La hermana de Gabo. // Nelson el Prince.

《20》

20.

Sus carnosos labios están encima de los míos, haciendo un buen trabajo, como siempre. Su lengua recorrió rápidamente mis labios, quitó el labial de éstos y al instante se separó, mostrando una hermosa sonrisa.

Creo que tengo que pintarlos de nuevo.

Me dejó a la vista de todos los presentes y, sentí pena por lo que acaba de pasar. No precisamente por el dueño del beso, si no porque todos nos estaban mirando.

No me lo van a creer pero, no sé qué decir en éstos momentos donde todos tienen la mirada puesta en mí.

— No me lo esperaba. — es lo único que pronuncié, sonriendo.

Ellos ríeron.

— Súbela a donde se encuentra el dj. — murmuró Víctor, dándole un codazo en el costado a Gabo, haciendo que él reaccionara.

— Ven, vamos acá. — Carlos Gabriel me abrazó de lado y caminamos hacia el frente.

— Estúpido, me haces pasar pena. — murmuré. — No estaba preparada para ésto y quedé sin palabras.

— Peero, estás clara que te gustó. — respondió.

— No lo niego.

Al llegar los dos a una especie de escaleras, él agarró un micrófono, lo encendió y comenzó a hablar por medio de éste.

— Primeramente: muchísimas gracias a todos por venir a compartir con mi hermanita que ya no es tan "ita". — todos reímos. — Gracias a mi mamá Cory, a mis hermanitos: Víctor, Nelson y Leosmel, y a mi novia Elianny por haber sido parte de ésta sorpresa que quise preparar para Gaby; porque como todos saben, ella fue y es mi primera hermana, y todo lo que tiene que ver con mi familia, es muy especial para mí. Sobre todo, ésta mujer, que siempre ha sido mi cómplice en todo. — dijo mientras me miraba a los ojos.

Ay Gabito, ya no hables más, que con esas palabras ya estoy a punto de romper a llorar frente a todos.

Sin embargo, él prosigue.

— Quiero hacerte saber en frente de todos nuestros amigos y familiares que, Caroli y tú siempre serán mi tesoro más preciado a las cuáles siempre tendré que cuidar como su hermano mayor que soy.

» Te amo mucho, y bueno, a disfrutar que a eso se vino. — todos aplaudieron mientras yo lo abracé.

Gaby, tú puedes. No dejes que tus lágrimas arruinen tu maquillaje.

— Te amo demasiado. — susurré.

— Y yo te amo demasiado más a ti. — dejó un sonoro beso en mi cabello.

Al separarnos, el volvió a hablar por el aparato.

— Hay otra sorpresa, así que mírala por ti misma.

Y en eso, sentí unas manos rodear mi cintura, haciendo tensar mi cuerpo. Volteé y... ¡Oh, mi Dios! No puedo creer que él esté aquí.

Él ha cambiado tanto desde la última vez que lo vi. No me había dado cuenta de que lo había extrañado tanto como ahora.

Al salir de mi shock, lo abracé tan fuerte como pude y respiré su aroma. De verdad, lo extrañé.

— Feliz cumpleaños, hermanita.

¡Hasta la voz le cambió!

— Hermanito. — es lo único que dije.

Él se separó sonriendo de mí y limpió mis ahora húmedas mejillas con sus pulgares.