Secretos Del Bosque Khedar [Edición]

Charlie

Antes de que pudiera decir algo, mi hermano Charlie cae desplomado al piso. Su cuerpo está cubierto de graves heridas , tal pareciera que fue atacado por una bestia. Me dirijo hacia Mesha y le exijo:

—¡Tenemos que salvarlo!¿A dónde podemos ir?

Mesha me mira tranquilamente y responde

—El único lugar  en donde  podemos curar todo hasta esas heridas es en las cascadas del Gran Árbol pero, no resistirá el viaje…

—¡No dejare morir a mi hermano!— la interrumpo molesto por su comentario. Tomo mi libro y busco en el desesperado— ¡Tiene que haber algún conjuro en este libro de mierda!¡Alguna cosa que pueda salvarlo!¡ NO PUEDE MORIR!¡NO LO DEJARÉ!
Estaba decidido a salvarle la vida a mi hermano. Mesha solo me observaba como analizando mi forma de actuar hasta que por algún motivo extraño habló.

—Como estás ahora mismo no puedes hacer nada pero, tal vez yo si pueda ayudarle pero tienes que tener mucha fuerza de voluntad para lo que vamos hacer y no interrumpirme —me dice cuando intente decir algo—Dejare salir a mi Egbere , mi bestia interior, solo puede ser domada por su cazador así que tienes que ser fuerte. De no poder controlarla serás devorado por ella ¿Entendiste?—asiento con la cabeza—Bien.

Mesha se aparta a una distancia razonable de mi y mi hermano.

—Cuando comience a convertirme coge tu daga córtate, ya sangrando tomas el  collar que tengo en mi cuello— se lo quita y me lo lanza con su boca, este era de huesos y pequeñas cuencas verdes—, y lo llenas de sangre diciendo: “Con el Opele de Egbere y la arbalap de Orunmila ,saicarg a la noicidneb de Olodumare, me ogah efej labirt de etse Egbere ejavlas”. Debes decirlo con seguridad. Estas listo.
Digo que sí sin dudas y comenzamos el ritual. Mesha hace algunos gestos raros y empieza decir cosas que no entiendo. Su cabeza tiembla de un lado a otro sin parar, tal parece que está siendo poseída. De su cuerpo brota una neblina oscura cubriéndola por completo.

De repente, se ve como surge entre la niebla una enorme bestia. Comienzo el ritual antes de que la bestia ataque, corto mi mano y aprieto el collar repitiendo lo que Mesha me dijo.

—Con el Opele de Egbere y la arbalap de Orunmila ,saicarg a la noicidneb de Olodumare, me ogah efej labirt de etse Egbere ejavlas— lo repito una y otra vez hasta que sale de entre la niebla.
Era una bestia de 4 cuernos, enormes dientes que se escapaban de su boca y se paraba sobre sus manos y pies como si fuese un gorila.

Me observa fijamente y comienza acercarse. Luego de un momento de silencio incomodo y perturbador, me habla con una voz ronca.

—¿Ya podemos continuar o dejaras que tu hermano se desangre?

Recapacito y vuelvo en mí

—¿Ahora que hacemos?

Me mira y hace un gesto de desprecio.

—A ratos en los que pienso que ya has maduro lo suficiente para tener claro lo que debemos o no hacer, luego caigo en la realidad que tan tonto eres y puedes llegar a ser. Súbete en mí junto a tu hermano, yo los llevaré hasta el Gran Árbol.

Sin decir nada tomo a Charlie y lo subo al regazo de Mesa, me subo luego y comenzamos el imprevisto viaje de regreso.

Como si hubiéramos volando llegamos al Gran Árbol. En cuestión de bajarme de Mesa, la Gran Baba aparece y me ayuda a cargar a mi hermano para llevarlo hacia el río en dónde recuperé mi memoria. Lo introducimos despacio en este y la Gran Baba me dice tranquilizándome.

—Ahora toca esperar, se recuperará pronto, estas aguas sanan cualquier herida. Lo único que no pueden sanar es la muerte.

Estuvimos un rato esperando pero mientras, conversaba con la Baba sobre que el hecho domar a la bestia guía era muy importante para los cazadores. Yo lo había logrado de forma rápida y eficiente, por lo que me felicitó.
Seguimos conversando acerca de  antiguas anécdotas del bosque hasta que mi hermano despertó y salió corriendo del rio hacia donde me encontraba. Miró a quienes me acompañaban y automáticamente alzó el rifle que tenía atado a su mano desde que lo encontramos moribundo en el bosque.

—Hermano , aléjate de esa bruja antes que te haga daño—dijo mientras apuntaba a la Gran Baba— No confíes en nada de lo que te dijo, aunque me haya sanado recuerda mis palabras, nada es lo que parece aquí. Debemos salir de aquí ya.

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Nota de autor:
Aquí hay más lenguaje y dialecto entre invención y un lenguaje olvidado. Y los exhorto a que intenten descubrir que pasará a continuación. Como siempre muchísimas gracias y dejen su voto que me ayudan mucho solo con eso...