Capítulo 2

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Otabek se encontraba en casa, esperando la llegada de su hermano. Era raro escuchar esos pensamientos de él y más cuando apenas sabía de sobre la existencia de Yuri, la madre de Otabek odio con profundidad a aquella omega por la cual le habían cambiado y por mucho tiempo lo contagio de ese odio. Sin embargo conforme la vida de Otabek avanzo entendió las razones de Vladimir, no las justifico pero aun así comprendía el porque lo hizo.

Es difícil tratar de fingir que tu vida es perfecta aún cuando nada de lo que haces llena tus espectativas. Vladimir no era la persona más cariñosa que conocía, su relación era algo fría ya que lo que intentaba era hacerlo fuerte para que se pudiera dedicar a manejar la empresa que armo con tanto esfuerzo. En una de esas tantas visitas al Ice Castle un fotógrafo vio su potencial, Otabek no sabia que habrá visto aquel fotógrafo en él pero agradecía a ello ya que su carrera de modelo despego.

Dejo en segundo plano sus estudios por un momento y se dedico por completo a su carrera de modelaje aunque cuando llego el momento de estudiar la universidad lo hizo por petición de su padre ya que una tarde de repente, sin ningún tipo de consideración a como Otabek se sentiría con ello, le confeso que tenía cáncer, solo era cuestión de un par de años para que este se volviera terminal.

Era obvio que Otabek se sentía mal con eso, saber que su padre moriría en menos tiempo del que creía a cualquiera lo tomaría por sorpresa. Sin embargo Vladimir no permitió que se acercara más a a él, su relación nunca cambió y así pasaron varios años hasta hace algunos meses atrás. De repente comenzó a tratarlo más como a un hijo en vez que a otro socio o amigo, por fin tenía un padre después de mucho tiempo aunque le dolía saber que era porque les quedaba muy poco tiempo juntos.

Él había regresado de un viaje a Nueva York y de inmediato quiso hablar con él.

—¿Qué tal Nueva York?— inicio Otabek la conversación.

—Bien...normal como de costumbre— le respondieron tranquilamente.

—¿Cómo va tu carrera?— ahora pregunto Vladimir.

—Bien...normal como de costumbre— respondió Otabek tranquilo.

No solían conversar muy seguido pero Otabek sabía que cuando Vladimir era cortante tenía algo delicado que decirle y él se comportaba de la misma manera para que se sintiera tranquilo y se animara a decirle.

—Me conoces muy bien Beka— sonrió divertido.

—Eres mi padre y no hay algo que no conozca de ti— respondió sonriendo también, Vladimir se quedó callado un momento con la mirada seria, como si estuviera decidiendo en decirle algo.

—Arlen Plisetsky...ese es el nombre de la chica de la cual me enamore— interrumpió el silencio decidido a decirle la verdad. Otabek sabía lo que había pasado con sus padres desde la versión de su madre pero nunca escucho la de su padre.

—Ella tenía 19 años y yo estaba casado...eso no impidió que estuviéramos juntos, cuando tu cumpliste 12 años le pedí el divorcio a tu madre ya que mi responsabilidad ahora estaba en otro lado— explicó con dificultad.

—Tu ya eras grande y podías cuidar de ti mismo pero Yuri no podía hacerlo...era necesario que yo me hiciera cargo de él— dijo quedándose callado.

—Me estas diciendo que...¿tienes otro hijo?— pregunto Otabek incrédulo.

—Si...Yuri Plisetsky y vive en Nueva York...se que no debí ocultarte esto pero tenía que estar seguro de que fuera el momento adecuado— respondió serio.

—Vaya que eres inseguro...20 años esperaste— dijo Otabek riendo nervioso.

—¿Estas molesto?— pregunto Vladimir con esa tranquilidad que lo caracterizaba.

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