Samantha
Acomodé las sábanas de la mejor manera, sintiendo como mis párpados pesaban por culpa del sueño. Me había despertado antes de lo que me hubiese gustado, no podía seguir descansando hasta el mediodía teniendo a Flavio marginado en mi salón; que aparentaba ser un chico madrugador, todo lo contrario a mi.
Evadiendo las pintas que traía, salí de la habitación con la intención de arreglarme por lo menos el cabello, pero una alta figura me interceptó de camino al baño.
- Te queda fenomenal ese conjunto ¿es de esta colección? - bromea.
- Evidentemente, veo que estás al tanto de la última moda - reí dejándome atrapar por sus brazos. - ¿Cómo dormiste?
- Muy bien, muy cómodo - manifestó su confortabilidad con su característico acento murciano, dejando un tímido beso en mi cuello.
- ¿Seguro? Yo sé que igual el sofá.. - Me estrujó aún más sin dejarme terminar la frase a lo que le di en una de sus mejillas un sonoro beso.
Que persona más bonita.
- Escucha, tengo algo que igual puede gustarte.
- No me digas - lo vacilé.
Flavio
Los rayos del sol que se colaban por alguna parte de las cortinas del salón ya comenzaban a ser una dificultad para continuar durmiendo.
Ordené el sofá, doblando la manta y dejándola en una de las esquinas del mismo. Puse los cojines en su respectivo sitio, dejando todo como si nadie hubiese dormido ahí.
Al no querer irme antes de que ella se despertara me tomé el atrevimiento de bajar a por el desayuno.
Samantha tiene una locura por lo dulce pero aún más por la miel, por lo que me pareció una buena idea ir por gofres a la panadería que quedaba a unos metros de distancia de allí. Seguramente le iba a hacer mucha ilusión. Es un desayuno bastante típico pero fue lo primero que se me había ocurrido.
Por estos días la temperatura dejaba de ser tan sofocante, así que su acogedora terraza era el sitio ideal para prepararlo. Dejé el plato con los gofres en el centro de la pequeña mesa, a cada lado de la misma puse un almohadón y coloqué dos vasos de zumo de naranja que, por suerte, se había mantenido fresco desde la tienda hasta su piso. Además traje una nueva miel, el producto que en su casa nunca sobraba y que sería lo que posteriormente acompañaría a las dichas especies de tortas parecidas a una galleta tipo oblea.
Solo quedaba que se despertara de su profundo sueño o ir a despertarla. La segunda opción sería la más efectiva.
No quería ser invasivo. Divagué por su casa esperando un tanto más, hasta que yendo al cuarto de baño me topé con la versión de ella más vulnerable.
Era la imagen que más ternura me había dado en la vida.
En un lado de su cara tenía la reciente marca de uno de sus almohadones, lo que indicaba que no había tenido una mala noche. Su melena rubia estaba totalmente despeinada, en un intento de coleta hacia el lado izquierdo que dejaba algunos rebeldes mechones fuera de ella. Con la ancha camiseta arrugada y sus pantalones cortos de color fucsia que permitían enseñar sus representativos tatuajes que se situaban a lo largo de sus piernas, iluminó la mañana con su voz como el sol no había podido hacer desde que había amanecido.
- Ponte más al sol Sam, que te de un poco en las piernas - recomendé.
- El sol me da dolor de cabeza - se excusó.
- Solo es un poco, exagerada.
- Vale sí, Flavio, ya está ¿así? ¿estás contento? - cedió inclinando su cuerpo hacia la claridad - ¿Te gusto más ahora?
Sus palabras provocaron que a partir de ese momento nuestro desayuno se llenase de imparables risas y anécdotas hasta acabar como era de costumbre con toda la comida que había encima de la mesa. Cada uno a sus tiempos, ella arrasaba con todo a una velocidad admirable y por ende esperaba a que terminara.
Con música que provenía de un origen desconocido de fondo, con la ropa del día anterior o con un pijama, con un charco de zumo en el suelo y miel por toda la cara, estaba claro que no necesitaba nada más. Nada ni nadie más.
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hola!! una vez más les quiero agradecer por seguir leyéndomeeste capítulo es más corto que los anteriores pero está lleno de pequeños detalles, espero que esté a la altura.
nos leemos pronto.
—♥
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Sensaciones del pasado.
Fanfic«...el miedo es causado por la incertidumbre pero ¿qué pasa si tu calma hace que mi miedo se esfume de la misma forma en la que ha venido?... »