🍂Chapter Twenty Nine🍂

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Joaquin

— Y-Y mi alfa?

El guardia Volteo hacia atrás y justo sacaron a Emilio entre dos hombres

Me acerque y antes de estar completamente junto a el escuche como murmuraba

— Joaco... Renata... M-Mi hijo... Mi cachorrito, mi familia — Ahi me acerque completamente

— Aqui estamos, mi amor... — Tome su mano, mi voz estaba quebrada. Dejaron a Emilio levemente recostado en el suelo y me senté junto a el, con su cabecita en mis piernas

— Joaco... E-Estan bien? Tu, Ren y nuestro cachorrito? — dijo levemente

— Si, amor... Estamos bien, perfectos — Ante tanta preocupación por el, np había visto las heridas de bala en su pierna y en su hombro — Amor... — dije bajito, apunto de llorar — L-Las heridas...

— Cielo... Estoy bien...

— ¡Nada de bien! — Ya estaba llorando — ¡Tienes balas dentro de tu cuerpo! ¡Tenemos que ir al hospital! — Voltee a ver a los guardias, ellos asintieron

— Joaco? — Ren se acercó

— Tengo que ir al hospital —Le dije — Dile a uno de estos hombres que te lleve a casa

Asintió y se fue con uno de los hombres, la vi subir y el auto arrancar

Levantaron a Emilio, mi alfa hizo una mueca de dolor y se quejó, se llevaron a Emilio a una de las camionetas que ellos llevaban, me subí con él y llevaba mi meñique entrelazado con el de el y el su otra mano la puso en mi vientre.

— Jo-Joaco...

— No, no, no hables, mi amor... Vas a estar bien — Bese su mejilla y acaricie su rostro

El asintió, solamente apretó el agarre de nuestros dedos, jadeando

— Estamos un poco lejos del hospital — dijo uno de los hombres — Mientras tanto, Señor Bondoni, recomiendo que comience a curar las heridas

Asentí — D-Donde esta el botiquin?

— En la parte de atrás

Solté a Emilio y me di vuelta, empecé a buscar como loco el botiquin, hasta que di con el. Saqué el alcohol y un algodón, me acerque a su pierna y puse el algodón ahi.

Escuchando un grito leve de su parte.

Pase el algodón alrededor del agujero que tenía su pierna y ese lo deje, saque otro, lo moje y lo puse en el agujero de su hombro

Empezó a bufar repetidas veces

— S-Si, amor, tranquilizate... — Con mi otra mano acaricie su brazo. — N-No falta mucho...

Minutos después quite el algodón de su hombro, soltó un gemido de dolor y echo la cabeza hacia atrás, bese su mejilla.

— Gracias... Gracias por todo, mi amor — Le dije — Te amo... Te amo mucho

— Yo te amo más — Murmuró apenas

Sorbi mi nariz y con cuidado lo abrace

— Hemos llegado al hospital, señores

— Estarás bien — Susurre, bese cortamente sus labios y me baje de la camioneta para ayudarlo

Con cuidado de no posar su pierna en el suelo, bajo de la camioneta y lo hice pasar su brazo detrás de mi cuello

— Amor, amor, no puedes hacer esfuerzos —Me dijo quitando su brazo de mi cuello y apoyándose en la camioneta — por nuestro cachorrito

Asentí, uno de los guardias llevó a Emilio dentro, yo iba detrás de ellos mordiendome las uñas.

Mentas Y Chocolates | EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora