¿Que tanto puede doler el alma cundo está llena de recuerdos, esperanzas y promesas vacías? ¿Puede doler más? ¿Cuánto daño eres capaz de hacer? Que ni mi alma salió ilesa de este encuentro.
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Una historia donde el amor se pone a prueba, una y otra...
Mica había llegado acá flashando cualquiera diciendo que estaba esperando un bebé, MÍO. Hace una banda que no estoy con ella, que va a venir a decir que está embarazada boludo
¿Tan gil se pensa que soy?
- Cortala — no quería tenerla acá, Sam iba a llegar y pensaría cualquiera — ¿Te pensas que soy tan pelotudo como para creerte a vos?
- ¿Te pensas que voy a poner mi vida en riesgo para venir hasta acá por nada? — dijo intentando acercarse a mi — Ya se que lo de vos y yo se fue a la mierda.. pero te hablo posta Ignacio.
Fui a responder pero solo pude escuchar la puerta abrir.
Ya se fue todo a la mierda.
Al abrir la puerta los ojos de Samantha se posaron en el vientre de Mica. No, no, no.
Intente hacer que me escuchara pero no sirvió de nada. La he cagado demasiado wacho. Se dirigió a la puerta mientras yo intentaba detenerla sin éxito alguno...
- Ah si — dijo mientras tiraba una pequeña caja a mis pies — Y felicidades... es una niña.
Sentí mi mundo parar por un segundo. ¿Me estás cargando?
Una nena... una wachina.
Tomé la caja que Samantha había tirado en mis pies. Decidí abrirla y ahí estaban, unos pequeños zapatos rosas...
Entre nuevamente al departamento dirigiéndome a Mica esta vez.
- Necesito que te vayas — dije mientras colocaba la pequeña caja a un lado — Ya luego hablo con vos. ¿Podes?
- ¿Que tenés? — se acercó nuevamente a mi haciendo que me alejara — ¿Puedo ayudar en algo?
- Na' cortala — dije tomando mis llaves — Ya hiciste suficiente
Me dirigí a la puerta haciendo que ella me siguiera para así poder salir.
Me dirigí a mi auto lo más rápido posible, necesitaba encontrar a Samantha.
¿Que mierda hará fuera? ¿No se da cuenta que esta re embarazada?
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No se ni cuanto pasó pero ya me encontraba frente al departamento de Samantha.
- ¿Que? — escuché su voz tras la puerta
- Amor... — me acerqué a ella — Abrime gorda, necesito hablar con vos
Tardo un poco pero igual abrió haciéndome pasar. Tenía sus ojos muy hinchados, se notaba que había llorado muchísimo.
- ¡Ya se que tenes que estar cansada de mi! — comencé intentando no quebrarme acá — No quiero lastimarte más Samantha. Si, Mica vino al depa para hablar... no te voy a mentir, dice que ese bebé es mío. — ella solo escuchaba mientras tomaba asiento — ¡Pero vos me conoces Samantha!
- Porque te conozco es que dudo — dijo al fin; sin embargo evitaba mirarme a toda costa — ¿Sabes lo que significa que Mica esté embarazada?
- Se que no es mi bebé Samantha — la interrumpí — No es mi bebé. Se que en el fondo lo sabes tanto como yo... solo necesito tiempo para demostrarlo
- Yo no sé nada Matías — dijo mirándome al fin; tomó aire y volvió a hablar — ¿Tiempo? ¿Necesitas tiempo? ¿Y que sucede con nosotras durante ese tiempo?
"Nosotras" mías, eran mis niñas...
- Sabes que sos lo mejor que me ha pasado en la vida... — dije sentandome junto a ella — Amor, sos la paz que necesitaba. ¡Antes de vos las cosas eran una mierda! ¡Vos lo sabes! Ahora que estás acá... gorda, vamos a tener una nena.
- No hagas esto por favor — dijo mientras comenzaba a llorar; odiaba verla así wacho me re jodia — Estamos muy rotos Nacho... demasiado rotos. ¡Necesito estar sola... por favor!
Se puso de pie caminando hacia la puerta y yo solo la seguí... no quería salir de acá, quería quedarme con ellas. Toda la vida
- Okay — respondí acercándome un poco a ella — Voy a respetar tu decisión y tu espacio, pero... — pose mis manos sobre su vientre — ¿Puedo despedirme?
- ¿Que? — me miraba totalmente confundida
Me arrodillé quedando a la altura de su vientre mientras posaba mis manos sobre el...
- Bebé — hablé — Es papá muñeca. Sabes que sos lo más importante para mi... eres la nena de papá. — sentí sus movimientos en la barriga de su mamá haciendo que mi corazón fuese a mil por hora — Prometeme algo... cuídame a mamá ¿okay? No te olvidés de mi.
Samantha solo estaba ahí intentando no llorar. Me incorporé acercándome a ella esta vez
- Y vos... verás que te equivocas — besé su frente mientras me dirigía a la puerta — Te amo...
Salí de allí tomando mi celular para hacer pública la noticia de que sería una niña.
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Al entrar, noté que Samy acababa de hacer lo mismo. ¡Todos comenzaron a felicitarnos y desearnos lo mejor!
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Iba a necesitar una joda con mucho escabio, esta noche sería re larga.
