33 - Ojalá los abrazos transportaran a tu casa

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Aunque haya pasado más de un año y algo con la familia al completo, aún sé que mis padres no están juntos por amor. Aunque estén abrazados y actuando como una pareja enamorada adolescente.

Aunque al menos así, puedo salir tranquila sabiendo que mi padre está vigilado por veinticuatro perros y una mujer.

Tomo mi maleta, me cuelgo la mochila, y cuando voy a salir, mi madre me abraza.

- Ten cuidado cariño.

- Gracias - respondo cohibida. No la he perdonado todavía, y presiento que nunca lo haré.

- Le diré a tu padre que te has ido temprano.

- Sí, estará cansado de anoche - suspiro. Ella se ríe tontamente.

En cuanto llego a la oficina, Chris coloca los papeles. Me mira y sonríe.

Me resulta extraño que nos hayamos hecho amigos, íntimos realmente.

Con lo raro que es.

- ¿Preparada para tu primer viaje de trabajo?

- Vamos a Rumanía, a ver dragones. ¿Qué puede ser más emocionante? - ironizo

Él sonríe - Yo también estaba nervioso la primera vez, pero lo harás genial, ya lo verás.

- Eso espero, si no, un dragón puede matarme de un mordisco.

- Esperemos que no.

Vamos en polvos flu, y nos hospedamos en un hotel. Habitación para dos con camas separadas.

Pero el trabajo empieza la mañana siguiente.

Llegamos a la gran reserva, y nos reciben dos hombres y una mujer.

- Buenos días, ústedes deben de ser los de la sección de animales mágicos de América. Soy Affie Sinser, y soy la jefa de todo esto. He traído a dos de mis mejores cuidadores, Albert Craigh y Charlie...

- ¡Charlie!

- ¡Tn!

Ambos nos abrazamos con cariño. No nos separamos hasta pasado un tiempo.

- Fíjate cuando has crecido - me dice revolviéndome el pelo.

- Como no sea a lo ancho...

- ¿Estás loca? A lo ancho hay poco. ¿No comes? Si mamá te viera, te llenaría tuppers y la barriga en cinco minutos, incluso menos.

Sonrío - No lo dudo.

- Tengo tanto que contarte. Y tú también. He oído que trabajas en el Ministerio. ¿Y tu sueño?

- Más tarde Charlie, ahora tenemos trabajo.

- Es verdad.

Más tarde, Charlie y Albert nos enseñan los dragones, sus cuidados y curiosidades.

Chris está malhumorado desde que empezamos la ruta. Y Charlie pendiente de mí.

Yo también he notado que Albert intenta tocarme o mandarme indirectas. Y es incómodo.

A la hora de comer, comemos con los cuidadores. Charlie nos presenta a los demás y hablan de sus días aquí.

Luego seguimos estudiando a los dragones uno por uno.

Terminamos a las seis de la tarde.

Chris se va al hotel a ducharse y Charlie me invita a su cuarto para hablar mientras tomamos algo.

- ¿Entonces? ¿No volverás a Inglaterra? - pregunta mientras tomo asiento en su cama.

Le conté toda la historia desde que volví hasta ahora.

My Last Hope. George Weasley y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora