➧27.

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𝑯𝒊𝒋𝒐𝒔 / 𝑨𝒅𝒐𝒑𝒄𝒊𝒐́𝒏.

[Continuación del día 26: Matrimonio.]

Alexby estaba sentado, tranquilamente, en el sofá de su sala con Jimmy recostado encima de sus piernas y ojeando el álbum de fotos que tenía mientras esperaba que su familia bajara para poder irse. De repente una sonrisa apareció en su rostro al observar aquellas páginas del álbum donde le mostraba los primeros días de sus dos primeros hijos.

[...]

Por fin era el día, después de un año como matrimonio iban a adoptar a dos hermosas criaturas, el azabache no podía creer lo feliz que se sentía al tener a aquellos niños en su casa. Apretó la mano de Fargan emocionado, recibiendo una risa por su emoción. Pero justo al estar en frente del orfanto, los nervios junto a las inseguridades le invadieron produciendo que se paralizara en la puerta, llamando la atención del castaño.

— Oye, no te preocupes. –Fargan acarició las mejillas del menor– Todo va a salir bien y vas a ser el mejor padre de todos, incluso mejor que Vegetta y Luzu.

Alexby miró a los ojos ámbar que el mayor poseía, viendo la seguridad que trasmitía y sin pensarlo juntó sus labios en un corto beso, para entrar con toda la emoción de antes y lleno de seguridad. Una de las cuidadoras les saluda y les pide que se esperen en la oficina para poder arreglar los últimos detalles en los papeles y esperar que recojan las cosas de los niños.

Al cabo de un rato, escuchan la puerta abrirse para dar paso a la anterior cuidadora con el pequeño niño de un año en sus brazos y a la pequeña niña de tres de la mano. La pequeña rubia al ver a aquella pareja se le iluminaron los ojos y se soltó de la cuidadora para correr hacia donde estaba Fargan.

— ¡Papá Búho! –gritó la pequeña abrazando al castaño quien miró a Alexby con los ojos aguados por la emoción, no pudiendo evitar abrazar con fuerza a su, ahora, hija.

— ¡Papi! –esta vez fue el turno del pequeño mientras estiraba sus bracitos hacia Alexby, quien no dudo un segundo más en cargarlo.

— Habéis vuelto. –expresó la pequeña rubia desbordando alegría, dando pequeños saltitos.

— Y no solo hemos vuelto, sino que también os llevaremos con nosotros.

Tras las palabras del híbrido, la pequeña miró asombrada a su cuidadora quien asintió a la pregunta silenciosa que le había hecho, solo eso bastó para que la pequeña empezara a chillar de emoción mientras abrazaba a sus padres. Tanta fue la emoción que no pudo evitar llorar, llevándose con ella a Fargan quien también empezó a llorar de la emoción.

[...]

Siguió observando las siguientes páginas del álbum viendo las diferentes fotografía de su dos primeros hijos en varias situaciones, haciendo que soltara alguna que otra risa. Llegó un punto en el que las siguientes fotografías ya no eran dos niños, sino tres.

Recordaba a la perfección como Tortilla estaba emocionada por conocer a su nueva hermana, y cuando la vida no quiso soltarla jamás alegando que era demasiado fragil y bonita como para dejar que algo le pasara. Tortillo fue quien más jugó con ella mientras Tortilla los protegía de los dos.

— Papá.

Levantó la vista del álbum para ver a su hija vestida con un hermoso vestido rojo y su pelo decorado con pequeñas flores rojas enredadas en él.

— Mira lo que hizo Aurora, ¿a qué es bonito? –se giró dando la espalda, mostrando su largo cabellos lleno de florecitas.

— Mi papi me enseñó a hacerlo, siempre me lo hace cuando vamos a de picnic y vemos a papá pescar. –aclaró la pequeña de once años, avergonzada.

— Te ha quedado precioso, Aurora. –alagó Alexby a la castaña– Y te ves hermosa, princesa.

Al cabo de un rato, el resto de su familia sale totalmente vestida y lista para salir. Alexby se levantó del sofá y besó a Fargan como modo de saluda para coger alguna cosas y salir de su hogar para ir hacia el hogar del amante de la simetría.

En la puerta de la muralla ya estaban la pareja de casados con la pequeña Boreal esperando, cuando la castaña vio a sus padres no tardó en ir a abrazarlos y contar como a ayudado a Tortilla en arreglarse.

Con las dos familias listas, se dirigen al pueblo, justamente a la zona de los portales donde cruzan uno en específico para aparecer en Minecraft Maldito, hoy era el cumpleaños de Lexosi y ellos habían sido invitados a la pequeña celebración que se haría y por nada se la iban a perder.

— ¡Tío Lesosi! –gritaron la dos niñas más grandes al ver al hombre de máscara de tomate, pero esta vez sin ella.

— Pero si son mis hermosas sobrinitas. –sin esperar más las levantó las dos del suelo, haciéndolas reir ante el repentino movimiento.

Alexby sonrió al ver la escena, tenía a una hermosa familia y no la cambiaría por nada. Dejaron que sus otros dos hijos jugaran también con las otras para que ellos pudieran sentarse con sus amigos y charlar, aunque todo la atención estaba enfocada a la pequeña Boreal que babulceaba entre los brazos de Vegetta observando a todos curiosa.

Sino fuera porque Fargan y él tenían ya a tres hijos, pensaría en volver a adoptar a otra criatura. Recargó su barbilla en el hombro del contrario y besó su cuello con cariño mientras entrelazaba sus manos, observando los dos anillos dorados.

Alexby no podía estar más agradecido con la vida por darle a un cariñoso, aunque bobo, esposo y a trea hijos preciosos que le iluminan su amarga vida.

Fin.

⇢𝑻𝒉𝒆 𝑭𝒂𝒓𝒈𝒆𝒙𝒃𝒚 𝑴𝒐𝒏𝒕𝒉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora