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Llegué a mi habitación y acostarme sobre la cama se sintió simplemente distinto. No tenía ganas de ir mañana al instituto, ni de levantarme de esta a pesar de que con tan solo estar encima, me hacia sentirme culpable. No podía dormir y me retorcía sobre la cama más de diez mil veces incómodo. Llovía en el exterior y dentro de mi corazón. 

Hacía algo de frío pero no quería destenderla, no quería estar allí. Me senté y caminé un par de veces por esta, pero nada conseguía distraer de mis pensamientos. Volví a ver la pared con fotos de Ana y decidí quitarlas de una vez por todas, no iba a ayudarme en absoluto tenerlas allí ni un minuto más. Lo nuestro nunca existió y aún así debía de acabarse ya. 

Revisé el móvil cientos de veces para ver si Rod se había dignado a escribirme algo. Miré si me había dejado de seguir en Instagram o si había bloqueado mi número en llamada o en WhatsApp pero no encontré nada de eso. Parecía que todo estaba igual que antes, lo que hacía preocuparme más que antes. No tenía tiempo para hacer esas giladas, pensé.

Tenía varios mensajes de Ana. 

'Ana: Lo siento por lo que pasó esta mañana

'Ana: Yo también sé que estuvo mal y no quiero que vuelva a ocurrir

'Ana: No sé que te pasara para que no me respondas, supongo que estarás ocupado

'Ana: Espero que todo este bien y si no, que mejore dentro de poco

'Ana: Háblame cuando puedas. No me gustaría dejar de hablar contigo por esto
Apagué el móvil. No podía confiar en sus palabras más pero no de una mala forma. Ella no tenía la culpa de lo que le había ocurrido a mi relación con Rod. Solo yo. 

'Sofia: Claudia me ha dicho que Rod no ha hablado con ella. ¿Sabes algo?'

'Sofia: No debería de estar contándote esto, pero supongo que estarás preocupado y querrás saberlo

'Sofia: Si te enteras de cualquier cosa dimelo, por favor. Claudia esta muy preocupada.' 

'Sofia: ¿Estas bien?

'Sofia: Llámame cuando puedas. Te quiero.'

Si Rod no había hablado tampoco con su hermana es que tampoco había vuelto a casa. Por lo tanto podía ser cierto lo que pensaba, seguramente le habían echado. Mi cabeza no daba para más y lo único que quería era ahogarme en alcohol y no despertar nunca más. Recordar que ayer le eché de casa me hacía sentir aún más culpable, estaba completamente solo. Solo quería estar conmigo y ni eso le deje. 

Me puse una remera con capucha para la lluvia y salí de casa sin decirle a nadie. Dispuesto a ir a casa de Nacho para saber si sabia algo de el. No quería escribirle por si estaba con el y podía al menos volverlo a ver. Llovía mucho y apenas se veía el camino entre la noche y la cantidad de gotas que inundaban el suelo. Hacía algo de frió pero no era lo que más me preocupaba en esos momentos. 

Nunca he ido a casa de Nacho pero me puedo hacer una idea de donde vive. No sé por qué alguna vez recuerdo que Rod me contó donde vivía. Forrajee la cerradura y desee que esa fuera su casa, porque sino estaba allanando la casa de un desconocido. Su casa tenía una gran valla que era imposible de saltar, por eso tuve que manipular la cerradura para colarme dentro. 

Vi el buzón antes de seguir caminando adentro del jardín. No recordaba si Nacho se apellidaba realmente así, lo cuál me hacía sentir inseguro pero mi valentía era mucho más fuerte que eso. Llame a la puerta tocando el timbre. 

Es normal si no abrían, era demasiado tarde. 

Por suerte si lo hicieron y no lo hizo cualquiera, sino la persona a la que buscaba. Nacho. 

boy crush | matsquareDonde viven las historias. Descúbrelo ahora