🍂Chapter Four🍂

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Emilio

Mi día empieza a las 6 en punto, mi alarma suena a esa hora e instantáneamente me levanto, tomo una ducha y me arreglo, casi siempre con un traje formal porque me paso la mayoría del tiempo en la oficina de mi papá arreglando los asuntos de SU trabajo, me dirijo a la cocina para hacerme un café para despertar completamente. Donde me entró una llamada de mi mamá al teléfono fijo.

Llamada

—  Emilio Marcos, en que puedo servirle?

— Hola bebé

— Ay mamá, hola!

Rio — Hola mi amor, como has estado?

— Bien, dentro de lo que cabe...

— Porque?

— He tenido muchas cosas en la cabeza y no puedo sacarlas tan fácilmente, entre ellas los negocios de la revista de la que tendría que ocuparse mi papá

— Lo se, lo se mi amor, pero ves! Prefiere andar de puto en bares con cualquier mujer que se encuentra y luego te carga la mano

— Si, si. — bebi un sorbo de café — Por cierto, cambiando de tema, no nos hablábamos hace mucho... Y tengo noticias ma'

— Uy, son buenas?

— Muy buenas! Te parece si al salir de la oficina, nos juntamos en el centro comercial cerca de ahí?

— Claro! Tu llamame a la hora que dalgas esta bien?

— Si mamá, te amo, tengo que irme

— Esta bien bebé, yo también te amo, nos vemos mas tarde

— Claro, bye

— Bye...

Colgó

Termine mi café y sali de mi departamento, me dirigí a la oficina. Antes de entrar bufé, recordando que yo entre a ese mundo por obligación, desde que tenia 12 años me interese en el mundo de la música, quería cantar, bailar, tocar algun instrumento, solo que nunca pude seguir lo que yo quería porque mi papá decía que la carrera musical nunca iba dejarme ganancias y que nadie me reconocería, en cambio mi mamá siempre me apoyo, decía que para mi edad, mi voz era hermosa y que buscara la manera de seguir mis sueños, lamentablemente nunca se dio, y básicamente mi carrera universitaria fue escogida por mis padres, especialmente por mi padre.

Entre al enorme edificio, encontrándome a Marisol en la recepción

— Hola Mailo! — saludo

— Hola Mari... —le sonreí

— Oye, ahm... Te recomiendo que subas mas tarde...

— Porque?

— Solo hazme caso... Más tarde que subas te subo los pendientes

— Ahora me sembraste curiosidad mujer!

— Solo no-  — sali corriendo hacia la oficina

Pues si, asi soy de aniñado, solo un poco. Cuando llegue a la oficina y abrí la puerta y wooow... Que sorpresa

— Es en serio? — Voltearon a ver — Solo vienes a la oficina para cogerte a alguien? Ursula, vístete, estas despedida — avise

— Emilio — empezó mi disque padre mientras se vestia y yo volteaba a otro lado — El jefe aqui soy yo y yo decido a quirn despido-

Mentas Y Chocolates | EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora