《24》

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24.

2 días después.

Mudarse es un estrés.

Tienes que recoger las cosas en donde dormías anteriormente, elegir las cosas que te vas a llevar, buscar dónde la vas a guardar, guardar las cosas. ¡Qué va! Muy estresante.

Menos mal que Eli vino y me ayudó, porque olvídense de que yo hubiera arreglado todo ésto en dos horas.

Sí amigos, dos horas.

Rompimos récord, porque mientras ella guardaba mi ropa y zapatos, yo guardaba que si el maquillaje y las cosas de uso personal. Todavía me faltan algunas cosas por guardar, pero eso lo hago rápido.

«¿Qué opina Gabo?» Pues, se lo dije hace dos días, cuando llegué de comer con Nelson, y fue algo como que... Gaby, ¿de pana me vas a dejar solo aquí? Y yo tipo... No me hagas llorar, please. Pero me dijo que estaba bien, que él entendía y que la puerta de su apartamento siempre iba a estar abierta para mí y yo casi que suelto el llanto, pero ajá, no es nada de otro mundo; y tampoco es que me voy a mudar a otro planeta o qué sé yo, voy a vivir a quince minutos de aquí y siempre lo visitaré.

El sonido de mi celular indicando una llamada, me saca de mis pensamientos y atiendo después de ver de quién se trata.

«Llamada en curso: Mi narizón lindo».

- ¿Aló? - pronuncio mientras me miro en el espejo.

- Mi amor, estoy llegando al apartamento con mis cosas. ¿A ti te falta mucho? - dijo la hermosa voz de mi chico al otro lado de la línea.

- No bebé, ya yo tengo todo acomodado. - miro mis uñas. - Me avisas cuando llegues al apartamento, para salir para allá.

- Ok. Te amo.

- Y yo a ti. - sonreí.

«Llamada finalizada: Mi narizón lindo».

Me volteo y el brollero de Carlos Gabriel estaba mirándome con sus brazos cruzados sobre su pecho y con su ceja izquierda arqueada.

- ¿Qué me ves? - hago la misma pose que él.

- No bebé, ya yo tengo todo acomodado. - mofó.

- Aay vale, ridículo. - abucheé mientras colocaba las maletas en el suelo.

- ¿Ya tienes todo guardado? - preguntó Elianny acostándose en la orilla de la cama.

- Yes, yes.

- Ésta escena me recuerda a cuando te ibas para Miami. - dice Gabo.

- Ay no pues, tú lo que no quieres es que Gaby se vaya de aquí. - me defiende Elianny.

- Mi novia sí sabe. - se inclina hacia Elianny y le da un beso de lengua.

Amigos, ¿se pueden separar? Aun no me acostumbro verlos besándose así. Lo pienso, pero no lo digo.

Salgo del cuarto rodando mis dos maletas por el suelo hasta llegar a la sala y dejarlas frente a los muebles. Camino hacia la cocina para tomar agua y me consigo con la señora Eneida. Gabo la contrató para que le limpie el apartamento.

Es una señora mayor como de unos sesenta y cuatro años de piel morena, con su cabello blanco amarrado en dos trenzas que caen a los lados de sus hombros. En su cuerpo relleno, usa una franela negra con una falda que le llega hasta las rodillas.

- Hola. - la saludo con una sonrisa.

- Hoola. - me devuelve la sonrisa mientras limpia con la escoba. - ¿Ya terminó de acomodar sus cosas? - pregunta de una buena manera.

La hermana de Gabo. // Nelson el Prince.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora