Mentas Y Chocolates | Emiliaco

🍂Epílogo🍂

Otros 5 años después ajshajhs

La Tajin

— Emilio... No... Mghm — Estos calenturientos estaban haciendo cositas en la oficina del Emilio y ush

Porque siiii

Emilio aún tiene un puestito en Cklass, cortesía del sin ojos mas wapo del mundo

— Solo podemos aquí... — jadeo — En casa nos interrumpen los niños... Aprovechemos que estamos en el trabajo y ellos en la escuela

— Si, lo se... — hizo el intento de enterrar sus uñas en el escritorio — Pero, tengo que ir por ellos en un rato y no te pusiste condon

— Luego te tomas los supresores — tomó las caderas de Joaquín para embestir con más velocidad

— ¡Mierda, Emilio! ¡Más, más! — gimió en alto al sentir como su punto era golpeado — Ah, oh Dios...

Emilio continuó con sus fuertes embestidas, el choque de sus pieles y gemidos resonaban en la oficina y ush, pecad0 :v

Ambos llegaron al orgasmo, Emilio mordió el cuello de Joaquín, renovando la marca, terminó dentro de Joaquín y el nudo comenzó a formarse, comenzó a lamer, limpiando la sangre que había salido de la nueva marca; Joaquín terminó sobre el escritorio. A los minutos el nudo desapareció.

— Listo, vamos a tener otro bebé — Emilio se rio — Es en serio, bobo. Tengo que tomarmelos lo más antes posible

— Tranquilo, ya me conozco y aqui tengo unos

— Por calenturiento te vas a dormir en la tina hoy

— Oye! — Se rieron

Emilio salió de Joaquín y lo ayudó a limpiarse sus marranadas :v comenzaron a vestirse. Después de ello, Emilio le dio a su marido un supresor y una botella de agua.

— Como terminamos así? — Preguntó Joaquín al tomarse el supresor — Solo vine a dejarte lo del presupuesto

— Es tu culpa, porque eres muy lindo y sexy... — Lo abrazo y beso la marca renovada

— Tampoco entiendo porque en los años que llevamos de casados, has renovado mi marca como 10 veces... No me voy a ir

— Lo se... Pero me encanta saber que puedo reclamarte mio cuantas veces se me pegue la gana

— Pero si duele, amor... Yo no te ando mordiendo el cuello a cada rato — Emilio se rio

— Mi bonito — Acarició sus mejillas — Me perdonas? — Hizo puchero

Joaquín rio, enredo sus brazos en el cuello de su alfa y le dio un beso corto.

— Claro que sí, mi amor...

Algo que Joaquín no había comentado era que cuando estaba en cinta, por primera vez, le molestaban las miradas de todos y todas las trabajadoras de ahi, pero en su segundo embarazo ya no, incluso le encantaba sentir las miradas de envidia que recibía, claro, su Alfa era Emilio Marcos, alguien a quien todos deseaban, y Emilio lo amaba a él y él a Emilio e iban a tener dos cachorros más.

Y cuando nacieron los bebés y Emilio llegaba a la oficina a ayudar a Diego, que era de vez en cuando, siempre lo acompañaba y de nuevo le encantaba sentir las miradas de rencor y envidia sobre él cuando los veían entrar con una niña de dos años y medio y un carruaje para dos con un varoncito y una niña de 4 meses cada uno.

— Ya me tengo que ir por los niños — Dijo Joaquín tratando de liberarse del agarre que tenía su esposo en su cintura. Y gruñó — A mi no me andes gruñendo, eh — Le pegó un leve manotazo — Es en serio, Emi, no quiero que se queden de último allá.