My Last Hope. George Weasley y tú

21 - El Baile del desastre

La gran mayoría de las chicas ya están con sus citas en el Gran Comedor, mientras que Hermione y yo estamos yendo hacia allí.

- Estás preciosa Mione. Serás la envidia de esta noche.

- Lo dudo mucho, sobre todo si tú me has ganado ya así vestida. Ese vestido define tus curvas, y los tacones te resaltan tu elegancia.

- No seas dramática, estoy bien, nada más.

- Estás espectacular. Ya te lo digo yo. ¿Quién es tu cita?

- Un francés.

- Pensé que sería George. Ya sabes. Porque os lleváis bien y eso.

- Él va con Katie Bell. Y no hace falta que te pongas así, sé que algunos pensábais que estábamos saliendo. Pero no es así. De hecho, ahora no quiero saber más de él.

Hermione me mira, sonríe y mira hacia delante.

Ahí están los gemelos Weasley, junto sus citas. Felices.

Suspiro.

- Debería irme - murmuro - Puedo estropear su noche.

Entonces me empuja y quedo en las escaleras, a la vista de todos.

Lee silba al verme. Fred y Angelina me sonríen. Todos parecen emocionados al verme, menos George, que aún sigue mirando la puerta.

Katie le da un codazo y él gira quedándose con la boca abierto.

Comienzo a bajar las escaleras lentamente, fija en si me voy a caer.

Al llegar al penúltimo escalón, un chico castaño de ojos claros me ofrece su mano.

La acepto con una leve sonrisa.

- Mademoiselle.

- Merci.

- ¡Tn! - Fleur se acerca a nosotros - Estás impresionante. Que guapa.

- Tú también estás muy guapa Fleur. Ese color te favorece.

- Gracias. He de irme. Nos vemos luego en la pista. Pasadlo bien.

- Hola chicos - es lo único que alcanzo a decir antes de pasar con mi cita.

Hasta que nos sentamos, el chico francés de ensueño me habla de él.

Me viene mejor, porque no sé por qué, estoy atenta a los gemelos, sobre todo a George, que me mira enfadado.

Le saco la lengua, entonces me pone un cara extraña que hace que tenga que aguantarme las ganas de reír.

Mi acompañante tira levemente de mí para sentarnos. De él sólo me he quedado en que se llama Lewis.

Para mi desgracia, nos sentamos con Fred, George y Lee.

- ¿No nos vas a presentar a tu acompañante, Tn? - pregunta Fred.

Entonces Lewis sonríe y se presenta él sólo. Todos están pendientes de él menos George y yo que nos miramos enfrentados.

En la cena, Lewis nos cuenta sobre su colegio. Angelina, Alicia, Katie están pendientes con miradas angelicales. Fred y Lee se miran de vez en cuando mirándolo con asco. George y yo seguimos en competición por ver quién está más enfadado con el otro.

Cuando la cena termina, los cuatro campeones salen a bailar.

- ¡Oh! ¿Vamos a ver? - pregunta Lewis.

Las tres se levantan corriendo con él.

- Menudo tío - silba Lee. - Se las ha llevado a todas.

- ¿No deberíamos estar celosos? - pregunta Fred.

- ¿Celosos? Por favor. Se irá en cuanto todo termine, y no lo volveremos a ver más en la vida. Alicia y Angelina estarán con nosotros porque nos quieren. No pueden compartir chico las tres.

- Es verdad. Por cierto Tn, ¿cómo lo conseguiste? - Fred me mira.

Entonces ambos se dan cuenta de la situación.

- Eso Tn, cuéntanoslo - gruñe George entre dientes.

- Me pidió salir con una gran sonrisa, luego fuimos a la Torre de Astronomía, hicimos el amor, me dijo lo guapa y perfecta que era, que sabía que otros me mirarían pero no quería porque era suya, me dijo que no le importaba mi familia, sólo yo. ¿Y sabes qué? Se encargó de traerme regalos y decirme que era lo que les recordaba a mí.

- Ibas a ir con Cedric.

- Él era el plan B.

Ambos estamos medio levantados, con las caras en frente del otro.

- Pero te dejó plantada.

- Nunca me quedo plantada. ¡Porque me valoro! ¡Sé lo que valgo estúpido! Sé que no tengo el mejor cuerpo del mundo, ni el mejor padre ni madre, ni una casita con mucha armonía. Pero sé que YO MISMA puedo llegar donde quiera y cuando quiera, porque tenga el peso que tenga, TENGO TALENTO.

- ¡Jamás dije que no lo tuvieras!

- NO. ¡Pero bien mencionaste a mi familia! ¡Y MI APARIENCIA! Y, encima, nombraste ¡que soy molesta y habladora! Y te resulta molesto, ¡justamente ahora!

- ¿Qué quieres decir?

- ¿Por qué saliste con ella? ¿POR QUÉ?

- ¡Porque me gustaba!

- ¡MENTIRA! Estabas saliendo conmigo. CONMIGO.

- ¡Salías con Fred!

- No me digas ahora, que estabas celoso.

- ¡Me quité de vuestro camino!

- ¡NO MIENTAS!

- Escúchame Tn, me gustabas desde el primer momento, lo sabías, pero esto era diferente. Él es el...

- ¡No continúes esa frase! ¡Te lo he dicho veinte millones de veces! ¿Por qué no me escuchas? ¡Además lo sabías!

- ¿Y si no funcionaba? ¿Y si seguías con él? ¿Qué sería yo? ¿El amante?

- ¡Oh! Venga ya, lo sabías bien. Sabías que Angelina estaba por Fred, y él por ella, sabías que yo saliera con él haría que ellos fueran novios, y tú y yo estaríamos juntos. ¡No te hagas el loco ahora!

- ¡Y mientras yo ayudaba a Madeleine!

- ¡Te estaba usando!

- ¿Y QUÉ?

- ¿Cómo que y qué? Me importas estúpido. ¡Merlín! Sabes muy bien que te quiero. Sabías muy bien que yo quería venir contigo al Baile. Sabías que sólo iba a acompañar a Cedric al Baile y así cuidar de Harry. Sabes muy bien mis complejos. ¡Soy TU amiga! Me conoces más que a nadie, y yo a tí. Pero todo esto, jamás pensé que serías así George. Jamás. Y yo confío en tí con toda mi vida. Gracias por estropearme todo.

Tomo mis cosas y salgo de allí rápidamente.

Sé que al estar lejos de la pista, sólo nos han visto las personas que pasaban cerca, Fred y Lee.

- ¡Tn! ¡Espera! - no voy a girarme. No voy a girarme. No voy a girarme - ¡Tn! - me toma de la mano. Mierda. Me he girado.

- ¿Qué? - pregunto borde.

- Lo siento, ¿vale? He sido un estúpido. Lo sé. No sé cómo hacer todo esto. Es demasiado.

- Ya, pero no estás sólo. Nunca lo has estado. Y aún sabiéndolo, actúas como si fuera al revés. Ahora, déjame sola, por favor. No necesito tu compasión. Fred, llévate a tu hermano. Iros los dos a dormir, por favor.

- Cuando hablemos - dice Fred serio.

- No hay nada que hablar. Por favor, largaos donde queráis. - me voy de allí enseguida.