Lazos [XiuHan / LuMin]

Capítulo 4

Año 2005

MinSeok toma al bebé en sus brazos e intenta mecerlo para que deje de llorar mientras toma la toalla de las manos y lo envuelve en ella. Yoona despierta y se aleja de su madrastra que está a un lado tirado en el suelo. MinSeok ve como Yoona corta con sus manos el cordón que la une a su hijo y mira una vez a la mujer a un lado.

— ¿Está muerta? —Pregunta.

—No —MinSeok intenta darle su bebé. Ella lo recibe y lo mira antes de mirarlo a él.

— ¿Te ha golpeado?

—No —Vuelve a responder MinSeok —Pero cuando despierte seguro lo hará.

Yoona sacude la cabeza y se ayuda se pone de pie.

—Enciérrate en tu habitación —MinSeok la mira a ella y después al bebé. —No creo que vaya por ti, no ahora.

— ¿Cuándo? ¿Cómo?

—No importa. Vete a tu habitación. Iré al hospital y lo dejaré allí. Sólo tengo que llegar antes de ella despierte y me encuentre.

MinSeok tiene muchas preguntas, pero no pronuncia ninguna. En cambio, le hace caso a su hermana y se encierra en su habitación. Yoona llevaba la razón. Su madre no le presta atención más que para preguntarle donde está Yoona. No responde. Y la escucha ir y venir por toda la casa, llamando a muchas personas, ninguna conocida por MinSeok, hasta que al parecer la encuentra. La última frase que escucha MinSeok de su madre es "la voy a matar"

***

MinSeok se sobresalta con un suave golpe en la puerta de su habitación. No es su madre, claro está.

—MinSeok, soy Yoona. Ábreme. —Él obedece. Su hermana le entrega de inmediato al bebé que duerme ahora en una gruesa tela marrón oscura antes de mostrarle un papel. —Eres su padre, MinSeok. Puse tu nombre, y dejé el espacio de madre vacío.

MinSeok no tiene tiempo de decir nada cuando Yoona deja el papel sobre el bebé y ella le coloca un fajo de billetes en su bolsillo.

—Tendrás para unos meses, espero. —Y entra a su habitación, tomando una mochila de MinSeok y llenándola con algunos libros. MinSeok la observa hasta que puede hablar.

— ¿Qué has dicho? Yo no soy su padre. Eso es imposible. Nunca... yo... tu sabes que.... No me gustan las chicas... yo...contigo, nunca... no soy su padre.

Yoona lo interrumpe.

—Lo eres ahora. Lee el papel que dejé en el bebé. —Ella empieza a echar su colección incompleta de muñecos emoción a su mochila. —Escucha, si yo me voy con él, ella me seguirá. Iba a dejarlo en el hospital, pero hace mucho frío. Y no... A ti no te seguirá. Te dejará ir. Eres su hijo después de todo.

—Ella me pega también ¿Qué...? —Pero Yoona vuelve a interrumpirlo, esta vez mientras le cuelga la mochila al hombre.

—Es cierto, ella también te pega, pero no te vende como a mí. Sólo tienes que irte con el bebé. Sólo vete. En verdad ella no te seguirá. Es tu oportunidad de irte de esta casa. Y si el bebé alguna vez pregunta por mí, estoy muerta ¿De acuerdo?

MinSeok no sabe por qué lo hace, pero se va. Se va con un bebé que duerme en sus brazos, un bolso con pañales y un biberón, y una mochila con las pocas pertenecías.

Él verdad intenta ir a la policía. Muchas veces. Pero... cada vez que miraba al bebé que tenía ahora, no podía, porque ¿Qué pasaría con él? Su mamá iría presa, Yoona no lo quería, por eso se lo había dado. No, MinSeok no se atrevía a dejar que ese bebé que se aferraba a él siempre fuera alejado de su lado.

MinSeok decide seguir el camino que Yoona le había dado. Y determinado, usa el papel que dice que es su padre legal, una carta que encuentra en su mochila donde Yoona de desliga de todos sus derechos como madre, y le da un nombre a su hijo, Kim SeHun.

Año 2018

MinSeok derrama lágrimas frente a su hijo dormido. Tal vez SeHun tenga razón. Tal vez Yoona si lo quería y por eso se lo dio, porque en ese momento, era el único capaz de sacarlo de allí.