Capítulo Final 1/4. Respuestas

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-¿O sea que: eres un mago de cielo y tu madre nació en una tierra de la que crees que venimos Runaan y yo?-Callum asintió como única respuesta- ¿Y qué Claudia y Soren vienen de esa tierra junto con su padre, el vicedirector Viren, para cazarte?-su novio volvió a asentir, seguro de que no le creería-. Tiene mucho sentido. Además sé que eres un mago desde hace meses-comentó risueña Rayla.

El chico quedó boquiabierto. ¿En serio? ¡Tanto esfuerzo por nada! Tenían que estar bromeando.

-¡¿QUÉ?! Pero… ¿cómo?-Callum hacía todo menos entender la situación.

-Por favor, Callum, vi como derribaste a Soren ese día en el salón, y, sin ofender, amor, pero no eres tan fuerte-tomó sus hombros y le sonrió burlonamente. Rió ante la cara de su novio, la cual demostraba total desconcierto y confusión.

-Al diablo, ¿también sabes que duermo en ropa interior?-murmuró, lo suficientemente fuerte como para que su novia lo escuchase.

-¿Qué?

-¡Nada!

Rayla rodó los ojos, era un tonto.

-Concentrémonos en lo importante: esa criatura, Aaravos o como se llame, ¿te explicó cómo ir a la otra tierra?-inquirió la Elfo mientras golpeaba su pie frenéticamente contra el suelo de la habitación de Callum.

-Xadia, y sólo me dijo: yo puedo llevarte, si es lo que deseas.

-Sí, pero, ¿no te dijo cómo contactarlo?-insistió ella.

-No, me dijo que pensara su propuesta y que estaría esperando una respuesta.

Luego de unos minutos de silencio ella saltó de la cama con una idea.

-Entonces le daremos una.
***
-Papá-llamó Claudia. El hombre de traje no se volteó a mirarla, sin embargo ella sabía que la escuchaba-, ya sabe.

Al oír esas palabras el hombre volteó levemente la cabeza. La luz que entraba por el gran ventanal al que observaba hacía que su silueta se viera siniestra y completamente oscura. Con voz pausada y tranquila musitó las palabras que desatarían el caos…

-Bien, inicia la primera fase del plan.

Claudia amagó a irse, pero la voz de su padre la detuvo.

-Ah, y Claudia, tú y Soren preparen sus maletas. Nos vamos a casa.

***

-Runaan, necesitamos tu ayuda-dijo la ojimorada al entrar a su casa. El hombre desvió su atención de los papeles en su escritorio y se giró a ver a su hija.

-¿Qué ocurre y…? ¿Qué hace él en mi casa?-dijo mirando a Callum.

-Yo lo traje, pero ese no es el punto. Necesitamos de ti para algo importante-respondió ella con seriedad. Realmente estaba nerviosa, en especial porque sabía la respuesta de Runaan.

-¿Pasó algo grave?-inquirió mientras se incorporaba de su asiento.

-Tú dímelo-de un movimiento brusco arrancó el collar en su cuello y su forma real apareció.
Runaan se incorporó por completo, sin saber a dónde iba eso. Luego cayó en cuenta de que Callum permanecía de pie junto a ella, y que no se había inmutado, siquiera movido de su lugar.

-¿Él sabe?-preguntó, teniendo clara la respuesta.

-Es probable que él sepa más de lo que tú me has contado en toda mi vida-espetó molesta.

Rayla le contó todo lo que Callum le había explicado esa misma tarde. Al finalizar hubo un largo silencio antes de que Rayla le preguntara si era cierto. Runaan regresó a su asiento y se cubrió el rostro con sus manos. Ambos adolescentes continuaban allí, esperando una respuesta. “se lo has oculto por mucho tiempo” pensó “Debes decirle”.

Tomó largas bocanadas de aire antes de comenzar con el relato, uno verdadero.

-He pensado en decírtelo tantas veces…

Todo empezó hace quince años, en Xadia. Yo era el líder de una banda de asesinos que pertenecían a los Elfos de Luna. Entre ellos estaban tus padres, eran lo mejor de lo mejor, y participaban de un grupo de Elite llamado La guardia Dragón. Este tenía como objetivo proteger a los dragones y los habitantes de Xadia. Fue entonces, en víspera de un ataque a Xadia cuando tú naciste, Rayla. Tus padres estaban por abandonar la misión por tu seguridad, pero yo y mi esposo decidimos que te cuidaríamos mientras ellos hacían su trabajo.

Desafortunadamente, ellos nunca regresaron.
Con la muerte del Rey Trueno, decidí que ya no era seguro tenerte allí, y entonces recordé que antes de irse, tu madre me habló de una dimensión paralela, en donde estarías a salvo, y me enseñó la manera de viajar a través de ella. Decidí que lo mejor sería quedarme allí contigo un tiempo, hasta que alguna familia te adoptase, pero nuca ocurrió. Ethari te lanzó un encantamiento, y toda tu vida te conté la misma historia: tus padres murieron en un accidente, las cirugías y todo el cuento. Nunca creí tener que rebelarte la verdad, hasta que oí que la nueva enfermera era una Elfo de Luna. Entonces temí que todo se supiera, pero aquí estamos.”

Para cuando finalizó su relato, Rayla estaba sosteniendo la mano de su novio y llorando en silencio. Runaan no sabía cómo reaccionar, sólo se frotaba la cara con desesperación. Luego de cinco minutos que les resultaron eternos a todos, Rayla preguntó:

-¿sabías que estaban cazando a Callum?

-No, claro que no-respondió Runaan como si fuera obvio, luego de un rato reformuló su respuesta-. Sabía que cazaban a su madre.

Entonces Callum tuvo que contener sus impulsos por golpea repetidas veces la cara de Runaan, con ayuda de Rayla, claro. La elfo también se estaba controlando por gritar miles de groserías a su padrastro, pero optó por tragarse cualquier tipo de insulto y concentrarse en mantener a Callum lejos de Runaan, por el bien de la humanidad… o de ellos.

Callum realizaba desesperados intentos de zafarse del agarre de su novia, para poder disparar un relámpago a sus anchas. Estaba molesto, tal vez más que nunca en toda su vida, tal vez más que con el hombre que mató a su madre. No comprendía, o no quería hacerlo, si Runaan sabía de la caza de su madre, ¿por qué no hizo nada? Entendía la disputa que había entre humanos y elfos, pero eso no hacía a todos los humanos o a todos los elfos malos, ¿o sí?

-Callum, tranquilízate, y tú-miró a Runaan- debes ayudarnos. Callum, sin morder ni insultar, dile a Runaan lo que necesitamos-la forma en la que Rayla le hablaba a Callum se asimilaba a un humano hablándole a un cachorro.

A regañadientes Callum obedeció a su novia y se tranquilizó luego de varias bocanadas de aire. Luego de un rato, y con una mirada asesina en sus orbes verdes, preguntó:

-¿Cómo hacemos para invocar a un ser mágico de Xadia?-fue directo y cortante, su voz siquiera sonaba como suya.

Runaan lo observó unos minutos sin entender,  luego miró los dedos de Callum, relampagueando y chisporroteando salvajemente, y sus ojos… tan llenos de ira hacia él. Inconscientemente tanteó disimuladamente debajo del escritorio, donde yacían dos espadas Dao, afiladas y listas para rebanar cualquier cosa, incluso si era necesario, a él. Rayla percibió el movimiento y trató de calmarlo con una mirada que decía a gritos: “No lo hagas, por favor”.

A regañadientes y con un largo suspiro Runaan alejó su mano de debajo de la mesa y se acomodó de tal manera que le permitiera observar a ambos adolescentes. Después de cinco minutos que les resultaron eternos a todos, Runaan respondió.

-Es un tanto complejo, sólo magos de alto rango pueden lograrlo con éxito, sin embargo Ethari me enseñó cómo para poder contactarlo-su voz pareció apagarse por un momento-. Es un ritual muy antiguo, debe ser ejecutado en la media noche. Los participantes del rito deben ponerse en posición de indio y tomarse de las manos, para recitar las palabras: “Resurge de la sombras, gran criatura celestial” tres veces. Se supone que debe funcionar con cualquier criatura, sin importar en donde esté.

Un rato de silencio sepulcral inundó la habitación. Rayla y Callum evaluando sus opciones, Runaan esperando otra pregunta, que no tardó en llegar.

-¿qué puedes decirme sobre Aaravos?

Los ojos del Elfo se abrieron de tal manera que Callum temió que se salieran de sus cuencas.

-¿Quién les dijo ese nombre?-inquirió, recobrando la histeria. La pareja se observó, extrañada.

-Es la criatura que invocaremos, ¿por qué?-Respondió Rayla.

-¡No! No pueden hacer eso-la cortó nuevamente Runaan, mientras se paraba bruscamente de su asiento.

-¿Qué? Pero, ¿por qué?-ahora el que estaba histérico era Callum. Sin duda no entendía a los Elfos.


-Porque Aaravos es una criatura maligna, un alma perversa que fue encerrada hace siglos por el Rey de los Dragones para que jamás pueda escapar. Y si te contactó no es para nada bueno, Callum-respondió casi gritando.


-Es nuestra única opción. El prometió ayudarme, sin trucos. Además, si está encerrado no puede dañarnos-agregó, tratando de sonar convincente.


-¿Y crees que solo su magia lo hace peligroso? Callum, él ha hecho que los mejores guerreros de Xadia pierdan la cordura con solo hablarles. Es uno de los seres más malvados y si logró contactarse contigo, probablemente ya lo ha hecho con muchos otros.


Otra vez silencio. Callum procesaba cada palabra de Runaan. Luego respondió.

-Debo arriesgarme, no importa si es el ser más malvado y peligroso que exista, si puede ponerla a salvo, lo haré con gusto-señaló a Rayla, quien se sorprendió de tan hermosas palabras.

-Callum, tú no lo entiendes, con Aaravos nada es lo que parece, ni siquiera una simple promesa. Todo lo que dice y hace está fríamente calculado por él, créeme que lo sé. Tarde o temprano terminará cobrándote el favor, y no será algo sencillo de pagar-Runaan sonaba desesperado, y es que lo estaba.

-Es nuestra única opción-repitió el adolescente-, lo siento, Runaan, pero lo haremos, no hay otra alternativa.

Dicho esto él y Rayla salieron del despacho del Elfo. Antes de irse Callum se volteó a observar por última vez a Runaan, esta vez con melancolía en sus ojos.

-Tranquilo, la cuidaré bien-Y se fue.

Ya completamente solo, Runaan respondió a la última frase del muchacho:

-Sé que lo harás.

Compañeros de clase (Rayllum)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora