➧15.

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𝑩𝒐𝒓𝒓𝒂𝒄𝒉𝒐𝒔.

Fargan que sabía que todo se iba a descontrolar con tan solo mencionar la casa de Vegetta, pero sabía que estaba perdido cuando Luzu le dijo que se fuera con Willy, que él y Alexby irían más tarde. No se extrañó ver como por la puerta de la mansión de Vegetta su pequeño novio aparecía con esa camisa casi trasparente lila, con su tanga, aquel abrigo peludo rosa y unas gafas de sol, junto a Luzu y unas cuantas botellas de su vino.

Lo que si le sorprendió es ver como más aldeanos se dirigían a la casa del héroe, eso si que era una buena fiesta. Todo se descontroló cuando no encontró ni a Vegetta ni a Willy en ningún sitio, ver como Rubius y Auron por poco follaban en el sofá delantes de todos, y ver como Lolito bailaba con cualquiera que se le acercara. Tampoco sabía cuando instalaron un palo de pole dance, y porqué no fue informado de que su novio sabía manejar también ese estilo de danza.

Se acercó hasta el espectáculo que estaba dando el menor, quien al verlo acercarse paró, recibiendo quejas de quienes lo estaban viendo, siendo ignoradas. Meneaba sus caderas de manera sutil y seductora en dirección su novio, cuando estuvo cerca pasó sus brazos alrededor del cuello del más alto.

— ¿Te gustó el espectáculo, mi amor? –por las mejillas sonrojadas y el olor a alcohol, Fargan sabía que el menor estaba borracho.

— Me gustó bastante, Alesby. –pero el que estuviera borracho no iba a significar que no le siguiera el juego.

— Alexby no está, solo Lely. –recalcó sobre los labios del castaño, tentando al contrario a atraparlos con los suyos– Ven, no has bebido nada.

Entrelazó sus manos y lo llevó hasta la mesa donde había una variedad de botellas de diferentes alcoholes. Empezando por el vino de Luzu, así hasta emborracharse. Bailaron en la improvisada pista de baile, sus cuerpos pegados, deseosos del contacto del contrario.

Fargan posó sus manos en las caderas del menor, mientras que Alexby enredó las suyas en el cabello castaño, rozando sus labios con lujuria, pero sin llegar a tocarlos de verdad, tentando a la suerte. El alcohol que recorría por sus venas no les ayudaba a pensar bien en sus acciones, acabando en una esquina, alejados de las demás personas, besándose con deseo y pasión.

Alexby rodeó la cadera de Fargan con sus piernas, rozando sus pelvis mientras el castaño besaba y mordía el cuello palido del menor, dejando marcas que durarían por un buen tiempo. Los suspiros y jadeos que soltaba el azabache, empezaba a descontrolar la poco cordura que le quedaba, pero, justo cuando iban a llegar a la parte que más deseaban, alguien los interrumpió vomitando en la planta que había a unos metros de ellos.

— Necesitamos un cuarto, ahora. –expresó 'Lely' agarrando la muñeca de Fargan y arratrándolo al piso de arriba, cerrando la puerta tras de sí para que nadie les volviera a interrumpir y empezar con lo que llevaba deseando toda la noche.

Fin.

⇢𝑻𝒉𝒆 𝑭𝒂𝒓𝒈𝒆𝒙𝒃𝒚 𝑴𝒐𝒏𝒕𝒉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora