Los pasillos del castillo de Eraklyon estaban normalmente llenos de personas que iban y venían a lo largo de toda su extensión, intentando mantener todo lo que se llevaba a cabo bajo un control completo, las catástrofes se producían más a menudo de lo que cualquier persona ajena a él pudiese imaginar.
La larga y sedosa cabellera de la princesa revoloteaba levemente por la formal rapidez con la que su padre intentaba guiarla por ellos, estaban a punto de llegar tarde a una junta bastante importante para el reino, y necesitaban impacientemente llegar a ella lo antes posible.
—¿Por qué es tan importante esta junta? —cuestionó la princesa a su padre mientras intentaba seguirle el ritmo, su rapidez caminando no parecía real.
—Hace alrededor de tres años firmamos un acuerdo algo importante con Linphea —informó el rubio doblando en la esquina del final del pasillo mientras se detenía por un momento, como si buscase algo con su mirada.
El momento de su detenimiento fue minúsculo, ya que el rubio encontró lo que buscaba rápidamente, adentrándose en la sala en la que su mirada se había plantado. La princesa estaba segura de que empezaría a temblar en cualquier momento, sus nervios estaban a flor de piel.
—Todo va a estar bien —la tranquilizó el rubio, empujando al puerta para dejarle el oso libre a la habitación, está era como su prueba piloto, no podían darse el lujo de fallar.
Una vez la puerta estuvo cerrada tras ellos, el saludo de los reyes y la princesa de Linphea no tardó en aparecer, parándose de su asiento, ofreciendo una leve inclinación de cabeza mientras una dulce sonrisa se dibujaba en el rostro de los mismos.
—Rey Sky —saludó el hombre de alta e imponente figura al rubio, extendiendo su mano con gentileza, quien no dudo en aceptar la mano tendida en absoluto. —Reina Bloom —saludó de la misma manera mientras, tendía su mano hacia ella.
El pánico que se manifestaba como cosquilleo en el estómago de la pelirroja aumentó en gran escala, mientras su mente debatía con fuerza si debía continuar con el plan en el que habían invertido tanto empeño.
—Un gusto volver a encontrarnos, Rey William.
Vee extendió su mano hacia el Rey de Linphea, recibiendo el saludo que le estaba ofreciendo. Ahora todo el asunto de convertirse en su madre era oficial, y en definitiva no había vuelta atrás.
(...)
Tres de las hadas del Winx club se encontraban en la sala de el hada de las flores, no era una sorpresa para ninguna que ellas fuesen las encargadas de llevar al cabo el plan que devolvería a la princesa heredera de Eraklyon de vuelta a la edad a la que verdaderamente pertenecía.
Helia se acercó a ellas con una bandeja que mantenía sobre su superficie tres tazas, llenas de café, humeando levemente por su recién salida de la cafetera, necesitaban algo de energía extra para empezar a trabajar en una solución.
—Gracias cielo —agradeció Flora dejando un beso en la mejilla de su esposo, quien le sonrío con dulzura y asintió, alejándose de la sala para encaminarse al cuarto de sus hijos, alguien debía mantener un ojo en los dos pequeño recién nacidos.
—¿tenemos algún plan en mente? —preguntó el hada de la tecnología viendo con atención a sus otras dos amigas. Revertir un hechizo de magia negra no era cosa fácil, y menos si se trataba de un hechizo de edad.
Musa negó con la cabeza.
—Lo único que sabemos es que no se reviértete con el tiempo, cómo el que Stella sufrió una vez. —dijo con simpleza mientras tomaba la pequeña taza, acercándola a sus labios de manera inmediata, el hada de la música era una gran aficionada al café.
ESTÁS LEYENDO
My Lost Little Daughter [EDITANDO]
FanficLas jóvenes hadas del winx club siempre fueron reconocidas por superar los retos que eran puestos en su camino para mantener a salvo a la dimensión mágica, desde el hada mas joven hasta la mas pequeña criatura de todos los villanos imaginables que p...