🍂Chapter Twenty Four🍂

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Joaquín

Desperté y sentí una respiración en mi cabeza, unos brazos en mi cintura y una pierna sobre las mias. Levemente moví mi cabeza hacia atrás, encontrándome con la cara en paz y la respiración tranquila de mi alfa, su aroma esparcido por el cuarto me daba tranquilidad y me encantaba. Vi a mi ventana, dandome cuenta que era de día, tome mi teléfono del buro revise la hora.

7 am

No supe ni a que hora quedamos dormidos. Con cuidado traté de quitar el brazo de mi alfa para ponerme de pie, pero sentí como el agarre se hizo más fuerte.

— No te vayas, Quédate aquí conmigo y durmamos más — Murmuró aun un poco adormilado

— Emi... — rei levemente

— Andale amor, te apuesto son las 9 de la noche — Ni había abierto los ojos

Hice un sonido de negación — Tengo que levantarme para hacer de DESAYUNAR

— Desayunar? — Abrió los ojos — Ah no mames, es de dia

Me reí y asentí

— Es de dia, Mailo...

— Y que hora es?

— Las 7 — Me di vuelta y lo abrace hundiendo mi cara en el hueco de su cuello, aspirando su aroma

— Es muy temprano, tenemos que ir a trabajar

— Es domingo

— Ay que bonita la vida — me rei

— Arribaaaa...!

— Adelantate tu, tengo flojera, sigo cansado

— Tú? El que hizo todo el trabajo fui yo

— Estoy cansado porque estuvo muy bien y fue demasiado para mi

— Baboso — Levante mi cara de su cuello bese su mejilla.

Me levante de la cama y me puse ropa interior, levante la camisa de Emilio por error, pero luego la acerque a mi nariz, se sentía su aroma a menta, al final me la puse. Emilio es mas alto que yo, por lo que su camisa me llegaba a la mitad de los muslos.

Sali de mi habitación, dejando a Emilio en la cama, y llegué a la cocina, me recibió Whisky saltando de aqui para allá, le servi de comer a él y luego abri la refri y empecé a buscar algo para desayunar, cuando conseguí todo lo necesario me puse a cocinar.

Minutos después sentí unos brazos en mi cintura.

— Ya se te hizo de dia? — rei

— Shi... — Llevaba puesto solo un pantalón — Dos cosas...

— A ver...

— Una, huele muuuy bien — sonreí — Dos, te ves precioso con mi camisa — Beso mi mejilla

Hice una mueca — Lo siento — rei

— Nah, esta bien — Apretó el abrazo — Te ayudo en algo, mi amor? — Acaricio mis brazos

— Solo con tu compañía es suficiente

Rio levemente, giro mi rostro y atrapó mis labios con los de el en un corto beso. Nos separamos con una sonrisa.

— Vamos a ver... — Levantó la camisa que llevaba puesta

— Oyeme! — Alegue y baje lo mas que pude la camisa

— No hay nada que no haya visto antes — Beso mi cabeza — Te ayudo a poner la mesa?

— Andale, a eso si — Se rio, beso mi marca y se alejo

Mentas Y Chocolates | EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora