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Agresión MUY violenta a dos chicos de mi barrio por haberse visto cogidos de la mano por la calle.

La noticia había llegado a todas partes, se podía ver tanto en la televisión como en las redes sociales.

Es curioso, el orgullo LGBT sería dentro de dos meses.

Pensé que la homofobia en Argentina no estaba tan mal para llegar a ese punto (y mucho menos en la zona donde vivimos)

No le había prestado atención. Es de esas típicas noticias que cuando te las cuentan, te ponen triste durante unos minutos. Luego, las olvidas.

Sabía que eran de un instituto cercano al nuestro y como medida para parar la homofobia en nuestra calle, grupos de estudiantes de la escuela (sin apoyo de profesores, ni directores) habían colocado carteles en las vallas del sitio.

Nuestro instituto se había enterado de ello, obviamente. Se había corrido la voz de un sitio a otro y habían hablado con nuestro consejo estudiantil (del que formaba parte Sebas) para hacer lo mismo en nuestra escuela.

En la hora de tutoría, Sebas había propuesto la idea a nuestra clase. Mandado obviamente por el resto del consejo estudiantil.

Igualmente, Sebas no era alguien homófobo. Simplemente prefería guardar su opinión sobre ello.

Sus palabras fueron cercanas y cálidas para intentarnos provocar empatía al tema.

La maestra nos pidió opiniones sobre el tema. Yo preferí guardar la mia.

No estaba en contra de los homosexuales, solo era demasiado tímido como para expresar mi opinión abiertamente.

Nunca hablaba en clase por esa razón.

La mayoría de gente que expresó su opinión con el resto de la clase, estaban a favor. Nadie parecía estar en contra del colectivo LGBT y en un principio, incluso eran receptivos con la idea de hacer carteles informativos para intentar concienciar sobre el tema en nuestra zona.

Oí como Rodrigo y sus amigos se reían en la parte de atrás de la clase. Sus risas eran bajas, pero al estar en una esquina lo podía oír con claridad.

No se burlaban del tema, creo. Hacían bromas entre ellos.

Uno preguntó si contribuirían a la causa, mientras se reía.

Y de repente, escuche como Rodrigo dijo lo siguiente:

'Yo no soy un maricon de esos.'

Su grupo río aún más alto. La profesora los mando a callar pero no había oído su comentario.

Había sido un comentario homófobo.

No supe cómo reaccionar.

boy crush | matsquareDonde viven las historias. Descúbrelo ahora