23.

711 82 33
                                    

Cuando Sofía pregunto sobre el chupón en mi cuello decidí no contarla la verdad. Conté que Camila me lo había hecho y ella se conformó con ello. No me hizo una pregunta más sobre lo que ocurrió en todo el día.

Si hubo alguien que nos vio entrar en el baño a Rod y a mi parecía no haberle importado. Ningún rumor más sobre que era gay se difundió en la escuela durante esta mañana.

No voy a mentir, aún me sentía extraño por lo que ocurrió. Sentía que no hubiera pasado en serio y mirarme el chupón sobre el espejo hacia recordarme al momento.

El moratón que marcaron sus labios se había vuelto de color morado y era más grande de lo que me habría hecho cualquier otra chica en mi vida. Me encanta que me besen el cuello y me enciende bastante, Rod debió de saberlo para pasar un buen periodo de tiempo entre besos y caricias.

Pase la mano sobre mi cuello, acababa de salir de la ducha y me disponía a buscar ropa que ponerme. La puerta de mi habitación estaba cerrada con cerrojo y me encontraba semi desnudo mirándome fijamente en el espejo de mi habitación, acariciando la mancha una y otra vez.

Comenzó a encenderme la idea que sus labios hubieran pasado por alli, deslice con cuidado mi mano pasando por mi torso, abdomen y encima de mi ropa interior. Cerré los ojos y recordé el momento, nunca me había pasado nada igual y al mismo tiempo creo que fue el encuentro sexual que más he disfrutado en mucho tiempo, por no decir nunca. Quizás sonaba exagerado.

'¡Matias!' grito mi hermana intentando forcejear la puerta. '¡Matias!' empezó a apalear la puerta.

'¡¿Que quieres?!' grite frustrado. ¿Por qué se les ocurría llamarme cuando estoy ocupado?

'Mamá dice que bajes a cenar.' bajo su tono de voz al oírme tan alterado.

'¡Ya voy!' grite. Saque de mi armario una camiseta de color gris antigua y unos pantalones de pijama azules oscuros. Acomode mi pelo de tal manera que intentara disimular el chupón, pero era difícil ocultar una marca tan grande.

Abrí la puerta y baje las escaleras. Estaban sentadas mi madre y mi hermana y hablaban con tranquilidad, me senté en mi asiento y me serví.

'Matias' dijo mi madre mientras bebía un vaso con jugo. 'Matias' volvio a llamarme esta vez arqueando sus cejas. 'Vení acá a ver'

'¿Que pasa?' pregunté dejando mi plato lleno de comida sobre la mesa. Ella se acercó a mí y me retiro el pelo del cuello, sentí como la sangre subió a mis mejillas y note como me enrojecia.

'¡Uy!' dijo colocándose las gafas. '¿Quién te hizo esto? Parece que te rompieron el cuello, hijo' dijo y extendió los labios con una expresión de seriedad.

'No es nada' intenté cambiar de tema y jugue con la comida removiendo mi tenedor sobre ella.

'¿Como no va a ser nada?' preguntó mamá dejando las gafas sobre la mesa. '¿Vos me querés ver la cara de estúpida?'

Gabri intentaba contener la risa.

'¿Te pensas que no se qué es un chupón?' preguntó y luego dirigió la mirada hacia mi hermana, ambas rieron. 'No sé que mierda hacen los adolescentes de hoy en día pero...¡te ibas a quedar inconsciente como siguieran absorbiendo!' exagero mientras reía.

No dije nada, intente pensar en otras cosas para que el tiempo pasará rápido pero no funcionó. '¿Quién te lo hizo, eh?' preguntó después de reírse durante un rato.

'Una chica' mentí.

'Ya lo sé, pero quien'

'¡Mamá!' me queje avergonzado. '¿Que querés que te dé toda la información?'

'Quiero saber qué clase de vampiro le ha hecho esto a mi hijo' dijo en un tono burlesco, mi hermana no podía parar de reir.

'Ca-camila' tartamudee un poco.

'¡¿Camila?!' dijo sorprendida. '¡A los años que no te veo hablar de ella!'

'Fijate...' trago un trozo de comida y apoyo su cabeza sobre sus manos. 'Fijate que yo siempre la vi muy avanzada para su edad'

'Y que lo digas...' susurró Gabri a mi lado, abrí los ojos sorprendido. Mi hermana sabía el día en el que la perdí con Camila porque lo oyó desde su habitación.

'¡Que no me enteré que estás haciendo otras cosas con chicas, Matias!' me amenazó extendiendo un tenedor hacia mi lado.

'Tengo 18 mamá...'

'Aun están muy jóvenes para ese tipo de cosas' dijo. 'Y vos Gabri tampoco' apunto el tenedor hacia su lado.

'Ahora en serio' aparto su plato de su lado. Tocaba charla sería y probablemente ni mi hermana ni yo queríamos oír. 'Si lo hacen, háganlo con precaución. Me da igual si lo hacen con chicos, chicas, lo que sea ¿Ya? ¡Pero se cuidan!' advirtió. Su respuesta me impresionó, nunca supe si mi madre tenía algún tipo de repudio hacia los homosexuales. Oírla decir eso en cierta parte me aliviaba, me hacía sentir cómodo como si tuviera claro que me gustaran los hombres. 'Si les falta algo me piden' se levantó agarrando su plato y dejándolo sobre el fregadero. Gabri puso cara de asco.

'¡Mamá!' se quejó.

'¡Lo digo de verdad!' contestó ella.

Me levanté de la mesa dejando mi plato sobre la encimera, después de aquello se me había quitado el hambre. 'Matias' me llamo una vez más mi madre antes de subir arriba.

'¿Si?' pregunté girandome de nuevo hacia ella.

'Saca una bolsa de hielo del congelador y pontela sobre el cuello, se te va a inflamar más de lo que esta' me advirtió. Rodé los ojos y saqué la bolsa a regañadientes subiendo con ella pegada al cuello de nuevo a mi habitación.

Cuando llegue, deje la bolsa sobre el escritorio. Me hacía ilusión tener una marca de lo que ocurrió esa noche con Rod. Seguía fantaseando sobre el tema, tocarla me encendía.

Me acosté en mi cama volviendo a desnudarme y me coloque los auriculares. Recordé sus labios recorriendo de arriba a abajo y tengo que reconocer que eso me calentó.

Subí mi mano hacia mi cuello y comencé a acariciar mi cuerpo con la punta de mis dedos. Desde el torso hasta mi pelvis, pase la altura de mi ropa interior y metí la mano por debajo, comenzando a masturbarme. Meneaba mi pene de arriba a abajo lentamente con mis manos recordando el momento, cerré los ojos para concentrarme más en ello y con la otra mano toque lenta y delicadamente la marca.

Se sentía realmente bien.

boy crush | matsquareDonde viven las historias. Descúbrelo ahora