquí tenéis el capítulo de hoy.
Que esta noche sale Quiero que vuelvas, estoy muy nerviosa.

Mañana más.

Mi Mejor Casualidad - Flamantha Donde viven las historias. Descúbrelo ahora