30.
21 días después.
― No quiero que te vayas. ― hago un puchero, luchando con que mis lágrimas no broten.
― Solo será una semana, ¿si? ― besa mi frente.
Una semana que se me hará una eternidad.
Lo abrazo, llenando mis fosas de su olor y haciendo que mi lucha contra las lágrimas la pierda.
Lo voy a tener a un motón de kilómetros lejos de mí y me niego a dejarlo ir. Una parte de mí lo acepta porque sé que es por trabajo, pero otra parte no lo acepta porque, simplemente voy a extrañar todo de él.
Odio sentirme así de sensible, llorar por cada tontería que pasa, no es lo mio. Me siento extraña llorando por todo, pero es uno de los síntomas de mi estado.
Nelson corresponde mi abrazo, besando muchas veces seguidas mi cabello, y brotan muchas lágrimas más.
― Te amo, pero detén el llanto, porque si lo sigues haciendo, no me voy a ir para ninguna parte y me voy a quedar. ― separa mi rostro de su franela para dejar un lento y corto beso en mis labios.
Él se aleja de mí para continuar arreglándose, mientras que yo me siento en el borde de la cama para limpiar mis lágrimas derramadas.
Una parte de mí quisiera seguir llorando a propósito para que se quede, pero no, el motivo por el que se va es por trabajo y no puedo detenerlo. Si hubiera sido por otra cosa, ya estuviera como toda una Magdalena. Dúdenlo pues.
Él marcha hoy junto a Daril para Bogotá, ya que por cosas laborales, debe ir. Daril solo lo acompañará, ya que el señor Carlos no podrá por tener problemas con sus documentos.
Su carrera como solista comienza oficialmente en tres días, ya que soltará su nuevo proyecto audiovisual llamado Feeling.
Víctor y Gabo aun no saben qué van a hacer con sus vidas, pero segun tienen planeado continuar como dúo y que Leomar sea su representante artístico.
Yo, pues, hoy colocaré la renuncia en mi trabajo, y no porque yo quiera, si no porque mi vientre está comenzando a crecer y no puedo exponerme así en sitios públicos. Todos me dijeron que no trabajara en éste estado porque era peligroso, que era mejor que renunciara y que no me preocupara por dinero que eso era lo que me sobraba. Yo quedé fue tipo: ¿Disculpa? No estoy trabajando porque quería quitarle la oportunidad a otra persona, yo simplemente estaba trabajando porque no quería estar de vaga haciendo nada y obviamente, quería ganar dinero por mi propia cuenta.
Eso de no estar haciendo nada, me da pena. No quiero parecer mantenida a mis diecinueve años de edad por un hombre llamado “novio” ni por otro llamado “hermano”. Y sé que mi papá me envía una cantidad un poco alta de su dinero una sola vez por semana, pero yo quería trabajar para ganarlo yo misma.
Ahora solo me quedaré con las tareas de la universidad, que solo me envían una a cada un día de la semana. Se me hace un poco difícil porque, hace dos años atrás fue que me gradué de bachiller y ahora no recuerdo absolutamente casi nada. No lo coloqué en práctica y aquí está mi resultado. Pero no queda de otra que seguir investigando y practicando para que pueda graduarme como administradora de empresas.
Unos toques en la puerta del cuarto hacen que guíe mi mirada hacia ésta.
― Pase. ― mi voz sale en un tono diferente ya que tengo la naríz tapada por la lloradera.
La puerta se abre y de esta veo entrar al señor Carlos.
― Buenos días. ― saluda y seguidamente me abraza y besa mi mejilla.
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La hermana de Gabo. // Nelson el Prince.
Fanfiction- Necesito decirte algo importante, Gaby. - dijo mientras se acercaba a mi, para luego acariciar una de mis mejillas con sus suaves yemas. - Me gustas, me fascinas, me encantas. Estoy enamorado de ti. - Nelson, tu también me gustas, me fascinas, me...