Revelaciones

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Recién me levanto. Me había quedado rendido por el brebaje que me dio Iyachola. Efectivamente había funcionado. Ya no me sentía nada cansado, al contrario, me siento rejuvenecido y con energías para caminar todo el bosque.
Había salido el sol e Iyachola estaba en el pequeño huerto de afuera, cuidando las plantas que tenia sembrada allí. Me levanto de la cama donde estaba acostado y me dirijo afuera para hablar con ella. En eso me grita desde el exterior sin inmutarse en mirar atrás o dejar de hacer lo que esta haciendo:
—Hay un desayuno en la mesa, cómelo que debes estar hambriento. Ahora termino aquí y te atiendo.
No dije nada y me dirigí a la mesa donde estaba el desayuno servido. La verdad es que estaba bastante bueno. Era un jugo de alguno de sus frutos sembrados y un pan de trigo con algo vegetal, todo bastante orgánico. La sacerdotisa al entrar me dice que me espere. Lava sus manos y se sienta a hablar conmigo.
—Te dije que daría respuesta a todo lo que pudiera luego que descansaras, así que lo haré. Primero quiero decirte cuál es el trabajo de una sacerdotisa. Nuestro deber es proteger, ayudar y asistir a todas las personas o entes que mantienen el equilibrio del bosque. Tu trabajo aquí es, según tu libro guía, ser parte de los que mantienen ese balance, por lo tanto, mi obligación es asistirte y guiarte para que cumplas con esto satisfactoriamente— hizo una pausa y suspiró antes de continuar— De lo contrario, podrías convertirte en un ente del caos y el desequilibrio, rompiendo con todo lo logrado hasta ahora. Pero como llegaste aquí de forma inusual, hay mas probabilidades de que eso ocurra en vez de convertirte en un guardián del equilibrio, como esta destinado a ser…
Antes que siguiera la interrumpí sin darle chanche que me detuviera:
—¿Dónde realmente estoy? ¿Por qué yo? ¿Quién soy o que soy? Pero sobre todo…¿ Quién me persigue y por qué?
—Vamos despacio. Primero, estamos en un bosque como vez, solo que este no se encuentra en ningún sitio. Estamos en el lugar adecuado para no molestar ni ser molestados por nadie, solo por los que se les permite ¿Porque tú? Porque así estaba escrito en tu libro, el cual solo podrás leer cuando descubras quién eres realmente. Él te ira mostrando cosas poco a poco a medida que vayas recordando. No puedo decirte quien eres, pero si que eres, o por lo menos que estas destinado a ser. Tu destino es ser un cazador de agentes del caos, aquellos que están aquí, pero solo se la pasan interfiriendo con la vida de los demás , en otras palabras, eres un guardián del equilibrio— se quedó unos segundos callada como pensando si debía continuar o no— Sobre quien te persigue, muchos lo hacen por motivos totalmente diferentes. Mi poder no alcanza a ver más allá porque uno de tus perseguidores es la Diosa Noigiler, la creadora de este santuario. Ella es una especie de Reina  en este lugar, manda a muchos de sus siervos a buscarte, como son los Hijos de la Noche. También te persiguen dos personas más, uno pertenece a tu pasado y el otro a tu futuro, este es tan poderoso que es capaz de no hacerse visible.
Comienzo a sentir un mareo con todo lo que me ha dicho. Era alguien que había llegado de forma no habitual, estaba destinado a ser un guardián del equilibrio, pero como llegue en extrañas circunstancias la jefa de este bosque, quien al parecer es una Diosa, con la preocupación de que me convirtiera en un estorbo para su santuario, envío a sus Hijos de la Noche en mi búsqueda. Además de otras dos personas de mi pasado, futuro, ni idea. Básicamente, me encuentro en serios problemas.
—¿Y yo que puedo hacer ahora para al menos poder salir vivo de esto? — pregunté algo preocupado por la respuesta. Ella sonrió y luego hablo…
—Te recomiendo que…— de repente se queda callada y comienza a mirar hacia todos lados con preocupación.
Primera vez desde que la conozco la veía nerviosa, preocupada. Ella es una persona bastante segura de sí misma, verla en este estado era extraño. Cogió una bolsa que había en una esquina, recogió mi palo del piso y me lo lanzo para que lo cogiera.
—Muévete, nos vamos de aquí, ya llegó el perseguidor que pertenece a tu futuro y no muy lejos de él esta también una Hija de la Noche. Tenemos que irnos antes de que lleguen a nosotros. Ya que soy poderosa pero con esta entidad , que…— miró fijamente dentro del bosque en una dirección, casi como si pudiera ver algo a miles de millas de allí. Se giró nuevamente hacia mi y me miró fijamente. Su rostro reflejaba una mezcla entre preocupación y espanto— nunca trates de enfrentar a esta entidad de tu futuro, perderás antes de empezar la batalla, simplemente huye. Nos tenemos que ir por un pasaje que nos mantendrá a salvo.
Caminó metiéndose entre los árboles del bosque  La seguí con paso seguro, tratando de no tropezar con nada, mientras ella parecía volar sobre el césped tierra. Llegamos a una especie de cueva con una puerta de metal en la entrada, delante de esta estaba echado nuestro fiel gato, Mesha. Él siempre estaba donde tenía que estar, si tan solo pudiera hablar, el seguro sabría como ayudarme…
—Probablemente te dejaría tirado por menospreciar la ayuda que recibes— dice Iyachola sorprendiéndome. La miré serio y un tanto molesto por leerme el pensamiento.
—Sino pensaras tan alto tal vez, no escucharía lo que piensas— dijo defendiéndose— Es importante que aprendas a pensar para ti y así nadie como yo  podrá escuchar lo que piensas.
Hizo unos dibujos en la puerta, pinchó uno de sus dedos con una aguja y susurró algo que ni yo escuche mientras pasaba por encima de los dibujos su dedo ensangrentado. Automáticamente la puerta hizo un ruido extraño e Iyachola la abrió con facilidad. Entramos los tres al lugar y la puerta tras nosotros se cerró de un tirón cerro.
Dentro del túnel-cueva no se podía ver nada. Iyachola  me pidió que me agarrara a su hombro y que agudizará mis oídos para caminar, ya que no teníamos nada para alumbrar el camino y solo el túnel nos llevaría a donde teníamos que ir.
De momento sentí como si el piso se moviera. Creía que esto era normal, que ya estábamos al final en una cueva pero aparentemente no era así. Iyachola se detuvo inmediatamente y susurró.
—Cuando te diga “corre” hazlo. Ningún guardián del equilibrio puede dejar que te pase nada. Tu demonio del futuro esta aquí adentro, llegó mas rápido de lo esperado, debo combatirlo y tú huir. Así que has caso a todas mis ordenes sin rechistar.
Dicho esto se escucharon unos pasos desde donde nos dirigíamos. Tal parecía que un maratón se dirigiera a nosotros.
—Tenemos que ir hacia allá, los refuerzos están aquí ,tus ancestros nos ayudan— dijo la sacerdotisa algo aliviada
Comenzamos a correr y continuo aguantándome de su hombro para guiarme. En eso, siento detrás de nosotros una presencia pesada, como alguien me jalara con una soga invisible. Por suerte podía resistirme a ella y seguir corriendo.
Un maratón fantasmal corrió entre nosotros y chocaron con lo que Iyachola llamó mi demonio del futuro. Sentimos gritos de desesperación y dolor. Llegamos corriendo a la salida y justo cuando salimos pudimos sentir un grito fuerte que nos impactó en el alma.
—Podrás corres y escapar ahora pero inevitablemente llegarás a donde estoy yo.
La sacerdotisa dijo rápidamente algo en un idioma que no entendí y lanza un hechizo para cerrar el lugar por donde vinimos. Sacó un cuchillo de su bolso, cortó su mano y siguió con el conjuro. El lugar de donde salimos se alumbra completamente de rojo y comienzan a caer rocas sellando la salida.
—Es imposible que salga— dice segura Iyachola— ,ni un demonio podría destruir un sello de sangre ¡Vamos! Caminemos, que tenemos un largo camino que recorrer.

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Nota de Autor:
Espero que disfruten, la lectura y les sea de su agrado, este capítulo costo un poco más de tiempo editarlo, espero que les sea de su agrado. Dejen su voto y compartan. Gracias Por Su Apoyo...

Secretos Del Bosque Khedar [Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora