My Lost Little Daughter [EDITANDO]

Capítulo 37: Cara a cara.

Una nube de un denso humo se expandió por todo el lugar, bloqueando cualquier tipo de visión que los jóvenes presentes pudiesen poseer; lo único claramente apreciable era la luz que emitía cada una de las farolas colocadas alrededor del lugar.

Cuatro risas diferentes hacían eco desde distintos puntos del pequeño claro, se escuchaban bastante distribuidas pero, podía apreciarse con ese detalle que eran mucho menos que todos ellos. Aún así la frustración los invadía por completo, se suponía que ese era su día libre, no estaba entre sus planes terminarlo de esa manera.

No parecían estar asustados, o al menos en su mayoría pues, Stella, Daphne y Bloom tenían más de un final fatídico cruzando por su mente, ellas tenían bastante que arriesgar; Sol gracias a su conexión con Valtor, Vee que había vuelto a ser una niña totalmente indefensa y los tres bebés reales que se encontraban en camino.

Finalmente estaban cara a cara con sus enemigos mas recientes pero, existía mucho que perder.

Sol, que se encontraba en brazos de su madre, fue lanzada inmediatamente al regazo del castaño en un impulso de Stella para asegurarse de que pudiese estar totalmente protegida. No era que no confiase en sus propias capacidades pero, para ese momento Brandon estaba en mejores condiciones de lucha que ella.

Vee, por su parte, ya acostumbrada a situaciones así, se apresuro a enroscarse al torso de su padre, quien no dudo ni un segundo en corresponder la fuerza de su abrazo.

–No servirá de nada intentar luchar, muchachitos idiotas. –la voz masculina retumbó en sus oídos, haciendo un eco tenebroso en el lugar. –No nos iremos con las manos vacías.

Flora, que sostenía a uno de los mellizos frunció el ceño, al tiempo que soltaba una respuesta.

–He escuchado esa frase mas veces de las que creer, y nunca funciona.

–¡Hadita malcriada! –exclamó una de las voces femeninas. –¿Te crees muy graciosa?

La risa de Aisha se hizo presente y junto a ella su voz.

–¿Acaso reciclan monólogos? Me parece haber escuchado esto antes.

Un estruendo se escuchó por todo el lugar. No sabían su procedencia pero, proviniendo de las personas que los acorralaban no podía ser nada bueno.

–Mientras ustedes estaban aquí disfrutando de su dulce día libre, nosotros logramos conseguir todas las energías vitales que necesitábamos. –exclamó Darcy entre risas.

El corazón de Bloom se paralizó. Eso no podía ser posible, ¿o sí?

Si tenían las energías vitales de todos los planetas, el panorama se tornaba bastante oscuro. Dudaba con mucha seguridad sobre la capacidad de las tres brujas y el villano para poder controlar sus poderes pero, de igual manera podían combatirlos con su propia medicina y eso no sería nada fácil aunque ellos llevasen la ventaja en numero.

–Parece que el gato le comió la lengua los ratones. –se burló la que parecía ser Stormi.

La niebla empezó adensarse aún más de lo que ya lo era, cotando la visión que tenían entre ellos. El frío se apoderaba cada vez en mayor instancia del lugar, logrando que varias de las personas presentes empezasen a sentir escalofríos recorriendo su espalda.

–¡Es imposible que tengan las energías vitales de todo los planetas Trix! –exclamó la reina de Domino con furia, originando una pequeña bola de luz en su mano, ahuyentando parte de la niebla que bloqueaba su misión. –No podrían estar vivas si se hubiesen atrevido a tocar la energía del vórtice o, la del sol de solaria.

Valtor río entre dientes, listo para responder filosamente ante su insinuación.

–¿Crees que estaríamos aquí si las poseyésemos todas? Estúpida hada. –exclamó con notable molestia. –La única razón por la que estamos aquí es para llevarnos a las dos tontas niñas que completan nuestra conquista del mundo mágico.