My Last Hope. George Weasley y tú

09 - Primer partido

El sábado llega enseguida.

He entrenado dos días sin descanso con los gemelos, Lee, Alicia y Angelina.

Papá está entre las gradas emocionado mientras yo sostengo una de sus primeras escobas.

Me muerdo el labio nerviosa, y George lo nota.

- ¿Sabes? Yo estaba muy nervioso en mi primer partido - cuenta - Pero una vez que me concentré en Fred y en las bludgers, todo eso se fue. No miras al público, mira la pelota, mírame a mí si quieres, pero jamás al público. La voz de Lee tiene que darte igual.

Lo miro y sonrío - Gracias Georgie.

- No hay de qué. Somos amigos después de todo, ¿no?

En cuanto salimos, la multitud grita.

George me aprieta la mano antes de subirse a su escoba.

El partido empieza. Jugamos contra Slytherin.

Al principio sí que estoy nerviosa, pero recuerdo las palabras de George, y me pongo seria.

Angelina, Alicia y yo conseguimos una gran coordinación para poder marcar y pasarnos la quaffle.

Fred y George son buenos para jugar contra las budglers y golpear y despistar al equipo contrario.

Pero todo termina cuando Charlie atrapa la snitch.

Es entonces cuando bajamos emocionados porque hemos ganado. No ha sido un partido largo, pero sí tenso.

Fred y Charlie me abrazan con fuerza.

En la sala común se nos ha permitido festejar por nuestra victoria, pero pronto McGonagall llega a terminar la fiesta.

Dos semanas después, Charlie me para cuando salgo de clases.

- Quiero darte las gracias.

- ¿Por qué?

- Por jugar en el equipo. El año que viene deberías apuntarte como cazadora.

- No creo que valga para ello.

- Claro que sí. Bill estaría orgulloso.

Sonrío, dos de mis crushes orgullosos de mí.

- Mamá me dijo que te dijera que lo hiciste genial. Y también quiero darte la enhorabuena por esa victoria.

- Yo no tengo todo el mérito de ello.

- No, claro que no, pero si has formado parte de ello. Es mi último año como ya sabrás, y sé que puedo confiar en ti para cuidar a los gemelos. Percy ya tiene sus manías, hábitos y traumas. No lo culpes cuando se ponga tonto. Es parte de ser él. Pero saber que tú estás aquí, me alegra. Puedo confiar en que Ron no correrá ningún peligro, y mucho menos Ginny. ¿Sois amigas no? - asiento - Pues mucho mejor. Bueno, he de irme a CCM, nos vemos en la cena. Cuídate.

Me revuelve el pelo con cariño y se va.

- Te saca cuatro años - bufa Fred. Salto del susto. - Fíjate en alguien más de tu edad.

- ¿Como por ejemplo? - pregunto retóricamente

- Yo.

- Me gustan los chicos malos.

- George es malo en todo - comenta Lee.

George se atraganta con el sándwich.

- No seas tonto Lee, Tn no puede estar con George. - le regaña Fred.

- ¿Por qué no? - pregunta curioso.

- Porque Tn y yo vamos a casarnos, y porque George la quiere como su mejor amiga.

Fred mira mal a Lee, Lee mira con pena a George, George me mira algo apenado y yo miro mal a Fred.

- Fred, madura. - digo antes de irme.

Voy a la cabaña de Hagrid a tomar la merienda, como hacemos algunas veces que no tengo clases.

Fang me lame la cara cuando me ve, lo que me hace reír.

- ¿Dónde está Greg? - pregunto tras saludar a Hagrid.

- Sigo pensando que es peligroso - me dice Hagrid.

- ¿Un murtlap pelirgroso? - lo tomo en brazos - Mírale la cara. Es precioso.

- ¿Ha pasado algo? - me pregunta preocupado.

Suspiro y me siento con Greg en mis brazos. - No lo sé. Supongo que sí. O no. Charlie ha venido a darme las gracias por participar en el partido en el equipo, y eso me ha hecho feliz.

- ¿Aún te gusta? - asiento - Pero si es Charlie Weasley, no tiene la cabeza para algo más que dragones, jamás tendrá la cabeza para algo más que dragones.

- Lo sé, pero es que es tan guay, tan guapo, inteligente, divertido.

- ¿Y eso te molesta?

- No. Eso no. Sé que aún me queda Bill.

Hagrid se aguanta una risa.

- Han venido George, Fred y Lee. Fred ha dicho que nos íbamos a casar, y que George sólo me mira como su mejor amiga.

- Ya sé lo que pasa. Estás enamorada de George.

- ¿También? Pero si Georgie...

- Todos los llaman Fred y George, pero tú antepones a George. En clases te gusta ayudarlo, sin embargo, con los otros dos sólo bufas. Siempre os ayudáis el uno al otro en cualquier momento, ya sea emocionalmente, en clases, o con lo que sea. Y hablas más de él que de cualquier otro.

- ¡Eso no es verdad!

- Tn

- Vale, pero eso no significa que me guste.

- Eso crees tú.

- ¿Sabes algo de Harry?

- Que le queda menos para venir a Hogwarts.

- ¿Vendrá entonces?

- ¡Claro que sí!

- Este verano, no podré verlo. A veces, echo de menos estar con esos dos cabeza huecas.

- Es normal. Yo echo de menos a mi padre.

- Háblame de él.

Hagrid sonríe melancólico mientras habla de su infancia.

Gred se recoloca entre mis piernas para dormir.