SAMANTHA POV
- ¿Estas lista para hacerlo? — la voz del doctor me sacó por un momento de mi pequeña burbuja; las construcciones eran cada vez peores y apenas podía escuchar lo que decían
- No... no aún... — mis ojos seguían llenos de lagrimas — No sin Ignacio
- Ya fueron por él. Lo estás haciendo fantástico.
¿Como una mujer fue capaz de dar a luz? ¿Como pasando todo este dolor se les ocurrió tener otro más?
Sobre mi vientre tenía unas correas que monitoreaban los latidos de la bebé y claramente las contracciones... las cuales eran cada vez más seguidas.
Solo podía pensar en Ignacio, ya tendríamos a nuestro pedacito. Nuestra niña.
No sé cuanto tiempo más pasó cuando el sonido de la puerta llamó mi atención...
- Llegó papá — dijo el doctor haciendo que comenzara a llorar nuevamente
Ya no tenía idea del porqué lloraba, yo solo quería llorar.
- Eu amor, acá me tenés — dijo mientras llevaba sus manos a mi vientre — Te dije que me tendrías acá, para vos y para la chiquita y acá estoy
- Si no estuviese sintiendo todo este dolor en estos instantes, probablemente te diría que te amo... con toda mi vida. — dije mirándolo a los ojos — Pero esto es tu culpa... toda tuya.
Sus ojos se iluminaron. Lo conozco, ya se que quería comenzar a reír con todas sus fuerzas...
- Ya sé amor... — dijo mientras me besaba — ¿Me perdonás?
- Okay mis tórtolos... — escuchamos al doctor acercarse — ¿Están listos para conocer el amor de su vida?
Oh mierda...
Acá todo se iba a la mierda. Es una bebé, una pequeña persona... es mi bebé.
Oh mierda, otra contracción.
~
No sé cuanto tiempo llevaba acá, ya no podía más. No puedo más...
- Si podes amor, lo estás haciendo genial. — la voz de Ignacio junto a mí hacía que todo se sintiera un poco más calmado
De repente un llanto llenó la habitación.
- ¡¡Felicidades!! — el doctor tomó a la niña llevándola a las manos de una de las chicas para así ella llevarla a mi pecho — Tienen un milagro. Su niña está en perfecto estado.
La tomé en mis brazos por primera vez y sentí que no necesitaba nada más.
Tenía sus ojos, su nariz... era igualita a su papá.
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• En tus manos | Ecko •
Romance¿Que tanto puede doler el alma cundo está llena de recuerdos, esperanzas y promesas vacías? ¿Puede doler más? ¿Cuánto daño eres capaz de hacer? Que ni mi alma salió ilesa de este encuentro. • • Una historia donde el amor se pone a prueba, una y otra...