Dra. Ara Ara

Capítulo 12: Asco

— ¿Y cómo fue hacer una escena con la chica con pene? —se escuchó por afuera del vestidor dónde ella estaba— mañana me toca hacer una escena con ella.

— ¡Ja! Pues te deseo suerte —aquella voz, ella la reconocía como la voz de aquella rusa con la que había trabajado— fue la experiencia más asquerosa de mi vida —y algo retumbó en su pecho— ¡Dios! Esa chica me repugna tanto, es un fenómeno. ¿Hombre o mujer? Sólo porque complace fetiches de gente asquerosa... —y un golpe resonó, Ara en un auto-reflejo había golpeado la pared de su caseta, mientras cerraba sus ojos, temblorosa. Ese sonido seco detuvo la voz de la rusa.

— No estará ella... —habló su compañera, pero se escuchó por parte de las demás chicas el clásico: "Shhhh". Y hecho eso, unos minutos después se pudo escuchar como las chicas salían de los vestidores.

Apenas la puerta se cerró, Ara se miró en el espejo, y alzando su falda, vio su miembro sobresalir por la tanga negra que usaba para la siguiente escena, miró su cara, sus pechos, y poso su mano sobre su pene, apretándolo. Ella empezó a aprisionar con sus dedos la piel delicada de su miembro, sintiendo una punzada recorrer su cuerpo, mientras las lágrimas salían de su rostro, sus uñas se empezaron a encajar, haciendo una marca roja que lentamente empezaría a sangrar, el dolor subió de tono, pero ella sólo se quejó un poco mientras el llanto aumentaba. Ella lo odiaba, odiaba su cuerpo, odiaba ser lo que era, odiaba esos comentarios, odiaba su trabajo, se odiaba a sí misma, y una parte de ella hubiera deseado ser capaz de arrancar su miembro, de poder ser uno de los dos lados de la moneda (un hombre o una mujer), ser algo más de lo que era, ser libre.

"¿Por qué no me hablaste?" esas palabras pasaron por su cabeza, mientras cerraba los ojos y su mano empezaba a soltar su miembro, el cual estaba sangrando ligeramente por las marcas de las uñas que ella misma había dejado, palpitando ligeramente por el dolor.