《15》

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15.

— Esoo, valee, ¿novios oficial? — preguntó Leo desde adentro de la piscina.

Nosotros veníamos llegando de ver desde lo alto del faro, como la luz del sol se reemplazaba por la luz de la luna.

¿Qué más perfecto que ver ese cambio de la naturaleza junto al amor de tu vida?

Nelson y yo nos miramos y sonreímos.

— Novios oficial. — confirmé para luego voltear a ver a los muchachos.

Ellos gritaron, haciéndome sonreír.

— Vengan a bañarse, para poder abrazarlos. — mi mejor amiga levantó sus brazos.

— Sal tú. — le dijo mi novio.

"Mi novio". Lo digo con orgullo, porque después de todo lo que pasé, lo logré.

Ellos comenzaron a caminar hacia la orilla de la piscina, hasta que comenzaron a salir. Elianny en lo que salió, corrió hacia a mí para abrazarme, pero impedí su meta.

— No no, primero te me secas y luego me abrazas. — coloqué espacio entre nosotras.

— Ay fos. — hizo una mueca muy divertida que me causó risa.

— Hermanita, mi vida; felicitaciones. — Gabo me abrazó. — Espero que sea el último noviazgo que te conozca, y lo digo en el buen sentido.

Lo dejé que me abrazara porque ya él se había secado. Si, súper rápido.

— Gracias, mi tequeñito crudo. — le correspondí el abrazo. — Yo espero que "algún" día, me informes de tu noviazgo con "mi" mejor amiga. — hice énfasis.

Él se separó de mí.

— Bueno, te lo confirmo de una vez. Somos novios desde ayer. — rascó su nuca.

— Si no les pregunto en qué andan, no me dicen nunca. Mueren callados. — crucé mis brazos encima de mi pecho.

— Perdón pues, igual, en algún momento te lo iba a decir.

— No sé en "cual" momento, Carlos Gabriel. — rodé los ojos.

— Ay ya, dejen la discutidera y, ¡felicidades, mi amor precioso! — intervino la loca de mi amiga-hermana-cuñada abrazándome.

— Gracias, baby.

— Mano, te lo voy a decir delante de todos porque bueno. Tu llegas a hacer que Gabriela Alejandra Espinoza Monasterios llore, y justamente no sea de felicidad, ay amigo mio, te vas a meter en un peo. — logré escuchar lo que dijo mi hermano mientras recibía los abrazos y felicitaciones de los demás muchachos.

— Si mano, fino, pero tranquilo. En mis planes no está hacer llorar a Gaby.

— Bueno, ahora sí. Felicidades, mi hermano. — abrazó a Nelson.

— Muchos abrazos y mucho todo, pero tengo hambre. — sonreí con inocencia. — Mi pequeño estómago necesita comida.

— No quería decirlo, pero yo igual. — dijo Ginna.

— Nos vamos al restaurante entonces. — manifestó Leo.

Todos nos comenzamos a vestir con la misma ropa con la que habíamos bajado en la tarde.

¡Vamos a comer!

— Mano, ahora quién aguanta a Nelson presumiendo a Gaby pa' 'cá y a Gaby pa' 'llá. — bromeó Brayan.

— Y tu celoso porque no tienes con quién hacerlo. — le correspondió Nelson. — Epaa, sin ofender a nadie.

Todos reímos.

La hermana de Gabo. // Nelson el Prince.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora