15.

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Por las uñas, reconocí quien tocaba mi pecho. Sofía.

'Matias' repetía preocupada. '¿Que te pasa?' tartamudeaba, tenía los ojos llorosos.

Alguien sostenía mi cabeza.

'¡Hay que llevarlo al hospital!' gritaba Sofía preocupada, la persona que sostenía mi cabeza pedía que por favor se tranquilizara. Supe por su voz que era Nacho.

Alguien abrió la puerta de la parte trasera de la casa bruscamente, no era capaz de girarme pero Sofía levantó la cabeza al verle. Aparto a todos, puso sus manos debajo de mis axilas y hizo que me sentara.

Por el color de su traje, reconocí que era Rod. No pude siquiera reaccionar, me dolía demasiado la cabeza. Sólo quería que me llevarán al médico.

'¡Tenés que sentarle!' grito alterado mirando hacia atrás a Nacho. 'Se puede ahogar con su vómito'

'¿No es mejor llevarle al hospital?' dijo Sofía mordiéndose las uñas. No era capaz de mover la cabeza así que seguía la conversación con la mirada.

'Si' contestó Rod, levantando mi cuerpo con sus manos debajo de mis brazos. 'Tenes razón, hay que llevarle al hospital'

Intento cargarme en brazos y lo consiguió. Sostuvo mi cabeza para no mantenerla colgando durante el camino.

'¿Hay algún coche?' preguntó Rod quién caminaba hacia dentro de la casa.

Vi a todos abrirnos paso. Sentía que no podía decir nada, me encontraba tan enfermo. Mi cabeza seguía dando vueltas.

'¿Que está pasando?' grito alguien saliendo de ella. Por su voz desagradable y aguda, reconocí que era Ashley.

'No te importa' dijo Rod apartandola del camino con mi cuerpo en brazos.

'¡Rod espera!' grito otra voz femenina detrás mío. 'Voy contigo' reconocí que era Claudia.

'Pregunten si alguien puede prestar su coche' aviso Rod a Sofía, Nacho y Claudia que eran los que estaban allí.

Mi cabeza estaba hacia arriba, miraba el cuello de Rod. La forma de su mandíbula era muy bonita, llevaba dos pendientes con el símbolo de Satán y un septum en su nariz. Miraba hacia a un lado y hacia el otro, esperando a llevarme al hospital.

'¡Nacho!' gritó. Su voz sonaba tan bonita, a pesar de que parecía haber perdido el 50% de mi oído por lo poco que podía escuchar, me encantaba que el tono de su voz retumbara en mi cerebro.

'¿Sabes conducir?'

'Si'

'¡Vale! ¡Claudia!' volvió a gritar. '¿Alguien?'

'Si' contestó ella desde lo lejos. Traía a alguien, no pude reconocerle de vista pero si por su voz. Era Fer.

'¡Vamos, yo les acompaño!' dijo este saliendo a buscar su coche. Yo seguía en brazos de Rod.

Fer tenía una furgoneta de color negro donde guardaba los instrumentos de la banda musical de su padre entre otras cosas. Lo usaba como su coche personal, pero nos servía para transportarme hasta el hospital.

Sentía que mis ojos se cerraban poco a poco, como si fuera a desmayarme pero estar en brazos de Rod me hacía tan feliz. No queria pensar en nada más.

Rod subió conmigo en brazos a la furgoneta y me extendió en el suelo sujetandome por detrás. Estaba sentado y Sofía, Claudia, Angie y Sebas estaban delante mío.

'Dejame leerte el futuro' dijo Claudia volviéndome a agarrar de la mano. Sofía tenía los ojos llorosos, no quería que llorará por mi, sabía que todo iba a estar bien. Había sido mi culpa y me sentía mal por ella.

Lo primero que iba a hacer cuando pasará todo esto era pedirla disculpas.

El coche se movia con brusquedad, supongo por la rapidez a la que iban. Si tan solo supieran que dentro de mi la felicidad ganaba a todo dolor que tenía en esos momentos.

'Mmm...' dijo Claudia cerrando los ojos con fuerza. 'Veo a un joven, muy guapo, acostado encima de una camilla...presiento algo muy bueno' dijo.

¿Algo mejor que esto? Lo dudo bastante. Estaba al lado de mi mejor amiga, su novio, mis mejores amigos y el chico con el que me había estado pegando desde que nos conocimos.

Y todo eran risas, felicidad a pesar de la preocupación. Incluso Rod reía de las predicciones de su hermana mientras tenía apoyada mi cabeza en su pecho.

Parecía tan irreal. Un pastor y su vaca, Jesucristo, un esqueleto, una hippie y un ángel en brazos del diablo.

'Te vas a poner bueno Matias' dijo Claudia acariciando mis manos. Lamentablemente solo podía mirarles.

'Gracias' dijo Sofia. Supuse que se refería a Rod.

'No te preocupes, es lo mi-'

Cerré mis ojos. No podía aguantar más.

'No podés cerrar los ojos, Mati' dijo Angie. Habíamos salido del coche, estaba a mi lado mientras Rod me llevaba en brazos. 'Ya casi estamos en el hospital' sonrió.

Deseaba poder sonreír, pero no podía.  Las facciones de mi cara estaban completamente paralizadas igual que mi cuerpo, solo podía mirarles.

Luces blancas hicieron que abriera los ojos como platos. Estábamos en el hospital, Rod me había sentado en una silla de ruedas e iba empujando de mi por las salas.

Abrieron varias puertas y de repente entre en una camilla. Enfermeras me acostaron encima de una camilla.

'¿Como te llamas?' preguntó una de ellas pero no era capaz de responder.

'Matias' contestó Sofía. 'Matias Candia'

'¿Cuanto lleva sin poder hablar?' preguntó otra de ellas mientras me desabrochaban los botones del traje. Me ponían las típicas pegatinas que van colocadas por cables a una máquina que controlaba mis ritmos cardiacos.

'Le encontramos asi' contestó Nacho. Era capaz de reconocer sus voces sin verles.

'¿Ha vomitado en algún momento?' preguntó la misma enfermera de antes.

'No' contestó Rod.

'¿Se va a poner bien?' preguntó Claudia, por su tono de voz parecía preocupada. Igual que todos.

'Si, tranquila. ¿Sabéis que alcohol ha bebido?'

'Era transparente' contestó Claudia. 'No sé que era'

'Esta bien, no pasa nada. No os preocupeis' dijo una de las enfermeras en tono amable. 'Habeis hecho bien en traerle'

'Cierra los ojos.' dijo otra de las enfermeras mirándome. 'Todo estará bien'

Esa noche soñé con Rod.

Pero no me acuerdo exactamente el qué.

boy crush | matsquareDonde viven las historias. Descúbrelo ahora