La luz de la mañana se hizo presente a través del ventanal de los jóvenes, a quienes la paternidad les había sentado bastante pesada, y aunque los dos se ayudaban mutuamente para atender cada uno de los pequeños cuidados que los dos bebes podían necesitar, veinticuatro horas no parecían ser suficientes para cumplir con todo y recibir unas horas de sueño reparador, amaban a sus hijos, pero, el cansancio en definitiva los estaba consumiendo.
El peligris llevaba despierto un rato observando a su esposa dormir, él había logrado conciliar el sueño por un rato y aunque había intentado volver a dormir para reservar más energías, se le había hecho imposible volver a hacerlo, así que recurrió a estudiar las facciones de su esposa que emanaban tranquilidad en todos sus sentidos, verla dormir era toda una experiencia y al él le encantaba vivirla cada vez que la oportunidad se le presentaba.
Pronto los ojos de la castaña empezaron a revolotear para adaptarse a la luz mañanera que le indicaba el inicio de un nuevo día.
—Buenos días —murmuró Helia con la voz algo ronca, cosa que rápidamente capto la atención de Flora, que fijaba su mirada en el ofreciéndole una cálida sonrisa.
—Buenos días —respondió con suavidad mientras colocaba su mano en la mejilla de su esposo, acariciándola levemente con el pulgar. — ¿lograste descansar? —pregunto con curiosidad mientras se sentaba con cuidado en la cama.
La habitación de la pareja estaba con un estilo que era de esperarse. Las paredes estaban pintadas de un gris con un ligero toque de verde, dándole una claridad bastante cálida que las ventanas con marcos de madera se encargaban de mantener, la cama se encontraba en el centro de las habitación y una columna se elevaba en cada esquina de la misma dejando una pequeña armazón sobre la misma de la que colgaban enredaderas decoradas por distintos tipos de flores, había una pequeña mesa de noche a cada lado con algunos artículos pertenecientes a cada uno de los jóvenes, había un espejo en forma rectangular con los bordes dorados que estaba en la esquina de la pared paralela a ellos y junto a él había una preciosa cómoda que tenía un pequeño aparato con una función parecida a la de un televisor que mostraba un holograma, tenía una pequeña puerta al lado de su entrada que daba salida al baño que, a su vez alojaba un vestidor en él.
—Lo suficiente —asintió el peligris sentándose a su lado mientras dejaba un pequeño beso en su frente— ¿y tú?
—Bastante bien —asintió de vuelta viéndolo fijamente mientras sonreía, no sabía con exactitud en qué momento el peligris la había cautivado tanto, pero, en definitiva, estaba profundamente enamorado de él.
Antes de que una adulación hacia el hada de las flores pudiese ser dicha por el peligris el llanto de uno de los mellizos se hizo presente, alertando al joven matrimonio de que era hora de atenderlos.
—El deber llama —rio la castaña mientras dejaba un beso en los labios de su esposo, levantándose con rapidez de la cama para salir de la habitación hacia la habitación de sus hijos.
No fue un camino largo para llegar, las habitaciones del lindo hogar de los chicos se encontraban en un pasillo bastante corto, su habitación y la de los niños se encontraban en diagonal.
La castaña abrió la puerta con rapidez, acercándose rápidamente al bebe del que el llanto provenía, tomándolo entre sus brazos para arrullarlo y encontrar cual era la necesidad que debía atender esta vez antes de que el segundo bebe se levantase y complicase algo más el asunto.
La habitación de los niños estaba pintada de verde pastel, dándole una vibra bastante infantil mientras pequeñas y detalladas hojas y flores doradas que ellos mismos habían pintado la decoraban, las cunas se encontraban empotradas de manera paralela en los lugares donde esperaban que sus camas estuviesen en un futuro, las dos eran blancas y tal cual la cama de los padres, tenían enredaderas y flores decorándolas, y pequeñas cómodas a sus lados cubriendo el espacio que sobraba y las camas estaban supuestas a llenar en un futuro. En la ventana paralela a la puerta había una linda ventana con algunas pegatinas con textura gelatinosa en forma de mariposas y lindos animales que se reflejaban con la luz del sol alrededor del cuarto.
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My Lost Little Daughter [EDITANDO]
FanfictionLas jóvenes hadas del winx club siempre fueron reconocidas por superar los retos que eran puestos en su camino para mantener a salvo a la dimensión mágica, desde el hada mas joven hasta la mas pequeña criatura de todos los villanos imaginables que p...