24.

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Me desperté tarde. Agarre mis cosas y salí corriendo hacia el instituto.

No tardé en llegar, quizás por lo rápido que había corrido hasta aquí. Entre, subí las escaleras y llamé a la puerta de mi clase, esperando que me dejaran entrar.

'¿Puedo entrar?' pregunté casi fuera de respiración.

'Adelante, Candia'

Fui a sentarme a mí respectivo sitio. La profesora de biología estaba hablando del viaje anual que haríamos al mismo bosque de siempre a analizar flora y animales de este. Había olvidado por completo la existencia de este, igual a mis amigos siempre les hacía ilusión.

Apoye mi cabeza sobre la mesa. Vi a Rod al otro lado de la clase, hablaba con Nacho en bajito mientras la profesora hacia lo mismo, contenía las ganas de reírse por algún motivo. Se veía tan tierno desde allí.

Desde que salió del armario nadie parecía habérselo tomado mal, Rod era el típico chico popular al que a todo el mundo le caía bien. Incluido a las chicas, quizás ellas eran de las que mejor se llevaban con el, aparte de Nacho.

Sofía me contó que una tarde tuvo que estar con su novio y él, dijo que era bastante gracioso y agradable. No le resultó incómodo quedar con otra persona aparte de Nacho.

Pero seguía sin saber lo que me ocurría, probablemente porque nunca lo había sentido. Seguía considerándome heterosexual, aunque no descartaba la idea de que Rod fuera mi única excepción.

Aunque eso era extraño, aún no había aceptado que me gustará.

De repente giro la cabeza hacia mi, se acostó sobre la mesa igual que estaba haciendo yo y comenzó a mirarme fijamente con una media sonrisa sobre su rostro. No pude evitar sonreír e incluso sonrojarme un poco.

No, aún el moraton de mi ojo no había desaparecido por completo, seguía teniendo una línea morada alrededor de este pero cada vez se iba haciendo menos notable.

El timbre sonó indicando que acababan la clase, los alumnos se levantaron agarrando sus cosas y salieron por la puerta rápidamente. Rod, con el que había estado jugando a las miraditas durante toda la clase, se levantó rápidamente y se acercó a mí.

'Hola' saludo acercándose a mi lentamente.

'Hola' respondí. Estaba levantado y dispuesto a irme a la segunda clase del día, pero Rod no tenía los mismos planes que yo. No sé, simplemente lo sentía.

Estaba vergonzoso.

'¿Que te paso esta mañana?' preguntó el sentándose en una de las mesas al contrario mío.

'Me desperté tarde' dije. Mi voz sonaba con un tono distinto, era extraño que me pusiera tan vergonzoso y estuviera tan cortado. Mi relación con Rod era rara. '¿No vas a ir a la siguiente clase?' pregunté soltando una pequeña risilla.

'¿Por qué si puedo hablar con vos?' preguntó levantándose de un salto de la mesa donde se encontraba. Se acercó a mí insinuando que quería besarme, le correspondí enrollandonos mientras estaba sentado sobre la mesa.

Sus besos...eran distintos a cualquier otra cosa que hubiera probado antes. Eran suaves y al mismo tiempo rápidos, oía su respiración acelerada en mitad de cada uno de ellos y sus manos recorriendo mis mejillas.

Se separó de mi durante un momento y sonrió bajando la cabeza, puse mis manos sobre sus mejillas y hice que volviéramos a besarnos. Me había quedado con ganas de más.

Pase mi lengua por el ancho y largo de la suya y volví a comenzar una serie de besos más intensos y lentos que los anteriores.

Volvió a bajar sus besos hacia mi cuello, besándolo con delicadeza y cuidado. Sentía cada roce de sus labios con mi piel, haciendo que me estremeciera.

Retrocedí invitándolo a que se subiera encima mío. Una vez que lo hizo, me recosté sobre la mesa y recordé la misma posición en la que solía tener a Ana, solo que esta vez no era ella quién estaba encima mío sino Rod.

'Matias'

'¿Que?' pregunté reaccionando a que había parado de besarme. Me apoye sobre mis codos mirándole mientras sonreía.

'Me pareces tan lindo...'

No pude evitar reírme de la nerviosez y de lo sinceras que sonaron sus palabras.

'Gracias' respondí con una sonrisa tonta en la cara.

'¿Gracias?' preguntó extrañado. Cuando fruncía el ceño su ceja daba un pequeño tic nervioso y sonreía al mismo tiempo, haciéndome saber que no iba en serio. '¿No me vas a decir nada?'

'¿Que querés que te diga?' pregunté con la misma expresión que tenía el, el comenzó a reírse. Cuando reía sus labios se abrían dejando formar una media sonrisa.

'Que idiota sos' respondió volviendo a besarme. Me di cuenta que me gustaba joderlo para que se pusiera más tierno aún.

boy crush | matsquareDonde viven las historias. Descúbrelo ahora