《Epílogo》

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Epílogo.

16 días después.

- Gordo, me duele. - lo miré, mis ojos ya hechos agua.

Él miró de la niña hacia a mí.

- ¿Qué puedo hacer? - preguntó, colocando su mano en mi mejilla.

- No sé, pero... me duele mucho. - mi labio inferior sobresalió y las lágrimas cayeron.

Mía parecía una sanguijuela pegada a mi seno y lo que ella no sabía era que, eso me dolía. Hoy estaba succionando más fuerte que días anteriores.

Como si me hubiera escuchado, soltó mi seno y sus ojitos negros me miraron. Estaba súper despierta y eso que eran las tres y media de la mañana.

Guardé mi pecho en la franela de tiros de dormir, tras secar mis ojos y le pasé la bebé a Nelson para que le sacara los gases.

Nos compartíamos los quehaceres de la niña, por ejemplo: cuando él la bañaba, yo la vestía. Yo le daba de comer y él le sacaba los gases, y así.

- Gaby. - me llamó Nelson después de varios minutos en silencio donde solo se escuchaban los gases de Mía. Yo lo miré. - Quería proponerte algo.

Con tal de que no sea matrimonio, estamos bien. Y no lo digo porque no quiera casarme con él, todo lo contrario, pero aún estoy tratando de descifrar lo que quiere mi hija cuando llora y el estrés de buscar las cosas ahorita de matrimonio, me dejaría en los huesos.

- Dime.

Él agarró la almohadita gris en donde colocamos a nuestra pequeña cuando la vamos a ubicar en nuestras piernas, y se sentó en la cama, al lado mio. Acomodó la almohadita en sus piernas y la acostó ahí, dejándola a la vista de los dos.

- Tenemos casi nueve meses juntos y una hermosa niña producto de nosotros, ¿verdad?

Yo asentí, sonriendo con mis labios mientras acariciaba la manita de mi niña.

- Bueno, estuve pensando muy bien todos éstos días y... quiero hacer una canción contigo. - dijo.

¿Acaso escuché mal?

- Nelson, ¿y de cuando acá yo sé cantar? - lo miré sonriendo.

- Siempre has sabido cantar, amor. Que no lo hagas como es, ya es otra cosa. - mostró sus hoyuelos en una sonrisa.

Me entero de que sé cantar.

- Gordo, ¿tú crees que yo soy Manira o qué? - sonreí con burla. - Yo no sé cantar, además, me da pena.

Manira es la novia del trappero Neutro Shorty, y bueno, la chama canta hermosísimo.

- ¿Te da pena sacar una canción con tu hermoso novio?

Fruncí mi ceño con diversión.

- Nada que ver. Me da pena es cantar. No lo sé hacer bien. - hice una mueca.

Nelson chasqueó su lengua.

- Mañana hablamos con Piola. Leo ya tiene la letra de lo que vamos a cantar. - se acercó y besó mi mejilla.

Un fuerte grito, que casi me revienta el tímpano, me hizo jadear. Era Mía la que había gritado y estaba mostrando su encía en una sonrisa.

Yo reí.

- Ay Dios mío, pero si yo tengo bastante ganas de reírme a ésta hora. - le hablé, tras besar su regordeta mejilla.

Estaba enamorada de ésta niña, definitivamente.

La hermana de Gabo. // Nelson el Prince.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora