Capitulo 1: Darcy.

1K 34 4
                                    

Bloom llevaba ya unas horas despierta, invertidas en la computadora, así era todos o la mayoría de los días, se levantaba, usaba la laptop, desayunaba, volvía a usarla, almorzaba y volvía, hasta llegar al final de día, no estaba invirtiendo mal su tiempo pues, lo único que hacía en ese aparato era buscar a su hija, o alguna pista que la llevara a ella.

La pelirroja, con cuidado de no despertar a su marido, se levantó de la cama encaminándose hacia el baño. Necesitaba refrescarse, era son de todos los días. Se bañó rápidamente para después vestirse sin mucho cuidado de lo que se ponía, no tenía ganas de hacerlo, no tener a su hija consigo desde hacía ya un largo tiempo le bajaba los ánimos completamente.

Después de ya haberse vestido, se sentó en su tocador jugando un poco con su cabello, en un pasado, una coleta o un semi recogido hubiese sido la mejor opción pero, por alguna razón ese día un trenzado fue lo primero que llegó a su mente.

Bajó las escaleras sin apuro alguno y saludó a los criados con amabilidad mientras se sentaba en la mesa y comía la comida que previamente habían servido para ella, no solía desayunar sola y cuando lo hacía a pesar de que comía lento no duraba tanto en la mesa como acompañada, quince minutos después de encontraba subiendo las escaleras nuevamente.

Caminó en dirección a su habitación, encontrándose con una cama destendido, supuso que, Sky ya había despertado.

—Sky, cariño —La pelirroja se acercó tranquilamente a la puerta del baño, acercando un poco la oreja para ser capaz de percibir mejor algún sonido —¿Estás ahí?— El sonido del agua cayendo era bastante fuerte, sabía la respuesta, solo quería escuchar la voz de su esposo.

—Sí —respondió con aires de sueño el rubio desde adentro —Aquí estoy cariño —Volvió a hablar.

Bloom rio un poco. Ya llevaban un tiempo siendo reyes pero, el despertar temprano en la mañana seguía siendo un reto para el rubio.

—Está bien cariño. Iré con Stella, le prometí a Sol ir a verla. —informó la joven, dándole la espalda a la puerta, dispuesta a salir de la habitación.

Antes de que pudiese hacer salida total del cuarto, la puerta del baño sonó, captando la atención de la reina. El rubio acababa de salir del baño con una toalla envolviendo su cintura.

El chico se acercó con cuidado a su esposa, depositando un dulce beso en sus labios.

—Cuídate, te amo.

Bloom sonrío por las acciones del rubio y asintió.

—Yo también te amo, y lo haré. —se despidió finalmente, saliendo de la habitación, encontrándose con un largo pasillo, con el inicio de las escaleras justo a la mitad.

Con prontitud, empezó a bajar las escaleras, y el único pensamiento presente en su mente era "¿Qué hubiese pasado?" Muchas personas ya le habían dicho que, no era lo más recomendable pues, la mayoría del tiempo lo único que hacían estos posibles paisajes era lastimarla, y tenían razón, lo hacían pero, lo que habría podido pasar si su pequeña siguiese con eso eran lo que la mantenía esperanzada de volver a encontrarla.

La pelirroja negó con la cabeza y rio, los hubiera siempre la ponían nostálgica.

Cuando hubo llegado al último escalón reviso en ambas direcciones, asegurándose estar sola. Iba a transportarse hasta Solaria con sus poderes y, por alguna razón a la servidumbre del castillo solía alarmarle mucho el hecho de que la reina usase sus poderes.

My Lost Little  Daughter  [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora