Solía vivir en un pequeño departamento en el centro de Nueva York, nada de lujos pero muy acogedor y más por el hecho de que vivía acompañado por una señora que se ha convertido como en su madre, Lilia Baranovskaya. Ella se ha hecho cargo de Yuri desde la muerte de su abuelo, es una gran amiga de su padre, a menudo suele ser una mujer estricta con el chico pero siempre demuestra cuanto lo quiere.
La madre de Yuri murió cuando él tenía 5 años y su padre no es alguien a quien vea muy seguido. Vladimir es el dueño de una de la mejores agencias de modelaje en Rusia, Ice Castle. La razón por la que Yuri no lo ve seguido es simple, es un hijo ilegítimo sin embargo para Vladimir este no es un problema para no estar al pendiente de su hijo. Suele visitarlo cada dos meses y se queda por dos días lo cuales son aprovechados por ambos para ponerse al tanto de lo que ha ocurrido en sus vidas.
Yuri suele pasar sus tardes pintando en el parque, salía a caminar y hablar con sus amigos del colegio o simplemente salia a pasear con Lilia, no era algo fuera de lo común para un joven de 20 años. Todo eso se quedó en el pasado desde esa noche, cuando le avisaron del repentino accidente de carretera que sufrió su padre y con ello su repentina muerte.
Extrañamente recuerda muy bien cada detalle de la última vez que hablaron, después de contarle que le gustaría dedicarse a ser artista lo único que hizo Vladimir fue sonreír con ternura.
—Yuri...me recuerdas mucho a tu madre— dijo mientras acariciaba la cabeza de Yuri y alborotaba su rubio cabello.
—¿Aún la recuerdas a pesar de tantos años?— pregunto curioso el rubio ya que ni siquiera recordaba muy bien su rostro.
A Yuri le gustaba escuchar la historia de amor prohibido de sus padres a pesar de saber que era algo mal visto por lo demás, era alguien que le encanta ver el lado hermoso de las cosas a pesar de que a los demás les pareciera desagradable.
—Como si fuera la primera vez que la vi atravesar la puerta de mi oficina— respondió Vladimir nostálgico.
Arlen Plisetsky, la madre de Yuri, llegó al Ice Castle en busca de trabajo de modelo, en ese entonces era una omega de unos 19 años y al ser poseedora de una belleza inglesa fue aceptada de inmediato. Pocos meses después se enamoró de Vladimir al igual que él de ella, el estar casado le impidió que pudiera salir con ella oficialmente pero eso no logró detenerlos y demostrar que simplemente se trataban de un alfa y una omega que se amaban con locura.
En cuanto quedó embarazada, Vladimir le ofreció casarse con ella y divorciarse de su esposa ya que su hijo ya era lo suficientemente grande para entenderlo pero ella no quiso que su imagen se arruinará y sólo acepto que la apoyara económicamente.
—Si es a lo que quieres dedicarte no veo el problema— dijo después de quedarse callado un momento. Yuri solo sonrió feliz al saber que su padre estaba de acuerdo con lo que había decidido.
—Yuri...¿no te gustaría conocer a tu hermano?— interrumpió Vladimir el silencio de inmediato.
—Estoy seguro de que tu y Otabek se llevarían perfectamente y se que él cuidaría muy bien de ti— dijo sonriendo.
Cada que vez que Yuri veía a su padre siempre le hablaba sobre su hermano Otabek y de vez en cuando le mostraba fotografías de él. Otabek es modelo de Ice Castle y esta comprometido, siendo sincero no le importaba mucho conocerlo pero sabía que tarde o temprano sus caminos se tendrían que juntar.
En sus últimas conversaciones parecía que Vladimir insistía mucho en este tema, Yuri lo conocía lo suficiente como para saber que esas palabras tenían una segunda intención, era como si estuviera desesperado por que lo aceptara, como si él supiera que era su última oportunidad para convencerlo.
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Quimera
FanfictionDe la noche a la mañana, Otabek se tiene que hacer cargo de la empresa de su padre tras su repentina muerte. Además de ello, debe cuidar de su desconocido hermano menor hasta que el chico cumpla 21 años pero en el momento en que cruza mirada con él...