¿Que tanto puede doler el alma cundo está llena de recuerdos, esperanzas y promesas vacías? ¿Puede doler más? ¿Cuánto daño eres capaz de hacer? Que ni mi alma salió ilesa de este encuentro.
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Una historia donde el amor se pone a prueba, una y otra...
No se cuantas semanas habían pasado desde todo lo sucedido. Me había aislado del mundo, mucho más de lo que realmente me hubiese gustado.
No había querido abrir mis redes sociales, sería mucho escándalo si ya sabían todo respecto a Ignacio y Micaela. Así que decidí tirar mi celular a un lado... lo tomaba muy pocas veces para poder enviar uno que otro mensaje a Malena y a Lit Killah para dejarles saber que bebé y yo nos encontrábamos bien. Nada más.
Sin embargo había podido sacar algo positivo a tanto dolor, volví a escribir. Luego de todo el escándalo con Daniel, con Mica, con todos había dejado a un lado la música y por algún motivo todo este dolor lo pudo traer de regreso.
El sonido de mi celular me desconcertó, ya había olvidado como sonaba.
Malena...
- Hola holaaaaaaa — escucho la voz de Malena tras la bocina ¿siempre era tan alegre? — ¿COMO ESTÁN LAS BEBÉS MÁS BONITAS DEL MUNDO?
- Estamos bien — dije mientras reía, transmitía demasiada alegría — Bebé está inquieta... muy.
- La sangre... pesa muchísimo — la escucho murmurar
- ¿Que? — no lograba entender lo que decía
- No no, nada — optó por el camino fácil y decidió ignorar mi pregunta — A ver, qué tal te ha ido en estas semanas de cuarentena... solita.
- Volví a escribir — le conté — De hecho, hoy publicaré en Instagram mi primer tema...
- Amiga, es buenísimo eso — realmente me sentía agradecida de tenerla conmigo; de repente en el fondo se comenzó a escuchar a Mauro — Ya luego nos comunicamos. ¡Las amo muchísimo!
Dijo colgando finalmente. Tomé mi celular para tomar un video cantando mi nueva canción y así luego poder publicarlo.
Hoy solo queda el vacío de tu ausencia en mí Y duele extrañar tu cuerpo cada madrugada De ti, me alejo de ti, será mejor así Y no lo hago por ti, sino más bien lo hago por mí
Tan pronto acabé no perdí el tiempo y publiqué un pequeño pedazo acústico de la canción junto al lanzamiento oficial.
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Tenía miedo, de las cosas que pudiese encontrarme al entrar a las redes así que solo tomé la valentía suficiente para publicar todo y volver a salir.
Con todo listo tire mi celular a un lado y continué con mi rutina diaria desde que me encuentro en estas cuatro paredes. Comer, dormir, ver alguna que otra serie o película y repetirlo todo nuevamente.
Hoy sin embargo era un poco diferente, mi hija estaba demasiado inquieta y no paraba de moverse...
- Chiquita... — dije mientras le hacía mimos a mi vientre — ¿Nos tomamos una siesta? Mamá te canta y nos acostamos... ¿si?
